La Iglesia, preocupada por la contaminación y las cárceles
Preocupados por las consecuencias del cambio climático, los obispos de todo el país reunidos en Pilar analizaron en las últimas horas diversas problemáticas ambientales que afectan a la Argentina y debatieron sobre cuestiones como contaminación, minería y fracking. Y en su cuarto de día de deliberaciones, los obispos tratarán hoy -entre otros temas- la “difícil y compleja” situación carcelaria del país.
A la luz de la encícilica del papa Francisco “Laudato Si” sobre el cuidado de la casa común, el centenar de prelados que se encuentra reunido desde el lunes en la casa de retiros El Cenáculo-La Montonera de Pilar escucharon a distintos especialistas sobre la realidad ambiental en la Argentina. En el marco del tercer día de deliberaciones, los obispos recibieron ayer al sacerdote carmelita, investigador del Conicet y la UCA, fray Eduardo Agosta Scarel, quien les dio precisiones sobre las características del calentamiento global, la situación actual y las zonas más afectadas en Argentina y el mundo, según informaron fuentes episcopales.
“El calentamiento global pone en riesgo la supervivencia de muchos biomas, como por ejemplo el de la Amazonia que, con un calentamiento cercano a los 3 grados podría desaparecer, y como su función es el reciclado de la humedad, si no estuviera habría cambios drásticos en el clima, que afectarían a nuestro país”, advirtió el sacerdote.
Por su parte, el obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo, destacó el concepto de “ecología integral” que plantea la “Laudato Si”, en la que Francisco plantea que el cuidado del planeta “se relaciona con la cultura, el trabajo y el hombre”, e hizo referencia a una serie de encuentros sobre el tema de la minería que se realizaron en la región.
A su turno, el obispo de Neuquén, monseñor Virginio Bressanelli, planteó la necesidad de “escuchar las voces mapuches y dar respuestas a las preguntas de índole ético, político humano y social” ante la cuestión del fracking, una técnica de extracción de hidrocarburos, que -para algunos sectores- implica una “técnica contaminante”, mientras que otros dicen que es la “llave para el abastecimiento de hidrocarburos”.
Los obispos también escucharon la exposición de la especialista Lorena Echagüe quien se refirió a la “crisis ambiental, ausencia del Estado y gran vulnerabilidad social” que afecta la zona de la cuenca Matanza-Riachuelo.
“La contaminación en esa zona se da por los basurales a cielo abierto, la contaminación hídrica de los vertidos cloacales e industriales y la contaminación atmosférica por las emisiones gaseosas de las empresas de la cuenca baja”, señaló Echagüe, para quien además “falta una planificación urbana e industrial, como también control y hay una ineficiente política de salud comunitaria y servicios básicos”.
Respecto a la vulnerabilidad social, la especialista explico la “íntima relación que existe entre los pobres y la fragilidad del planeta, la falta de agua potable y de atención de derechos básicos”.
Por otra parte, expuso ante los obispos el diputado provincial Jorge Mancini -representante de los trabajadores del Ceamse-, quien presentó diversas iniciativas de desarrollo económico social a partir de la basura.
En su cuarto de día de deliberaciones, los obispos tratarán hoy -entre otros temas- la “difícil y compleja” situación carcelaria del país, luego de que la semana pasada se constituyera una mesa de diálogo sobre “inclusión social, seguridad y justicia social” entre representantes de la Iglesia y la justicia penal, para explorar respuestas conjuntas a la problemática de las condiciones de detención de los presos y sus posibilidades de reinserción social.
En ese marco, el obispo de Viedma y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Penitenciaria, monseñor Esteban María Laxague, se refirió días atrás a la realidad “difícil y compleja” de las cárceles que pudo conocer durante los últimos años y habló de “una realidad que está muy escondida”, ante la cual “como sociedad hay que poner la mirada en ella para tomar decisiones y ensayar estrategias distintas”.
A la luz de la encícilica del papa Francisco “Laudato Si” sobre el cuidado de la casa común, el centenar de prelados que se encuentra reunido desde el lunes en la casa de retiros El Cenáculo-La Montonera de Pilar escucharon a distintos especialistas sobre la realidad ambiental en la Argentina. En el marco del tercer día de deliberaciones, los obispos recibieron ayer al sacerdote carmelita, investigador del Conicet y la UCA, fray Eduardo Agosta Scarel, quien les dio precisiones sobre las características del calentamiento global, la situación actual y las zonas más afectadas en Argentina y el mundo, según informaron fuentes episcopales.
“El calentamiento global pone en riesgo la supervivencia de muchos biomas, como por ejemplo el de la Amazonia que, con un calentamiento cercano a los 3 grados podría desaparecer, y como su función es el reciclado de la humedad, si no estuviera habría cambios drásticos en el clima, que afectarían a nuestro país”, advirtió el sacerdote.
Por su parte, el obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo, destacó el concepto de “ecología integral” que plantea la “Laudato Si”, en la que Francisco plantea que el cuidado del planeta “se relaciona con la cultura, el trabajo y el hombre”, e hizo referencia a una serie de encuentros sobre el tema de la minería que se realizaron en la región.
A su turno, el obispo de Neuquén, monseñor Virginio Bressanelli, planteó la necesidad de “escuchar las voces mapuches y dar respuestas a las preguntas de índole ético, político humano y social” ante la cuestión del fracking, una técnica de extracción de hidrocarburos, que -para algunos sectores- implica una “técnica contaminante”, mientras que otros dicen que es la “llave para el abastecimiento de hidrocarburos”.
Los obispos también escucharon la exposición de la especialista Lorena Echagüe quien se refirió a la “crisis ambiental, ausencia del Estado y gran vulnerabilidad social” que afecta la zona de la cuenca Matanza-Riachuelo.
“La contaminación en esa zona se da por los basurales a cielo abierto, la contaminación hídrica de los vertidos cloacales e industriales y la contaminación atmosférica por las emisiones gaseosas de las empresas de la cuenca baja”, señaló Echagüe, para quien además “falta una planificación urbana e industrial, como también control y hay una ineficiente política de salud comunitaria y servicios básicos”.
Respecto a la vulnerabilidad social, la especialista explico la “íntima relación que existe entre los pobres y la fragilidad del planeta, la falta de agua potable y de atención de derechos básicos”.
Por otra parte, expuso ante los obispos el diputado provincial Jorge Mancini -representante de los trabajadores del Ceamse-, quien presentó diversas iniciativas de desarrollo económico social a partir de la basura.
En su cuarto de día de deliberaciones, los obispos tratarán hoy -entre otros temas- la “difícil y compleja” situación carcelaria del país, luego de que la semana pasada se constituyera una mesa de diálogo sobre “inclusión social, seguridad y justicia social” entre representantes de la Iglesia y la justicia penal, para explorar respuestas conjuntas a la problemática de las condiciones de detención de los presos y sus posibilidades de reinserción social.
En ese marco, el obispo de Viedma y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Penitenciaria, monseñor Esteban María Laxague, se refirió días atrás a la realidad “difícil y compleja” de las cárceles que pudo conocer durante los últimos años y habló de “una realidad que está muy escondida”, ante la cual “como sociedad hay que poner la mirada en ella para tomar decisiones y ensayar estrategias distintas”.