Del Potro cerró "un año soñado"

El tandilense volvió a vencer en un partido exhibición al español David Ferrer y dijo que cerrar el 2016 jugando “en Mar del Plata, tan cerca de Tandil, es celebrar un año soñado”.

"Delpo" alcanzó el puesto número 36, siendo el mejor argentino.
29 DIC 2016 - 2:01 | Actualizado

El tenista Juan Martín del Potro, líder del equipo nacional que ganó por primera vez para el país la Copa Davis, derrotó anoche 6-4 y 7-5 al español David Ferrer, en una exhibición emotiva en Mar del Plata que sirvió para confirmar su romance con el público argentino y para exorcizar para siempre los recuerdos de la final perdida en ese mismo escenario en 2008.

Del Potro, de 28 años, se impuso por segunda noche consecutiva al ex número 3 del mundo y se quedó con la Copa Peugeot, en un encuentro de buen tenis con una sensación térmica superior a 30 grados en el Polideportivo Islas Malvinas, donde más de 5.000 espectadores disfrutaron el cierre de un año de fantasía para el tandilense.

La exhibición comenzó puntual con unas palabras de Ferrer, quien lució una chomba fucsia y agradeció el calor del público argentino: “Siempre que vengo tengo el cariño de la gente. Creo que es el segundo país donde mejor me tratan”.

Luego fue el turno del video -ya viral- que repasa la lucha del tandilense para recuperarse de sus lesiones, y también hubo espacio para que el propio jugador admitiera que disputar su último partido de 2016 tan cerca de Tandil era “celebrar un año soñado”.

Cuando los dos jugadores salieron a la cancha, quedó claro que pese a tratarse de un amistoso, sería una noche de buenos golpes y puntos largos entre dos ex top ten que se conocen mucho.

El argentino se mostró sonriente desde el primer game, en el que logró quebrar el servicio del español, y luego pudo mantener su saque hasta el 6-4 en un set inicial que incluyó algunas faltas dobles y varias “gran willy” sin éxito de parte del español.

El público festejó cada punto de Delpo, quien dejó en claro que la potencia de su brazo izquierdo no entiende de juegos informales, como ya había demostrado la noche previa, en el primer cruce de este doble desafío, en el que derrotó a Ferrer 7-6 (7-2) y 6-3 en Tortuguitas.

Pero el match era al fin y al cabo una exhibición, y Del Potro y Ferrer se permitieron romper el protocolo: en medio del noveno game cedieron sus raquetas a dos ballboys, que pelotearon un rato ovacionados por el estadio mientras el tandilense se sacaba selfies con algunos plateistas.

Durante el segundo set, cuando los espectadores estrujaban los programas de la copa para abanicarse por el calor intenso y los más osados hacían la ola en las tribunas, ambos lograron defender su servicio hasta el 5-5, cuando el tandilense logró quebrar.

Poco antes de la medianoche, Del Potro decretó con un saque demoledor el fin del set 7-5, y también el cierre del partido, para que el estadio se viniera abajo.

Durante la entrega de premios, el argentino dejó en claro su intención de cara al año que viene: "Ojalá pueda darle batalla a los primeros del ranking".

Con estos dos triunfos y su reencuentro con el público argentino, Del Potro cerró un año en el que volvió al pico de su rendimiento deportivo, luego de haber superado una tercera operación en la muñeca izquierda.

El tandilense, que comenzó 2016 con la posibilidad del retiro de las canchas como una amenaza real, apiló doce meses de vértigo en los que trepó mas de mil puestos en el ranking, logró la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, luego de una final memorable ante Andy Murray, y en los que el equipo argentino pudo romper el maleficio de la Davis luego de cuatro finales perdidas.

El cruce de anoche en el Polideportivo en Mar del Plata, escenario de la dolorosa caída ante España en la final de la Davis de noviembre de 2008 a la que el equipo nacional llegó como favorito por la lesión de Rafael Nadal, sirvió además para amplificar aún más el valor de la Ensaladera de Plata obtenida hace un mes en Croacia.

En cada ovación de un público que no se privó del clásico “Olé, olé, olé, Delpo, Delpo” quedaba claro el reconocimiento al hombre que comandó la hazaña de la Davis desde la remontada por el cuarto punto en Zagreb.

Además de permitirle sentirse nuevamente en casa, esta doble exhibición le servirá al flamante ganador del premio Olimpia de Oro para definir el calendario 2017, que difícilmente lo tenga entre los integrantes del equipo que enfrentará a Italia en la ronda inicial del Grupo Mundial de Copa Davis entre el 3 y el 5 de febrero en Parque Sarmiento.

Del Potro aún no diagramó su calendario, aunque ya decidió que no jugará en el ATP de Auckland (que hubiera sido el primera para él desde el 7 de enero último) y luego en el abierto de Australia, primer Grand Slam del año, porque priorizará la recuperación y la preparación para una temporada larga.

En el horizonte de Delpo aparece el festejo del Año Nuevo en Tandil junto a su familia, y luego de una pretemporada exigente, el arranque de su calendario competitivo tendrá como objetivos centrales los torneos de Delray Beach, Acapulco y los Masters 1000 de Indian Wells y Miami, todos sobre superficies rápidas.

“Me conformaba con jugar al tenis nuevamente y me encontré con situaciones históricas. Hoy puedo celebrar las cosas más lindas que me están pasando en mi carrera”, dijo el líder del equipo nacional que conquistó en Croacia la Copa Davis, antes de enfrentar a Ferrer por el segundo desafío de la Copa Peugeot, en el Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata.

Mientras era ovacionado por las 5.000 personas que se acercaron en una noche calurosa hasta el estadio donde Argentina cayó en 2008 contra España por la final de la Davis, Del Potro dijo que “terminar el año trayendo a casa la Copa que durante tantos años nos esquivó es un alivio grande”.

“La Davis es lo que nos deja dormir tranquilos”, destacó, tal como había hecho anoche en el primer cruce de esta exhibición, el actual número 38 del mundo, quien admitió que si a principios de 2016 le hubieran pronosticado un año como el que tuvo, hubiera dicho “que estaban todos locos”.

Enterate de las noticias de DEPORTES a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
"Delpo" alcanzó el puesto número 36, siendo el mejor argentino.
29 DIC 2016 - 2:01

El tenista Juan Martín del Potro, líder del equipo nacional que ganó por primera vez para el país la Copa Davis, derrotó anoche 6-4 y 7-5 al español David Ferrer, en una exhibición emotiva en Mar del Plata que sirvió para confirmar su romance con el público argentino y para exorcizar para siempre los recuerdos de la final perdida en ese mismo escenario en 2008.

Del Potro, de 28 años, se impuso por segunda noche consecutiva al ex número 3 del mundo y se quedó con la Copa Peugeot, en un encuentro de buen tenis con una sensación térmica superior a 30 grados en el Polideportivo Islas Malvinas, donde más de 5.000 espectadores disfrutaron el cierre de un año de fantasía para el tandilense.

La exhibición comenzó puntual con unas palabras de Ferrer, quien lució una chomba fucsia y agradeció el calor del público argentino: “Siempre que vengo tengo el cariño de la gente. Creo que es el segundo país donde mejor me tratan”.

Luego fue el turno del video -ya viral- que repasa la lucha del tandilense para recuperarse de sus lesiones, y también hubo espacio para que el propio jugador admitiera que disputar su último partido de 2016 tan cerca de Tandil era “celebrar un año soñado”.

Cuando los dos jugadores salieron a la cancha, quedó claro que pese a tratarse de un amistoso, sería una noche de buenos golpes y puntos largos entre dos ex top ten que se conocen mucho.

El argentino se mostró sonriente desde el primer game, en el que logró quebrar el servicio del español, y luego pudo mantener su saque hasta el 6-4 en un set inicial que incluyó algunas faltas dobles y varias “gran willy” sin éxito de parte del español.

El público festejó cada punto de Delpo, quien dejó en claro que la potencia de su brazo izquierdo no entiende de juegos informales, como ya había demostrado la noche previa, en el primer cruce de este doble desafío, en el que derrotó a Ferrer 7-6 (7-2) y 6-3 en Tortuguitas.

Pero el match era al fin y al cabo una exhibición, y Del Potro y Ferrer se permitieron romper el protocolo: en medio del noveno game cedieron sus raquetas a dos ballboys, que pelotearon un rato ovacionados por el estadio mientras el tandilense se sacaba selfies con algunos plateistas.

Durante el segundo set, cuando los espectadores estrujaban los programas de la copa para abanicarse por el calor intenso y los más osados hacían la ola en las tribunas, ambos lograron defender su servicio hasta el 5-5, cuando el tandilense logró quebrar.

Poco antes de la medianoche, Del Potro decretó con un saque demoledor el fin del set 7-5, y también el cierre del partido, para que el estadio se viniera abajo.

Durante la entrega de premios, el argentino dejó en claro su intención de cara al año que viene: "Ojalá pueda darle batalla a los primeros del ranking".

Con estos dos triunfos y su reencuentro con el público argentino, Del Potro cerró un año en el que volvió al pico de su rendimiento deportivo, luego de haber superado una tercera operación en la muñeca izquierda.

El tandilense, que comenzó 2016 con la posibilidad del retiro de las canchas como una amenaza real, apiló doce meses de vértigo en los que trepó mas de mil puestos en el ranking, logró la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, luego de una final memorable ante Andy Murray, y en los que el equipo argentino pudo romper el maleficio de la Davis luego de cuatro finales perdidas.

El cruce de anoche en el Polideportivo en Mar del Plata, escenario de la dolorosa caída ante España en la final de la Davis de noviembre de 2008 a la que el equipo nacional llegó como favorito por la lesión de Rafael Nadal, sirvió además para amplificar aún más el valor de la Ensaladera de Plata obtenida hace un mes en Croacia.

En cada ovación de un público que no se privó del clásico “Olé, olé, olé, Delpo, Delpo” quedaba claro el reconocimiento al hombre que comandó la hazaña de la Davis desde la remontada por el cuarto punto en Zagreb.

Además de permitirle sentirse nuevamente en casa, esta doble exhibición le servirá al flamante ganador del premio Olimpia de Oro para definir el calendario 2017, que difícilmente lo tenga entre los integrantes del equipo que enfrentará a Italia en la ronda inicial del Grupo Mundial de Copa Davis entre el 3 y el 5 de febrero en Parque Sarmiento.

Del Potro aún no diagramó su calendario, aunque ya decidió que no jugará en el ATP de Auckland (que hubiera sido el primera para él desde el 7 de enero último) y luego en el abierto de Australia, primer Grand Slam del año, porque priorizará la recuperación y la preparación para una temporada larga.

En el horizonte de Delpo aparece el festejo del Año Nuevo en Tandil junto a su familia, y luego de una pretemporada exigente, el arranque de su calendario competitivo tendrá como objetivos centrales los torneos de Delray Beach, Acapulco y los Masters 1000 de Indian Wells y Miami, todos sobre superficies rápidas.

“Me conformaba con jugar al tenis nuevamente y me encontré con situaciones históricas. Hoy puedo celebrar las cosas más lindas que me están pasando en mi carrera”, dijo el líder del equipo nacional que conquistó en Croacia la Copa Davis, antes de enfrentar a Ferrer por el segundo desafío de la Copa Peugeot, en el Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata.

Mientras era ovacionado por las 5.000 personas que se acercaron en una noche calurosa hasta el estadio donde Argentina cayó en 2008 contra España por la final de la Davis, Del Potro dijo que “terminar el año trayendo a casa la Copa que durante tantos años nos esquivó es un alivio grande”.

“La Davis es lo que nos deja dormir tranquilos”, destacó, tal como había hecho anoche en el primer cruce de esta exhibición, el actual número 38 del mundo, quien admitió que si a principios de 2016 le hubieran pronosticado un año como el que tuvo, hubiera dicho “que estaban todos locos”.


NOTICIAS RELACIONADAS