Alud de nieve en Italia: no hallaron más sobrevivientes en el hotel

Las operaciones de búsqueda y rescate continuaron durante toda la noche en torno al hotel sepultado por una avalancha el miércoles en el centro de Italia, sin que por el momento se haya informado del rescate de nuevos sobrevivientes.

22 ENE 2017 - 13:06 | Actualizado

Hasta ahora once personas han sobrevivido -nueve de ellas rescatadas tras quedar atrapadas-, se han recuperado cinco cadáveres y permanecen desaparecidas veintitrés, de acuerdo a los datos proporcionados por la delegación del Gobierno en Pescara (centro) a la agencia Efe.

En torno al hotel de la tragedia, situado en plena cordillera de los Apeninos, continuaron hoy trabajando sin descanso y en condiciones extremas más de cien operarios, entre bomberos, militares, miembros de Cruz Roja y del Auxilio Alpino.

Lo hacen con la esperanza de que alguna de las 23 personas que siguen desaparecidas haya logrado sobrevivir en alguna oquedad entre las ruinas como lo hicieron los que consiguieron salvar la vida.

Por ello los socorristas sondean el terreno con perros adiestrados y herramientas tecnológicas en busca de ruidos o señales bajo los metros de nieve en los que quedó sepultado el hotel.

El responsable del Servicio de Prevención y Protección de los bomberos, Fabio Jerman, dijo en declaraciones a SkyTG24 que "la experiencia demuestra que puede haber esperanzas de vida" tras cuatro días.

Los rescatistas proceden con cautela por temor a que las ruinas del hotel se hundan o que se desencadenen nuevas avalanchas en esta zona montañosa.

Los nueve supervivientes del hotel sepultado por un alud en Italia - tres mujeres, cuatro hombres y cuatro niños- lograron salvarse tras permanecer días aislados en cuatro "células de supervivencia", oquedades en las que tuvieron acceso al agua, gracias casi siempre al hielo derretido.

Es el caso de Francesca Bronzi, quien pasó 58 horas a oscuras, sola y que cree que "lo peor fue la sed", que logró aplacar "con hielo y nieve sucia", según recoge hoy "La Repubblica".

El alud la sorprendió sentada en un sofá que tras el impacto volcó completamente y le sirvió de escudo ante los escombros que se desprendían del techo: "se había hundido todo, tenía una viga sobre la cabeza y no podía alzarme", señaló a dicho medio.

En la segunda célula estaban Adriana Vranceanu, de 43 años, y su hijo mayor, Gianfilippo Parete, cuyo marido y padre, Giampiero, salió ileso al encontrarse fuera del hotel, logrando dar la voz de alarma.

Fueron los primeros en ser rescatados entre los aplausos de los socorristas y, según relató la madre, durante el tiempo que pasó encerrada tuvo acceso a una botella de agua de medio litro que encontró en su bolso.

En una habitación adyacente se encontraba la tercera "célula", en la que se encontraba su hija de 6 años, Ludovica, acompañada por otros dos niños: Samuel di Michelangelo, de 9 años, y el mayor de todos, Edoardo di Carlo, de 10 años.

En el momento del alud se encontraban en la sala del billar y en este espacio pasaron las horas a la espera de auxilio, echando mano a unas botellas de agua y a un tarro de "Nutella".

En el último y cuarto espacio, el más grande, se encontraban juntos la pareja Giorgia Galassi y Vincenzo Forti y el repostero romano Giampaolo Matrone.

Galassi, de 22 años, rememoró sus casi 60 horas encerrada sin comida: "la única cosa que ingerimos fue el hielo que teníamos a nuestro alrededor. Hemos podido beber mucho y esa ha sido nuestra fuerza", afirmó a "Il Corriere della Sera".

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22 ENE 2017 - 13:06

Hasta ahora once personas han sobrevivido -nueve de ellas rescatadas tras quedar atrapadas-, se han recuperado cinco cadáveres y permanecen desaparecidas veintitrés, de acuerdo a los datos proporcionados por la delegación del Gobierno en Pescara (centro) a la agencia Efe.

En torno al hotel de la tragedia, situado en plena cordillera de los Apeninos, continuaron hoy trabajando sin descanso y en condiciones extremas más de cien operarios, entre bomberos, militares, miembros de Cruz Roja y del Auxilio Alpino.

Lo hacen con la esperanza de que alguna de las 23 personas que siguen desaparecidas haya logrado sobrevivir en alguna oquedad entre las ruinas como lo hicieron los que consiguieron salvar la vida.

Por ello los socorristas sondean el terreno con perros adiestrados y herramientas tecnológicas en busca de ruidos o señales bajo los metros de nieve en los que quedó sepultado el hotel.

El responsable del Servicio de Prevención y Protección de los bomberos, Fabio Jerman, dijo en declaraciones a SkyTG24 que "la experiencia demuestra que puede haber esperanzas de vida" tras cuatro días.

Los rescatistas proceden con cautela por temor a que las ruinas del hotel se hundan o que se desencadenen nuevas avalanchas en esta zona montañosa.

Los nueve supervivientes del hotel sepultado por un alud en Italia - tres mujeres, cuatro hombres y cuatro niños- lograron salvarse tras permanecer días aislados en cuatro "células de supervivencia", oquedades en las que tuvieron acceso al agua, gracias casi siempre al hielo derretido.

Es el caso de Francesca Bronzi, quien pasó 58 horas a oscuras, sola y que cree que "lo peor fue la sed", que logró aplacar "con hielo y nieve sucia", según recoge hoy "La Repubblica".

El alud la sorprendió sentada en un sofá que tras el impacto volcó completamente y le sirvió de escudo ante los escombros que se desprendían del techo: "se había hundido todo, tenía una viga sobre la cabeza y no podía alzarme", señaló a dicho medio.

En la segunda célula estaban Adriana Vranceanu, de 43 años, y su hijo mayor, Gianfilippo Parete, cuyo marido y padre, Giampiero, salió ileso al encontrarse fuera del hotel, logrando dar la voz de alarma.

Fueron los primeros en ser rescatados entre los aplausos de los socorristas y, según relató la madre, durante el tiempo que pasó encerrada tuvo acceso a una botella de agua de medio litro que encontró en su bolso.

En una habitación adyacente se encontraba la tercera "célula", en la que se encontraba su hija de 6 años, Ludovica, acompañada por otros dos niños: Samuel di Michelangelo, de 9 años, y el mayor de todos, Edoardo di Carlo, de 10 años.

En el momento del alud se encontraban en la sala del billar y en este espacio pasaron las horas a la espera de auxilio, echando mano a unas botellas de agua y a un tarro de "Nutella".

En el último y cuarto espacio, el más grande, se encontraban juntos la pareja Giorgia Galassi y Vincenzo Forti y el repostero romano Giampaolo Matrone.

Galassi, de 22 años, rememoró sus casi 60 horas encerrada sin comida: "la única cosa que ingerimos fue el hielo que teníamos a nuestro alrededor. Hemos podido beber mucho y esa ha sido nuestra fuerza", afirmó a "Il Corriere della Sera".


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