PJ: la Celeste y Blanca expresó su posición sobre la crisis con los mapuches

La agrupación del Partido Justicialista repudió todo los actos de violencia. Leé el texto completo.

13 ENE 2017 - 18:52 | Actualizado

Los integrantes de la Corriente Celeste y Blanca entendemos necesario expresarnos con relación a los acontecimientos que se han suscitado en los últimos días en la zona de la cordillera chubutense protagonizados por grupos que reivindican su pertenencia al Pueblo Mapuche, las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales, jueces provinciales y el juez federal titular del juzgado con asiento en la ciudad de Esquel.
 
Repudiamos todos los actos de violencia. Tanto los atentados que se adjudican grupos que dicen poseer la representación del Pueblo Mapuche, como el denominado RAM, al igual que los llevados a cabo por las fuerzas de seguridad. Sin embargo, consideramos no deben ser justipreciados en pie de igualdad. La violencia estatal debe ser especialmente combatida. El monopolio legal de la fuerza debe ser ejercido de forma racional, proporcional y luego de agotar todo mecanismo posible para la solución pacífica de un conflicto.  Allí encuentran responsabilidades tanto los magistrados que han ordenados operativos como de la conducción política bajo la cual se desempeñan las fuerzas de seguridad.
 
No todos los grupos que se auto adjudican representación del pueblo mapuche son iguales, tampoco lo son los actos desplegados en reivindicación de los derechos de esos pueblos. Las agresiones sufridas por productores cordilleranos o el corte de las vías del expreso La Trochita no pueden ser justificarse o ampararse en el reclamo de tierras o el acceso a Lago Escondido, dos cuestiones que se vinculan con capitales internacionales de la Compañía Benetton.
 
El derecho humano al trato digno debe ser garantizado por los Estados Provincial y Nacional. También deben garantizar el acceso a la tierra y hacer efectivos los derechos que las Constituciones Nacional y Provincial reconoce a los Pueblos Originarios. Por su parte, los reclamantes deben primero tener en claro que no se puede generar una guerra entre patagónicos mediante atentados que afectan a otros pobladores, que pueden no ser originarios, pero merecen que se respeten sus derechos.
 
Estas situaciones de violencia son consecuencia de no atender en forma adecuada conflictos que vienen de muy larga data. "Primero la patria" implica decir no a movimientos de orden cesionista que afectan los derechos de nuestros compatriotas en general y de los patagónicos particularmente, pero también evitar una extranjerización descomunal de la tierra (principalmente en zonas de frontera y con afectación de recursos hídricos) y reclamar que se respeten todos los derechos de todos los argentinos, respetando y valorando las diferencias.
 
Finalmente, consecuentes con las apreciaciones apuntadas, entendemos absolutamente necesario extremar todos los mecanismos institucionales y políticos en la búsqueda de soluciones justas, sensatas y equitativas que reconozcan los históricos derechos de los Pueblos Originarios, pero que fundamentalmente prioricen la Soberanía y la unidad nacional.
 
 

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13 ENE 2017 - 18:52

Los integrantes de la Corriente Celeste y Blanca entendemos necesario expresarnos con relación a los acontecimientos que se han suscitado en los últimos días en la zona de la cordillera chubutense protagonizados por grupos que reivindican su pertenencia al Pueblo Mapuche, las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales, jueces provinciales y el juez federal titular del juzgado con asiento en la ciudad de Esquel.
 
Repudiamos todos los actos de violencia. Tanto los atentados que se adjudican grupos que dicen poseer la representación del Pueblo Mapuche, como el denominado RAM, al igual que los llevados a cabo por las fuerzas de seguridad. Sin embargo, consideramos no deben ser justipreciados en pie de igualdad. La violencia estatal debe ser especialmente combatida. El monopolio legal de la fuerza debe ser ejercido de forma racional, proporcional y luego de agotar todo mecanismo posible para la solución pacífica de un conflicto.  Allí encuentran responsabilidades tanto los magistrados que han ordenados operativos como de la conducción política bajo la cual se desempeñan las fuerzas de seguridad.
 
No todos los grupos que se auto adjudican representación del pueblo mapuche son iguales, tampoco lo son los actos desplegados en reivindicación de los derechos de esos pueblos. Las agresiones sufridas por productores cordilleranos o el corte de las vías del expreso La Trochita no pueden ser justificarse o ampararse en el reclamo de tierras o el acceso a Lago Escondido, dos cuestiones que se vinculan con capitales internacionales de la Compañía Benetton.
 
El derecho humano al trato digno debe ser garantizado por los Estados Provincial y Nacional. También deben garantizar el acceso a la tierra y hacer efectivos los derechos que las Constituciones Nacional y Provincial reconoce a los Pueblos Originarios. Por su parte, los reclamantes deben primero tener en claro que no se puede generar una guerra entre patagónicos mediante atentados que afectan a otros pobladores, que pueden no ser originarios, pero merecen que se respeten sus derechos.
 
Estas situaciones de violencia son consecuencia de no atender en forma adecuada conflictos que vienen de muy larga data. "Primero la patria" implica decir no a movimientos de orden cesionista que afectan los derechos de nuestros compatriotas en general y de los patagónicos particularmente, pero también evitar una extranjerización descomunal de la tierra (principalmente en zonas de frontera y con afectación de recursos hídricos) y reclamar que se respeten todos los derechos de todos los argentinos, respetando y valorando las diferencias.
 
Finalmente, consecuentes con las apreciaciones apuntadas, entendemos absolutamente necesario extremar todos los mecanismos institucionales y políticos en la búsqueda de soluciones justas, sensatas y equitativas que reconozcan los históricos derechos de los Pueblos Originarios, pero que fundamentalmente prioricen la Soberanía y la unidad nacional.
 
 


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