Los legisladores nacionales de la provincia de Chubut manifestaron su profunda preocupación por el destrato que representa la exclusión del Presupuesto Nacional 2017, de dos obras fundamentales para la Patagonia Central.
En el primer caso, la omisión de la pavimentación del tramo de 107 kilómetros que completaría la interconexión de nuestra región con el Océano Pacífico, en uno de los pasos más practicables durante los 365 días del año por su escasa altura: el paso Huemules, con obra licitada y adjudicada en 2013, pero que ahora “no constituye una prioridad nacional”, según informara recientemente la Jefatura de Gabinete.
En el caso restante, la exclusión –ratificada este miércoles en Diputados por el Ministro Guillermo Dietrich- de la comprometida obra de Circunvalación a la ciudad de Comodoro Rivadavia, lo que evitaría que la Ruta Nacional Número Tres siga atravesando el estrecho cuello de botella del área céntrica de la ciudad más poblada de la región patagónica.
Consideramos a esta altura totalmente humillante, el reiterado ejemplo de menoscabo para con la región que continúa aportando la renta del 50% de producción del crudo nacional; sometida al monocultivo de una riqueza no renovable que hace 110 años le entrega al país, sin que se le otorguen alternativas para su reconversión económica.
La interconexión con Puerto Chacabuco, que pondría en cinco horas la conexión del Atlántico con el Pacífico, desde Comodoro Rivadavia hasta Aysén, es una ventana que abriría múltiples oportunidades futuras a emprendedores de la región.
El insólito caso de la Ruta Nacional Número Tres, con un promedio de cien equipos con acoplado atravesando cada 24 horas el centro de la ciudad más poblada del tercio sur del país, ya ha cobrado suficientes víctimas; pero además dilata la única vía de transporte costera con pérdidas económicas costosas para actores directos e indirectos en su uso. Y afecta implícitamente todo el desenvolvimiento de cargas y pasajeros hacia los tres estados más australes.
Por todo ello, declaramos inaceptables los argumentos que se puedan esgrimir en torno a esos dos proyectos, porque representan módicas excusas que no llegan a disimular la perniciosa constante de castigar con criterios casi coloniales a la región del país que lleva aportados 400.000 millones de dólares de renta hidrocarburífera a las arcas de la Nación desde el primer día de explotación del petróleo nacional.-
Los legisladores nacionales de la provincia de Chubut manifestaron su profunda preocupación por el destrato que representa la exclusión del Presupuesto Nacional 2017, de dos obras fundamentales para la Patagonia Central.
En el primer caso, la omisión de la pavimentación del tramo de 107 kilómetros que completaría la interconexión de nuestra región con el Océano Pacífico, en uno de los pasos más practicables durante los 365 días del año por su escasa altura: el paso Huemules, con obra licitada y adjudicada en 2013, pero que ahora “no constituye una prioridad nacional”, según informara recientemente la Jefatura de Gabinete.
En el caso restante, la exclusión –ratificada este miércoles en Diputados por el Ministro Guillermo Dietrich- de la comprometida obra de Circunvalación a la ciudad de Comodoro Rivadavia, lo que evitaría que la Ruta Nacional Número Tres siga atravesando el estrecho cuello de botella del área céntrica de la ciudad más poblada de la región patagónica.
Consideramos a esta altura totalmente humillante, el reiterado ejemplo de menoscabo para con la región que continúa aportando la renta del 50% de producción del crudo nacional; sometida al monocultivo de una riqueza no renovable que hace 110 años le entrega al país, sin que se le otorguen alternativas para su reconversión económica.
La interconexión con Puerto Chacabuco, que pondría en cinco horas la conexión del Atlántico con el Pacífico, desde Comodoro Rivadavia hasta Aysén, es una ventana que abriría múltiples oportunidades futuras a emprendedores de la región.
El insólito caso de la Ruta Nacional Número Tres, con un promedio de cien equipos con acoplado atravesando cada 24 horas el centro de la ciudad más poblada del tercio sur del país, ya ha cobrado suficientes víctimas; pero además dilata la única vía de transporte costera con pérdidas económicas costosas para actores directos e indirectos en su uso. Y afecta implícitamente todo el desenvolvimiento de cargas y pasajeros hacia los tres estados más australes.
Por todo ello, declaramos inaceptables los argumentos que se puedan esgrimir en torno a esos dos proyectos, porque representan módicas excusas que no llegan a disimular la perniciosa constante de castigar con criterios casi coloniales a la región del país que lleva aportados 400.000 millones de dólares de renta hidrocarburífera a las arcas de la Nación desde el primer día de explotación del petróleo nacional.-