Editorial / Hay que pegarle al chancho para que aparezca el dueño

Servicoop y el futuro del servicio de sepelios.

23 FEB 2017 - 22:21 | Actualizado

A pesar de las declaraciones públicas realizadas por un miembro de la Comisión Directiva de Servicoop, la posibilidad de que la entidad rescinda el contrato con CEMAD por el servicio de sepelios quedó estancada a partir del posicionamiento de algunos miembros del Consejo de Administración que ahora plantean ciertos temores por la posibilidad de que haya que pagar supuestos juicios millonarios a la empresa que se quedaría sin el servicio.
La noticia de la rescisión había sido recibida con entusiasmo por los socios de la Cooperativa quienes vienen planteando desde hace largo tiempo el pésimo servicio que reciben por parte de CEMAD. Todo el mundo coincide en que en la actualidad se brinda un servicio de peor calidad que el que se brindaba cuando las tareas estaban en manos de los trabajadores de Servicoop.
Un edificio en paupérrimas condiciones, sillas destartaladas, vidrios de ventanas rotas, descortesía en el trato a los familiares de las personas fallecidas, forman parte del combo que ofrece CEMAD a los asociados de la Cooperativa.
Pero esa misérrima performance no se condice con los privilegios que la empresa ha tenido durante todo este tiempo, incluyendo las bondades de un contrato leonino que no ha generado ningún beneficio a la Cooperativa.  
Desde 1997 hasta la fecha el contrato sufrió prórrogas y modificaciones, muchas de ellas firmadas entre gallos y medianoche, a espaldas de la observación de asociados y delegados.
En mayo de 2007, con la expectativa de la inversión que iba a hacer CEMAD con la construcción de las salas velatorias le fue concedida una prórroga de 5 años y en diciembre de 2007 fue beneficiada con otra prórroga de 5 años por haber terminado los trabajos, cuando en realidad en el contrato original esas condiciones ya estaban establecidas.
La última prórroga es tan disparatada y tan insólita que extiende la relación entre CEMAD y Servicoop hasta 2027 cuando en realidad el contrato por la provisión de los servicios entre Servicoop y la Municipalidad caduca en 2022.
Pero no hay que irse tan atrás en el tiempo para encontrarse con decisiones que favorecieron a CEMAD en detrimento de la Cooperativa y de los socios.
En septiembre de 2015 este Consejo de Administración redujo en un 5 por ciento el valor de la comisión que la entidad percibe de parte de la concesionaria y que se hizo efectivo a partir de noviembre del mismo año.
Un capítulo aparte podría escribirse en torno a la restitución del edificio de la calle Saenz Peña, que fue entregado por parte de Cemad a Servicoop tres años después de los tiempos estipulados. El inmueble debía ser restituido en óptimas condiciones y con mejoras pero fue entregado en estado calamitoso, sin que el Consejo de Administración haya aplicado las penalidades que corresponden para estos casos.
Como bien planteaba la abogada Cecilia Basualdo, quien ha recibido numerosas denuncias por el mal servicio de CEMAD,  la empresa no solo se ha beneficiado con un acuerdo desmesurado sino también con la liviandad con la que ha actuado el poder concedente.
El costo que pagan los socios de Servicoop por el pésimo servicio de sepelios que brinda CEMAD ha sufrido un incremento descomunal. Estamos hablando de casi 1.000 por ciento de aumento en los últimos 5 años. Y hay algo que ningún madrynense desconoce. Los 26 millones de pesos que la empresa cobra por año no salen de los bolsillos de Lucas Marani, Daniel Alloggia o Daniel Pascualini. Los 26 millones de pesos, con una proyección de 30 millones de pesos para este año salen del bolsillo de cada socio de la cooperativa. Los vecinos son los que bancan a una empresa que ni siquiera es capaz de brindarle a la persona fallecida un cajón decente, porque cuando los deudos llegan a la administración lo primero que hacen es ofrecerle un cajón de mejor calidad, siempre y cuando paguen 7 mil pesos extra.
Algunos medios plantaron la duda con respecto a los intereses que podrían estar detrás de la quita de la concesión del servicio de sepelios a la empresa CEMAD. Algunos incluso señalaron que podrían existir “empresarios ajenos a Madryn” detrás de esta posibilidad.
La versión no tiene ni sustento ni explicación. Nadie ha planteado, mucho menos los vecinos,  que se le saque la concesión a CEMAD para dárselo a otro particular. La quita de la concesión a CEMAD no es otra cosa que la recuperación del servicio a manos de la Cooperativa para que los socios cuenten con una prestación como la que se merecen y para que Servicoop recupere una unidad de negocios, que bien manejada, pueda dejarle dividendos para sus alicaídas arcas.  Tal vez lo más apropiado sea dar vuelta la tortilla y preguntarse cuáles son los intereses que se levantan tan animadamente para defender a CEMAD. Haciendo un ejercicio de sinceridad…¿cuáles son los sectores empresarios de Madryn que suelen estar detrás de estos asuntos?  Si hablamos de lobby, intereses empresariales, operaciones mediáticas…¿qué personajes y apellidos aparecen en escena? En Madryn somos pocos y nos conocemos todos.
Dicen que para que aparezca el dueño hay que pegarle al chancho. Pero tampoco hay que olvidarse que la culpa nunca es del porcino sino del que le da de comer.#   

Enterate de las noticias de POLITICA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
23 FEB 2017 - 22:21

A pesar de las declaraciones públicas realizadas por un miembro de la Comisión Directiva de Servicoop, la posibilidad de que la entidad rescinda el contrato con CEMAD por el servicio de sepelios quedó estancada a partir del posicionamiento de algunos miembros del Consejo de Administración que ahora plantean ciertos temores por la posibilidad de que haya que pagar supuestos juicios millonarios a la empresa que se quedaría sin el servicio.
La noticia de la rescisión había sido recibida con entusiasmo por los socios de la Cooperativa quienes vienen planteando desde hace largo tiempo el pésimo servicio que reciben por parte de CEMAD. Todo el mundo coincide en que en la actualidad se brinda un servicio de peor calidad que el que se brindaba cuando las tareas estaban en manos de los trabajadores de Servicoop.
Un edificio en paupérrimas condiciones, sillas destartaladas, vidrios de ventanas rotas, descortesía en el trato a los familiares de las personas fallecidas, forman parte del combo que ofrece CEMAD a los asociados de la Cooperativa.
Pero esa misérrima performance no se condice con los privilegios que la empresa ha tenido durante todo este tiempo, incluyendo las bondades de un contrato leonino que no ha generado ningún beneficio a la Cooperativa.  
Desde 1997 hasta la fecha el contrato sufrió prórrogas y modificaciones, muchas de ellas firmadas entre gallos y medianoche, a espaldas de la observación de asociados y delegados.
En mayo de 2007, con la expectativa de la inversión que iba a hacer CEMAD con la construcción de las salas velatorias le fue concedida una prórroga de 5 años y en diciembre de 2007 fue beneficiada con otra prórroga de 5 años por haber terminado los trabajos, cuando en realidad en el contrato original esas condiciones ya estaban establecidas.
La última prórroga es tan disparatada y tan insólita que extiende la relación entre CEMAD y Servicoop hasta 2027 cuando en realidad el contrato por la provisión de los servicios entre Servicoop y la Municipalidad caduca en 2022.
Pero no hay que irse tan atrás en el tiempo para encontrarse con decisiones que favorecieron a CEMAD en detrimento de la Cooperativa y de los socios.
En septiembre de 2015 este Consejo de Administración redujo en un 5 por ciento el valor de la comisión que la entidad percibe de parte de la concesionaria y que se hizo efectivo a partir de noviembre del mismo año.
Un capítulo aparte podría escribirse en torno a la restitución del edificio de la calle Saenz Peña, que fue entregado por parte de Cemad a Servicoop tres años después de los tiempos estipulados. El inmueble debía ser restituido en óptimas condiciones y con mejoras pero fue entregado en estado calamitoso, sin que el Consejo de Administración haya aplicado las penalidades que corresponden para estos casos.
Como bien planteaba la abogada Cecilia Basualdo, quien ha recibido numerosas denuncias por el mal servicio de CEMAD,  la empresa no solo se ha beneficiado con un acuerdo desmesurado sino también con la liviandad con la que ha actuado el poder concedente.
El costo que pagan los socios de Servicoop por el pésimo servicio de sepelios que brinda CEMAD ha sufrido un incremento descomunal. Estamos hablando de casi 1.000 por ciento de aumento en los últimos 5 años. Y hay algo que ningún madrynense desconoce. Los 26 millones de pesos que la empresa cobra por año no salen de los bolsillos de Lucas Marani, Daniel Alloggia o Daniel Pascualini. Los 26 millones de pesos, con una proyección de 30 millones de pesos para este año salen del bolsillo de cada socio de la cooperativa. Los vecinos son los que bancan a una empresa que ni siquiera es capaz de brindarle a la persona fallecida un cajón decente, porque cuando los deudos llegan a la administración lo primero que hacen es ofrecerle un cajón de mejor calidad, siempre y cuando paguen 7 mil pesos extra.
Algunos medios plantaron la duda con respecto a los intereses que podrían estar detrás de la quita de la concesión del servicio de sepelios a la empresa CEMAD. Algunos incluso señalaron que podrían existir “empresarios ajenos a Madryn” detrás de esta posibilidad.
La versión no tiene ni sustento ni explicación. Nadie ha planteado, mucho menos los vecinos,  que se le saque la concesión a CEMAD para dárselo a otro particular. La quita de la concesión a CEMAD no es otra cosa que la recuperación del servicio a manos de la Cooperativa para que los socios cuenten con una prestación como la que se merecen y para que Servicoop recupere una unidad de negocios, que bien manejada, pueda dejarle dividendos para sus alicaídas arcas.  Tal vez lo más apropiado sea dar vuelta la tortilla y preguntarse cuáles son los intereses que se levantan tan animadamente para defender a CEMAD. Haciendo un ejercicio de sinceridad…¿cuáles son los sectores empresarios de Madryn que suelen estar detrás de estos asuntos?  Si hablamos de lobby, intereses empresariales, operaciones mediáticas…¿qué personajes y apellidos aparecen en escena? En Madryn somos pocos y nos conocemos todos.
Dicen que para que aparezca el dueño hay que pegarle al chancho. Pero tampoco hay que olvidarse que la culpa nunca es del porcino sino del que le da de comer.#   


NOTICIAS RELACIONADAS