La noticia llega después de que Farage asistiera a una fiesta en su honor en el hotel Ritz, donde se presentó con una pirámide de chocolates Ferrero Rocher, en una referencia humorística a la propuesta de Donald Trump para que el líder del UKIP se convierta en el embajador británico en los EE.UU.
El político antieuropeo es un gran seguidor del presidente electo Donald Trump, quien sugirió en un mensaje en la red Twitter este fin de semana que el líder del Brexit sería un buen embajador en los EE.UU, sugerencia que incomodó al Gobierno de Theresa May, el cual replicó "que no había vacantes" para el puesto.
La recepción fue celebrada por los patrocinadores financieros de la campaña Leave, entre ellos los hermanos Barclay, dueños del Ritz y del conservador diario Telegraph, y el millonario Arron Banks.
Los anfitriones agasajaron al líder del UKIP por haber asegurado el Brexit y por convertirse en uno de los primeros políticos al que que se le concedió una audiencia con el presidente electo Donald Trump.
En la recepción, Farage elogió lo que llamó "la revolución política" que había llevado al Brexit y luego la elección de Trump, que el mismo apoyó antes de su victoria.
Afirmó además que no estaba seguro de lo que iba a ocurrir en el transcurso de los próximos dos años, pero sí sospechaba que "otra gran sacudida sísmica" podría golpear la política británica en las próximas elecciones.
"Sospecho que el Partido Conservador no es apto para el legado del Brexit. Sospecho que va a ser un verdadero reajuste de la política británica en el transcurso de los próximos tres o cuatro años", apuntó el político.
La noticia llega después de que Farage asistiera a una fiesta en su honor en el hotel Ritz, donde se presentó con una pirámide de chocolates Ferrero Rocher, en una referencia humorística a la propuesta de Donald Trump para que el líder del UKIP se convierta en el embajador británico en los EE.UU.
El político antieuropeo es un gran seguidor del presidente electo Donald Trump, quien sugirió en un mensaje en la red Twitter este fin de semana que el líder del Brexit sería un buen embajador en los EE.UU, sugerencia que incomodó al Gobierno de Theresa May, el cual replicó "que no había vacantes" para el puesto.
La recepción fue celebrada por los patrocinadores financieros de la campaña Leave, entre ellos los hermanos Barclay, dueños del Ritz y del conservador diario Telegraph, y el millonario Arron Banks.
Los anfitriones agasajaron al líder del UKIP por haber asegurado el Brexit y por convertirse en uno de los primeros políticos al que que se le concedió una audiencia con el presidente electo Donald Trump.
En la recepción, Farage elogió lo que llamó "la revolución política" que había llevado al Brexit y luego la elección de Trump, que el mismo apoyó antes de su victoria.
Afirmó además que no estaba seguro de lo que iba a ocurrir en el transcurso de los próximos dos años, pero sí sospechaba que "otra gran sacudida sísmica" podría golpear la política británica en las próximas elecciones.
"Sospecho que el Partido Conservador no es apto para el legado del Brexit. Sospecho que va a ser un verdadero reajuste de la política británica en el transcurso de los próximos tres o cuatro años", apuntó el político.