Rusia se despega de la Corte Penal Internacional

El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó hoy revocar la firma rusa del Estatuto de Roma, la base legal que creó la Corte Penal Internacional (CPI), según la página oficial del Kremlin, una decisión con la que se desliga de ese Tribunal encargado de administrar justicia en nombre de toda la comunidad internacional.

16 NOV 2016 - 13:19 | Actualizado

"La Corte Penal Internacional no ha cumplido con las expectativas y no puede convertirse en un órgano de Justicia verdaderamente independiente y prestigioso", señala un comunicado de la cancillería rusa que precisa que la medida entra en vigor hoy mismo.

El comunicado precisa que Putin ordenó "aceptar la propuesta del Ministerio de Justicia, consensuada con la Cancillería, el Tribunal Supremo, la Fiscalía General y el Comité de Instrucción, para informar al secretario general de la ONU sobre la decisión de Rusia de no formar parte del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional".

El Estatuto de Roma es la base de las actividades de la CPI y Rusia lo firmó en el año 2000, pero no lo ratificó, por cuanto su jurisdicción ya no se extenderá a este país, como tampoco lo hace a Estados Unidos, China, Ucrania, Israel y otros países.

Estados Unidos incluso ha aprobado leyes que prohíben a organismos federales ayudar a este tribunal.

Esta decisión, precisa el comunicado ruso, "implica consecuencias jurídicas previstas por la Convención de Viena sobre los tratados internacionales de 1969", según informó la agencia de noticias EFE.

Rusia argumenta que "en 14 años de funcionamiento, la CPI dictó sólo cuatro sentencias y gastó más de 1.000 millones de dólares", por lo que el tribunal "lamentablemente no ha justificado las esperanzas puestas en él.

Ya en enero de este año, la portavoz de la cancillería rusa, María Zajarova, denunció la parcialidad de la CPI cuando el tribunal autorizó investigar los posibles crímenes de guerra durante el conflicto bélico que enfrentó a Rusia y Georgia en agosto de 2008 en la región secesionista georgiana de Osetia del Sur.

"El ataque del régimen de (el presidente georgiano) Mijail Saakashvili contra la pacífica Tsjinvali (capital de Osetia del Sur), el asesinato de miembros de las fuerzas de paz rusas derivó en acusaciones de la CPI contra las milicias surosetias y los soldados rusos", señaló hoy la cancillería.

Sin embargo, Moscú denunció que al mismo tiempo, "las acciones y órdenes de los cargos públicos georgianos se ha dejado en manos de la Justicia georgiana, fuera del ámbito de la fiscalía de la CPI".

"Esta decisión habla por sí misma. En estas condiciones, difícilmente se puede hablar de confianza en la Corte Penal Internacional", concluyó la cancillería.

Rusia firmó el Estatuto de Roma en el año 2000, pero nunca lo ratificó, como sí hicieron otros 123 Estados, una lista que excluye a Estados Unidos, China e Israel.

Con su decisión de revocar su firma del documento, ningún ciudadano ruso podrá ser juzgado ante el tribunal de La Haya por crímenes de guerra o genocidio a menos que haya una resolución al respecto del Consejo de Seguridad de la ONU, en el que Rusia tiene derecho a veto.

En tanto, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, defendió enérgicamente al Tribunal, luego que Moscú se sumó a Sudáfrica, Burundi y Gambia, que recientemente anunciaron su retiro de la CPI pse a haber firmado y ratificado el Estatuto de Roma.

Estos tres países africanos alegaron que el Tribunal es "parcial y colonial" por juzgar sólo a personas africanas.

"Estoy muy triste por lo que pasa. Los países africanos han sido la médula espinal de esta Corte y su liderazgo, especialmente en los primeros días, fue ejemplar", aseguró Zeid, quien no obstante dijo estar "muy contento ya que muchos países africanos, incluyendo Botswuana, Costa de Marfil, Nigeria, Malawi, Senegal, Tanzania, Zambia y Sierra Leona han manifestado que no se irán".

Namibia y Uganda han expresado también su deseo de dejar el tribunal, camino que podrían seguir Chad y Yibuti, según han dejado entender sus mandatarios.

Zeid recordó que no es la primera vez que la corte tiene que enfrentar graves problemas y advirtió que no será la última.

16 NOV 2016 - 13:19

"La Corte Penal Internacional no ha cumplido con las expectativas y no puede convertirse en un órgano de Justicia verdaderamente independiente y prestigioso", señala un comunicado de la cancillería rusa que precisa que la medida entra en vigor hoy mismo.

El comunicado precisa que Putin ordenó "aceptar la propuesta del Ministerio de Justicia, consensuada con la Cancillería, el Tribunal Supremo, la Fiscalía General y el Comité de Instrucción, para informar al secretario general de la ONU sobre la decisión de Rusia de no formar parte del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional".

El Estatuto de Roma es la base de las actividades de la CPI y Rusia lo firmó en el año 2000, pero no lo ratificó, por cuanto su jurisdicción ya no se extenderá a este país, como tampoco lo hace a Estados Unidos, China, Ucrania, Israel y otros países.

Estados Unidos incluso ha aprobado leyes que prohíben a organismos federales ayudar a este tribunal.

Esta decisión, precisa el comunicado ruso, "implica consecuencias jurídicas previstas por la Convención de Viena sobre los tratados internacionales de 1969", según informó la agencia de noticias EFE.

Rusia argumenta que "en 14 años de funcionamiento, la CPI dictó sólo cuatro sentencias y gastó más de 1.000 millones de dólares", por lo que el tribunal "lamentablemente no ha justificado las esperanzas puestas en él.

Ya en enero de este año, la portavoz de la cancillería rusa, María Zajarova, denunció la parcialidad de la CPI cuando el tribunal autorizó investigar los posibles crímenes de guerra durante el conflicto bélico que enfrentó a Rusia y Georgia en agosto de 2008 en la región secesionista georgiana de Osetia del Sur.

"El ataque del régimen de (el presidente georgiano) Mijail Saakashvili contra la pacífica Tsjinvali (capital de Osetia del Sur), el asesinato de miembros de las fuerzas de paz rusas derivó en acusaciones de la CPI contra las milicias surosetias y los soldados rusos", señaló hoy la cancillería.

Sin embargo, Moscú denunció que al mismo tiempo, "las acciones y órdenes de los cargos públicos georgianos se ha dejado en manos de la Justicia georgiana, fuera del ámbito de la fiscalía de la CPI".

"Esta decisión habla por sí misma. En estas condiciones, difícilmente se puede hablar de confianza en la Corte Penal Internacional", concluyó la cancillería.

Rusia firmó el Estatuto de Roma en el año 2000, pero nunca lo ratificó, como sí hicieron otros 123 Estados, una lista que excluye a Estados Unidos, China e Israel.

Con su decisión de revocar su firma del documento, ningún ciudadano ruso podrá ser juzgado ante el tribunal de La Haya por crímenes de guerra o genocidio a menos que haya una resolución al respecto del Consejo de Seguridad de la ONU, en el que Rusia tiene derecho a veto.

En tanto, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, defendió enérgicamente al Tribunal, luego que Moscú se sumó a Sudáfrica, Burundi y Gambia, que recientemente anunciaron su retiro de la CPI pse a haber firmado y ratificado el Estatuto de Roma.

Estos tres países africanos alegaron que el Tribunal es "parcial y colonial" por juzgar sólo a personas africanas.

"Estoy muy triste por lo que pasa. Los países africanos han sido la médula espinal de esta Corte y su liderazgo, especialmente en los primeros días, fue ejemplar", aseguró Zeid, quien no obstante dijo estar "muy contento ya que muchos países africanos, incluyendo Botswuana, Costa de Marfil, Nigeria, Malawi, Senegal, Tanzania, Zambia y Sierra Leona han manifestado que no se irán".

Namibia y Uganda han expresado también su deseo de dejar el tribunal, camino que podrían seguir Chad y Yibuti, según han dejado entender sus mandatarios.

Zeid recordó que no es la primera vez que la corte tiene que enfrentar graves problemas y advirtió que no será la última.


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