Atacaron a balazos una mezquita en Quebec, Canadá

Fue provocado por dos agresores. Dejó un saldo de seis muertos y 8 heridos. Las autoridades hablan de "un atentado terrorista" y que el gobierno EEUU aprovechó para justificar los polémicos vetos a refugiados y musulmanes en su país.

30 ENE 2017 - 14:48 | Actualizado

La policía detuvo a los dos presuntos autores del ataque contra unos 50 fieles que rezaban en el Centro Cultural Islámico, ubicado en el barrio de Sainte-Foy, dijo la vocera policial Christine Coulombe, que no identificó a los sospechosos y que dijo que aún no estaban claras sus motivaciones.

El atentado llegó luego de que el propio Trudeau renovara su promesa de abrir las puertas de Canadá a los refugiados y musulmanes después de que el polémico decreto del presidente estadounidense, Donald Trump, de veda inmigratoria parcial, del viernes pasado, desatara caos en aeropuertos e indignación en el mundo.

"Al millón de musulmanes canadienses: Esta es su casa", afirmó hoy el primer ministro en una intervención ante la Cámara de los Comunes, en Ottawa, y recalcó que las víctimas del ataque "son nuestros hermanos, tíos, amigos y miembros de nuestras comunidades".

El atentado contra la mezquita de Québec provocó reacciones de rechazo en todo el mundo, y Trump llamó hoy a Trudeau para expresarle sus condolencias y ofrecerle la ayuda que pueda necesitar de su país respecto a este asunto, informaron la Oficina del Primer Ministro y la Casa Blanca.

Anteriormente, uno de los hijos del mandatario estadounidense, Donald Trump Junior, había calificado en un mensaje de Twitter al primer ministro canadiense de "líder fallido", en polémicas palabras que parecieron un intento de justificar los polémicos vetos a refugiados y musulmanes adoptados por su padre en su país.

"El líder fallido de Canadá, Justin Trudeau, está llevándolos por el mismo camino que nosotros empezamos hace 8 años. Rezos para Canadá", señaló.

El hijo de Trump acompañó su tuit con dos capturas de pantalla de dos mensajes de Twitter anteriores: uno de ayer de Trudeau, en el que confirmaba que Canadá seguirá recibiendo refugiados, y otro enviado hoy por el primer ministro lamentando el ataque contra la mezquita.

Autoridades habían adelantado en un principio que los dos detenidos iban a comparecer hoy ante un juez de Québec, aunque la Policía quebequesa precisó después que sólo uno de los arrestados está considerado sospechoso en el caso y el otro es un testigo.

La televisión canadiense identificó a los individuos como Mohamed Khadir y Alexandre Bissonnette, si bien se desconoce quién es el sospechoso y quién el testigo, informó la agencia de noticias EFE.

Fuentes próximas a la investigación aseguraron a Radio Canadá que se trata de dos estudiantes, uno de ellos marroquí, de la Universidad Laval, un centro de estudios cercano a la mezquita donde se produjo el ataque y en el que estudian muchos jóvenes procedentes del norte de África y de otros países árabes.

Se desconocía por qué las autoridades se apresuraron a calificar de "terrorista" el ataque sin haber dado más explicaciones sobre los autores o posibles móviles.

Según medios de prensa, el ataque se llevó a cabo con fusiles de asalto AK-49, extremo que tampoco ha sido confirmado oficialmente.

El superintendente de la Policía Montada de Canadá, Martin Plante, justificó este silencio informativo sobre la identidad, motivos u origen de los dos sospechosos en que "hay procesos legales" en marcha que impiden "hacer comentarios".

El único dato que la Policía Montada de Canadá y la Policía de Québec confirmaron hoy durante una rueda de prensa es que los dos detenidos son jóvenes de entre 20 y 30 años que no estaban bajo el radar de las autoridades por su posible vinculación con el extremismo.

Existe el temor de que la cifra de muertos por el ataque pueda aumentar, después de que las autoridades hospitalarias informaran hoy de que cinco de los ocho heridos en el ataque estaban en estado crítico.

La mezquita del Centro Cultural Islámico de Québec había sido objeto anteriormente de amenazas, actos de vandalismo y ataques, y en junio unos desconocidos dejaron en su puerta principal una cabeza de cerdo junto a una nota que decía: "Bonne appetit", en alusión a la prohibición en el islam de consumir cerdo.

La policía dijo que la investigación apenas empieza y que, aunque no quiere comentar la posibilidad de que haya más personas relacionadas con el ataque, cree que "la amenaza está bajo control".

Añadió que se ha aumentado la presencia policial en las mezquitas de la provincia de Québec y en la cercana Universidad de Laval.

El ataque se inició poco antes de las 20.00 hora local del domingo, cuando varias decenas de personas se encontraban reunidas en la mezquita.

Tras recibir las primeras informaciones sobre el tiroteo, la policía desplazó varios vehículos de patrulla a la mezquita y poco después el gobierno de Québec desplegó fuerzas policiales "contra el terrorismo" y se redobló la vigilancia en otras ciudades.

El atentado recibió la condena mundial. 

Al deplorar lo que llamó "ataque odioso", el presidente francés, Francois Hollande, dijo que "lo que los terroristas querían golpear es el espíritu de paz y apertura de la gente de Québec".

Desde Alemania, el ministro de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel, sostuvo que el ataque tenía como objetivo "el corazón de una nación conocida por su tolerancia religiosa y diversidad", mientras que el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, también envió sus condolencias.

Desde Arabia Saudita, en tanto, la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) expresó hoy su total rechazo al ataque "cobarde", y también Egipto y Túnez difundieron comunicados expresando su total rechazo y condena de este acto, según recogieron las agencias de noticias estatales de ambos países.

30 ENE 2017 - 14:48

La policía detuvo a los dos presuntos autores del ataque contra unos 50 fieles que rezaban en el Centro Cultural Islámico, ubicado en el barrio de Sainte-Foy, dijo la vocera policial Christine Coulombe, que no identificó a los sospechosos y que dijo que aún no estaban claras sus motivaciones.

El atentado llegó luego de que el propio Trudeau renovara su promesa de abrir las puertas de Canadá a los refugiados y musulmanes después de que el polémico decreto del presidente estadounidense, Donald Trump, de veda inmigratoria parcial, del viernes pasado, desatara caos en aeropuertos e indignación en el mundo.

"Al millón de musulmanes canadienses: Esta es su casa", afirmó hoy el primer ministro en una intervención ante la Cámara de los Comunes, en Ottawa, y recalcó que las víctimas del ataque "son nuestros hermanos, tíos, amigos y miembros de nuestras comunidades".

El atentado contra la mezquita de Québec provocó reacciones de rechazo en todo el mundo, y Trump llamó hoy a Trudeau para expresarle sus condolencias y ofrecerle la ayuda que pueda necesitar de su país respecto a este asunto, informaron la Oficina del Primer Ministro y la Casa Blanca.

Anteriormente, uno de los hijos del mandatario estadounidense, Donald Trump Junior, había calificado en un mensaje de Twitter al primer ministro canadiense de "líder fallido", en polémicas palabras que parecieron un intento de justificar los polémicos vetos a refugiados y musulmanes adoptados por su padre en su país.

"El líder fallido de Canadá, Justin Trudeau, está llevándolos por el mismo camino que nosotros empezamos hace 8 años. Rezos para Canadá", señaló.

El hijo de Trump acompañó su tuit con dos capturas de pantalla de dos mensajes de Twitter anteriores: uno de ayer de Trudeau, en el que confirmaba que Canadá seguirá recibiendo refugiados, y otro enviado hoy por el primer ministro lamentando el ataque contra la mezquita.

Autoridades habían adelantado en un principio que los dos detenidos iban a comparecer hoy ante un juez de Québec, aunque la Policía quebequesa precisó después que sólo uno de los arrestados está considerado sospechoso en el caso y el otro es un testigo.

La televisión canadiense identificó a los individuos como Mohamed Khadir y Alexandre Bissonnette, si bien se desconoce quién es el sospechoso y quién el testigo, informó la agencia de noticias EFE.

Fuentes próximas a la investigación aseguraron a Radio Canadá que se trata de dos estudiantes, uno de ellos marroquí, de la Universidad Laval, un centro de estudios cercano a la mezquita donde se produjo el ataque y en el que estudian muchos jóvenes procedentes del norte de África y de otros países árabes.

Se desconocía por qué las autoridades se apresuraron a calificar de "terrorista" el ataque sin haber dado más explicaciones sobre los autores o posibles móviles.

Según medios de prensa, el ataque se llevó a cabo con fusiles de asalto AK-49, extremo que tampoco ha sido confirmado oficialmente.

El superintendente de la Policía Montada de Canadá, Martin Plante, justificó este silencio informativo sobre la identidad, motivos u origen de los dos sospechosos en que "hay procesos legales" en marcha que impiden "hacer comentarios".

El único dato que la Policía Montada de Canadá y la Policía de Québec confirmaron hoy durante una rueda de prensa es que los dos detenidos son jóvenes de entre 20 y 30 años que no estaban bajo el radar de las autoridades por su posible vinculación con el extremismo.

Existe el temor de que la cifra de muertos por el ataque pueda aumentar, después de que las autoridades hospitalarias informaran hoy de que cinco de los ocho heridos en el ataque estaban en estado crítico.

La mezquita del Centro Cultural Islámico de Québec había sido objeto anteriormente de amenazas, actos de vandalismo y ataques, y en junio unos desconocidos dejaron en su puerta principal una cabeza de cerdo junto a una nota que decía: "Bonne appetit", en alusión a la prohibición en el islam de consumir cerdo.

La policía dijo que la investigación apenas empieza y que, aunque no quiere comentar la posibilidad de que haya más personas relacionadas con el ataque, cree que "la amenaza está bajo control".

Añadió que se ha aumentado la presencia policial en las mezquitas de la provincia de Québec y en la cercana Universidad de Laval.

El ataque se inició poco antes de las 20.00 hora local del domingo, cuando varias decenas de personas se encontraban reunidas en la mezquita.

Tras recibir las primeras informaciones sobre el tiroteo, la policía desplazó varios vehículos de patrulla a la mezquita y poco después el gobierno de Québec desplegó fuerzas policiales "contra el terrorismo" y se redobló la vigilancia en otras ciudades.

El atentado recibió la condena mundial. 

Al deplorar lo que llamó "ataque odioso", el presidente francés, Francois Hollande, dijo que "lo que los terroristas querían golpear es el espíritu de paz y apertura de la gente de Québec".

Desde Alemania, el ministro de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel, sostuvo que el ataque tenía como objetivo "el corazón de una nación conocida por su tolerancia religiosa y diversidad", mientras que el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, también envió sus condolencias.

Desde Arabia Saudita, en tanto, la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) expresó hoy su total rechazo al ataque "cobarde", y también Egipto y Túnez difundieron comunicados expresando su total rechazo y condena de este acto, según recogieron las agencias de noticias estatales de ambos países.


NOTICIAS RELACIONADAS