“Algunos ni saben dónde está el Sindicato”

El líder petrolero que va por su reelección dijo que la campaña para el comicio del 4 de noviembre es “vacía de contenido y de propuestas”. Y no aceptará el regreso de los dirigentes que se fueron de su sector. “Mi mayor alegría es que dejamos una obra social para el Sindicato”, reflexionó.

Ávila y su reflexión preelectoral.
30 OCT 2016 - 22:06 | Actualizado

-A días de las elecciones, ¿esta campaña tan agresiva no lo entristece teniendo en cuenta que son todos compañeros de trabajo?

-Sin duda, pero es una campaña mediocre. No hay debate. Cuando competimos con Mansilla (Mario) era una campaña más inteligente e interesante. Esta es vacía de contenido y de propuestas. Me da lástima que estos chicos quieran conducir el Sindicato sin ideas ni conocimiento. Algunos ni saben dónde está el sindicato. Largamos hace un mes, no como ellos que la vienen llevando adelante desde hace mucho y a pesar de eso vamos a tener un triunfo rotundo. En el sorteo de lotes juntamos más gente que algunos que en el mismo día y hora cerraban campaña.

-¿No teme que después de las elecciones queden grietas?

-Para nada, porque son todos compañeros de trabajo y se ven la cara todos los días. Estos chicos nacieron sindicalmente conmigo, porque soy un formador de dirigentes gremiales. Todos eran “azules” y salieron de acá. Los verdaderos adversarios son los de la Lista Verde, porque siempre fueron nuestros adversarios. Se tendrían que haber dado cuenta (Martínez y Kruger) que cuando me dijeron que se iban, me estaban dando la posibilidad de conformar una nueva camada que es la que me acompaña ahora y está poniendo todas las ganas para que sigamos conduciendo. Me dejaron la enorme posibilidad de elegir lo que quería, de poner en la lista a los que consideraba. Me río de lo que ellos pensaban hace diez meses, porque me dejaron cuadros tremendos que a veces estaban tapados y no los podía llevar porque estaban ellos. Cuando se fueron le dieron lugar a estos muchachos que se van a comer “crudo” al Sindicato, sin duda.

-¿Se sintió traicionado?

-En algunos aspectos sí porque uno forma dirigentes gremiales. Por supuesto que no es ni fue grato que se vayan. Entristece llegar al final de la recta y no verlos o que no estén, pero después se analiza en frío y llena de orgullo saber que se pudo formar algunos cuadros excelentes y superiores a los que había.

-¿Cómo serán los próximos cuatro años?

-De acuerdo a la calidad de los dirigentes de la lista Azul serán más tranquilos. Es difícil y duro aguantar una crisis como la que tenemos, también una interna de dos años como nos tocó, ver que se vayan dirigentes de peso del Sindicato. Las empresas te miraban con desconfianza porque pensaban que se estaban yendo todos. Eso nos hizo más fuertes, más capacitados y por eso hacemos tantos esfuerzos por mejorar la calidad de vida de los compañeros. Quizás si hubiéramos estado todos juntos muchas cosas se podrían haber hecho antes, pero lamentablemente no pudo ser y hoy estamos en esta campaña sucia y dañina porque afecta los intereses del Sindicato. Tuvimos que sufrir las consecuencias de esta interna y de este alejamiento de tanta gente. Lo bueno es que nos dimos cuenta de que había muchos traidores.

-¿Cuál fue su mayor alegría y su mayor tristeza?

-La mayor alegría es que dejamos en la historia del Sindicato, más allá del resultado de las elecciones, la obra social para todos los petroleros de Chubut. Terminamos y ganamos una pelea de 55 años. Desde que se fundó el Sindicato que veníamos dando esa pelea. La tristeza es no haber logrado la unidad.

-¿Tras las elecciones le gustaría sentarse a charlar con los tres adversarios?

-Realmente no. Hablé mucho con ellos, los guié sindicalmente, los presenté ante los principales empresarios, los senté en las mesas de discusión y lo único que hicieron fue recaudar plata para la campaña. Hablar durante diez meses de alguien de la forma que lo hicieron no permite que volvamos a sentarnos en una mesa. No lo creo posible. Estas diferencias de la lista Azul son distintas con la lista Verde, la respeto porque siempre fueron adversarios nuestros. Pero estos chicos que se fueron de nuestra lista son pibes que lamentablemente equivocaron el camino y ahora no tienen vuelta atrás. En nuestra lista el que traiciona no vuelve, pero más que por mí, por la gente. Puedo aceptar que vuelvan algunos de la Verde, pero no de las otras porque son exazules. De las listas de Kruger (Roja y Amarilla) y Martínez (Blanca) con nosotros no vuelve ninguno. Pierden y se van todos a trabajar al yacimiento.

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Ávila y su reflexión preelectoral.
30 OCT 2016 - 22:06

-A días de las elecciones, ¿esta campaña tan agresiva no lo entristece teniendo en cuenta que son todos compañeros de trabajo?

-Sin duda, pero es una campaña mediocre. No hay debate. Cuando competimos con Mansilla (Mario) era una campaña más inteligente e interesante. Esta es vacía de contenido y de propuestas. Me da lástima que estos chicos quieran conducir el Sindicato sin ideas ni conocimiento. Algunos ni saben dónde está el sindicato. Largamos hace un mes, no como ellos que la vienen llevando adelante desde hace mucho y a pesar de eso vamos a tener un triunfo rotundo. En el sorteo de lotes juntamos más gente que algunos que en el mismo día y hora cerraban campaña.

-¿No teme que después de las elecciones queden grietas?

-Para nada, porque son todos compañeros de trabajo y se ven la cara todos los días. Estos chicos nacieron sindicalmente conmigo, porque soy un formador de dirigentes gremiales. Todos eran “azules” y salieron de acá. Los verdaderos adversarios son los de la Lista Verde, porque siempre fueron nuestros adversarios. Se tendrían que haber dado cuenta (Martínez y Kruger) que cuando me dijeron que se iban, me estaban dando la posibilidad de conformar una nueva camada que es la que me acompaña ahora y está poniendo todas las ganas para que sigamos conduciendo. Me dejaron la enorme posibilidad de elegir lo que quería, de poner en la lista a los que consideraba. Me río de lo que ellos pensaban hace diez meses, porque me dejaron cuadros tremendos que a veces estaban tapados y no los podía llevar porque estaban ellos. Cuando se fueron le dieron lugar a estos muchachos que se van a comer “crudo” al Sindicato, sin duda.

-¿Se sintió traicionado?

-En algunos aspectos sí porque uno forma dirigentes gremiales. Por supuesto que no es ni fue grato que se vayan. Entristece llegar al final de la recta y no verlos o que no estén, pero después se analiza en frío y llena de orgullo saber que se pudo formar algunos cuadros excelentes y superiores a los que había.

-¿Cómo serán los próximos cuatro años?

-De acuerdo a la calidad de los dirigentes de la lista Azul serán más tranquilos. Es difícil y duro aguantar una crisis como la que tenemos, también una interna de dos años como nos tocó, ver que se vayan dirigentes de peso del Sindicato. Las empresas te miraban con desconfianza porque pensaban que se estaban yendo todos. Eso nos hizo más fuertes, más capacitados y por eso hacemos tantos esfuerzos por mejorar la calidad de vida de los compañeros. Quizás si hubiéramos estado todos juntos muchas cosas se podrían haber hecho antes, pero lamentablemente no pudo ser y hoy estamos en esta campaña sucia y dañina porque afecta los intereses del Sindicato. Tuvimos que sufrir las consecuencias de esta interna y de este alejamiento de tanta gente. Lo bueno es que nos dimos cuenta de que había muchos traidores.

-¿Cuál fue su mayor alegría y su mayor tristeza?

-La mayor alegría es que dejamos en la historia del Sindicato, más allá del resultado de las elecciones, la obra social para todos los petroleros de Chubut. Terminamos y ganamos una pelea de 55 años. Desde que se fundó el Sindicato que veníamos dando esa pelea. La tristeza es no haber logrado la unidad.

-¿Tras las elecciones le gustaría sentarse a charlar con los tres adversarios?

-Realmente no. Hablé mucho con ellos, los guié sindicalmente, los presenté ante los principales empresarios, los senté en las mesas de discusión y lo único que hicieron fue recaudar plata para la campaña. Hablar durante diez meses de alguien de la forma que lo hicieron no permite que volvamos a sentarnos en una mesa. No lo creo posible. Estas diferencias de la lista Azul son distintas con la lista Verde, la respeto porque siempre fueron adversarios nuestros. Pero estos chicos que se fueron de nuestra lista son pibes que lamentablemente equivocaron el camino y ahora no tienen vuelta atrás. En nuestra lista el que traiciona no vuelve, pero más que por mí, por la gente. Puedo aceptar que vuelvan algunos de la Verde, pero no de las otras porque son exazules. De las listas de Kruger (Roja y Amarilla) y Martínez (Blanca) con nosotros no vuelve ninguno. Pierden y se van todos a trabajar al yacimiento.