Eligen a una inmigrante sin documentos como la mejor cocinera

La mexicana Cristina Martínez acaba de ingresar a la lista de los mejores cocineros de Estados Unidos, y los platos que sirve en su pequeño restaurante de Filadelfia fueron elegidos como uno de los más sabrosos por la revista gastronómica "Bon Appétit".

Cristina Martínez, cómo los mejores tacos de Philadelphia sirven para luchar por la comunidad mexicana sin papeles.
16 DIC 2016 - 20:18 | Actualizado

Cristina llegó a Estados Unidos en 2006. Lo hizo como lo hacen todos los inmigrantes ilegales que son empujados a conquistar el sueño americano, cruzando el desierto, durmiendo muerta de frío y tomando agua sucia. 

Así llegó a Filadelfia, en Pensilvania, pensando en quedarse sólo un año, juntar dinero suficiente para ayudar a la familia que había quedado en México y regresar a casa cuanto antes, aunque tres años después las cosas volvieron a complicarse, y otra vez tuvo que dejar la región mexicana de Capula y regresar a los Estados Unidos.

Aunque tenía varios años de experiencia como cocinera, oficio que heredó de sus padres, al principio tuvo que conformarse con levantarse de madrugada para vender café y comida a los trabajadores mexicanos que no encontraban un lugar abierto.

Su primer empleo formal lo perdió apenas empezó: fue en un restaurante italiano donde la despidieron por no tener los papeles en regla. 

Entonces surgió el embrión de lo que años después sería el South Philly Barbacoa. Sin un peso, Cristina empezó a vender lo que cocinaba en su pequeño departamento. Cuando pudo conseguir algo de dinero, salió a la calle con un carrito y así empezó a forjar lo que sería su identidad, la comida con sabor a barbacoa. 

Un año y medio atrás, un amigo generoso y enamorado de su comida le ofreció abrir South Philly Barbacoa, un lugar pequeño, repleto de mosaicos mexicanos y que sólo abre los fines de semana. La barbacoa (carne asada), los tacos y el consomé que allí se sirven acaban de ser elegidos como una de las diez comidas más sabrosas del año. Y así, el South Philly quedó sexto en la lista de los mejores nuevos restaurantes.

"Es una bendición para mí y para mi pueblo que nuestra comida haya llegado a todo el mundo y que ahora sirva para contar historias de migrantes como yo", le dijo Cristina a EFE.

Con la llegada de Donald Trump a la presidencia, la situación de la cocinera se complicó. Si el futuro presidente sigue adelante con su política de inmigración, Cristina podría ser deportada ya que entró en forma ilegal. 

No importará que su marido sea norteamericano: sólo podría conseguir la residencia si acepta cerrar el restaurante.

Aunque su futuro es incierto, ella no pierde la esperanza. "Para vivir en paz y feliz no necesitamos un documento, aunque para los ojos del mundo sí -reflexionó-. La vida es libertad y no necesito ese papel para ser feliz. Yo me siento libre porque soy parte de la sociedad y cumplo con ello aportando trabajo y comida".

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16 DIC 2016 - 20:18

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Así llegó a Filadelfia, en Pensilvania, pensando en quedarse sólo un año, juntar dinero suficiente para ayudar a la familia que había quedado en México y regresar a casa cuanto antes, aunque tres años después las cosas volvieron a complicarse, y otra vez tuvo que dejar la región mexicana de Capula y regresar a los Estados Unidos.

Aunque tenía varios años de experiencia como cocinera, oficio que heredó de sus padres, al principio tuvo que conformarse con levantarse de madrugada para vender café y comida a los trabajadores mexicanos que no encontraban un lugar abierto.

Su primer empleo formal lo perdió apenas empezó: fue en un restaurante italiano donde la despidieron por no tener los papeles en regla. 

Entonces surgió el embrión de lo que años después sería el South Philly Barbacoa. Sin un peso, Cristina empezó a vender lo que cocinaba en su pequeño departamento. Cuando pudo conseguir algo de dinero, salió a la calle con un carrito y así empezó a forjar lo que sería su identidad, la comida con sabor a barbacoa. 

Un año y medio atrás, un amigo generoso y enamorado de su comida le ofreció abrir South Philly Barbacoa, un lugar pequeño, repleto de mosaicos mexicanos y que sólo abre los fines de semana. La barbacoa (carne asada), los tacos y el consomé que allí se sirven acaban de ser elegidos como una de las diez comidas más sabrosas del año. Y así, el South Philly quedó sexto en la lista de los mejores nuevos restaurantes.

"Es una bendición para mí y para mi pueblo que nuestra comida haya llegado a todo el mundo y que ahora sirva para contar historias de migrantes como yo", le dijo Cristina a EFE.

Con la llegada de Donald Trump a la presidencia, la situación de la cocinera se complicó. Si el futuro presidente sigue adelante con su política de inmigración, Cristina podría ser deportada ya que entró en forma ilegal. 

No importará que su marido sea norteamericano: sólo podría conseguir la residencia si acepta cerrar el restaurante.

Aunque su futuro es incierto, ella no pierde la esperanza. "Para vivir en paz y feliz no necesitamos un documento, aunque para los ojos del mundo sí -reflexionó-. La vida es libertad y no necesito ese papel para ser feliz. Yo me siento libre porque soy parte de la sociedad y cumplo con ello aportando trabajo y comida".


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