"Nosotros ya pasamos la página y le deseamos lo mejor a la Argentina, sobre todo a su gente, dado que tenemos muy buenas relaciones con muchos compañeros argentinos tremendamente valiosos, pero nuestra posición argentina fue desecha y ya no está en nuestros planes volver a Argentina", dijo García Blanco a Télam.
Repsol vendió las últimas inversiones que tenía en la Argentina en el 2014 y selló un acuerdo por u$s 5.000 millones con el gobierno de la entonces presidenta Cristina Kirchner por la nacionalización de YPF, que conmocionó las relaciones entre Madrid y Buenos Aires.
El ejecutivo enfatizó que ni la política aperturista de Argentina ni la reciente visita de Estado del presidente Mauricio Macri a España, que generó una estela de expectativas positivas entre los empresarios españoles, seducen a Repsol para pensar en invertir nuevamente en el país.
"Argentina es un capítulo cerrado", dijo García Blanco, técnico responsable del descubrimiento del mega yacimiento de Vaca Muerta, un ingeniero asturiano de dilatada experiencia en el campo de la exploración y producción de petróleo que vivió durante nueve años en la provincia de Neuquén, y durante 2010 y 2015 fue presidente de Upstream de YPF.
García Blanco estuvo al frente del equipo que, tras una inversión de más de u$s 300 millones en exploraciones en Neuquén durante la etapa Repsol-YPF, descubrió en junio de 2010 los yacimientos de Vaca Muerta, la tercer mayor reserva de gas no convencional del mundo.
Consultado sobre el acuerdo firmado entre el Gobierno, empresas y sindicatos petroleros en Neuquén para reducir costos y estimular inversiones de unos u$s 15.000 millones anuales en el megacampo, García Blanco reiteró que "no le puedo decir nada sobre ello, porque la verdad, no estoy siguiendo lo que pasa en Argentina; para nosotros Argentina es página pasada".
El ejecutivo hizo estas declaraciones en a Télam tras participar en el `X Seminario Internacional Unión Europea-América Latina´, en la sede de la representación de la Unión Europea en Madrid.
García Blanco indicó sin embargo que Argentina y América Latina le sirvieron a Repsol como trampolín para convertirse en una petrolera internacional y proyectarse al resto del mundo.
El ejecutivo trazó un panorama sobre "cómo Repsol, una empresa del Estado español se convirtió en una empresa privada" y cómo Argentina y el resto de Latinoamérica le sirvieron de trampolín para internacionalizarse hacia el resto del mundo.
"No podemos hablar de Repsol sin hablar de Latinoamérica" dijo, y, en ese marco, recordó su paso por Argentina.
"A partir del año 1996 nos situamos en Argentina, y en el '98 en Venezuela. En el '99 realizamos nuestra gran expansión en Latinoamérica con nuestra entrada en YPF. Desde ese momento tenemos una siguiente década de expansión internacional", afirmó el ejecutivo.
"En el año 2002, consolidamos nuestra posición en Argentina, pero también tenemos avatares en ese proceso", dijo García Blanco, quien también mencionó las dos nacionalizaciones que la empresa afrontó en Bolivia.
"También tuvimos que flexibilizar nuestra posición en países como Bolivia, donde enfrentamos dos nacionalizaciones consecutivas, en el año 2006 y 2007", dijo.
"Y, finalmente, tenemos un proceso que supone nuestra expulsión de Argentina en el año 2012. Un proceso que culmina con un acuerdo con el gobierno argentino, y que transforma a nuestra compañía tras la compra de Talisman Energy, una compañía canadiense de orientación internacional, con posicionamiento en múltiples países", prosiguió.
"Repsol es hoy lo que es gracias a su presencia en Latinoamérica durante los últimos 30 años", aseveró.
"Latinoamérica supone hoy el 35% de nuestra producción de hidrocarburos; cerca del 40% de nuestras reservas de hidrocarburos, y un posicionamiento que llega al 10%, más o menos, de nuestro Ebitda", precisó García Blanco.
El ejecutivo petrolero remarcó que "un activo de relevancia se sustenta en el talento humano de Repsol; el 35% de nuestros directivos internacionales son latinoamericanos y muchos de ellos, son argentinos, y muchos otros están incorporados a nuestros centros de tecnología", concluyó.
"Nosotros ya pasamos la página y le deseamos lo mejor a la Argentina, sobre todo a su gente, dado que tenemos muy buenas relaciones con muchos compañeros argentinos tremendamente valiosos, pero nuestra posición argentina fue desecha y ya no está en nuestros planes volver a Argentina", dijo García Blanco a Télam.
Repsol vendió las últimas inversiones que tenía en la Argentina en el 2014 y selló un acuerdo por u$s 5.000 millones con el gobierno de la entonces presidenta Cristina Kirchner por la nacionalización de YPF, que conmocionó las relaciones entre Madrid y Buenos Aires.
El ejecutivo enfatizó que ni la política aperturista de Argentina ni la reciente visita de Estado del presidente Mauricio Macri a España, que generó una estela de expectativas positivas entre los empresarios españoles, seducen a Repsol para pensar en invertir nuevamente en el país.
"Argentina es un capítulo cerrado", dijo García Blanco, técnico responsable del descubrimiento del mega yacimiento de Vaca Muerta, un ingeniero asturiano de dilatada experiencia en el campo de la exploración y producción de petróleo que vivió durante nueve años en la provincia de Neuquén, y durante 2010 y 2015 fue presidente de Upstream de YPF.
García Blanco estuvo al frente del equipo que, tras una inversión de más de u$s 300 millones en exploraciones en Neuquén durante la etapa Repsol-YPF, descubrió en junio de 2010 los yacimientos de Vaca Muerta, la tercer mayor reserva de gas no convencional del mundo.
Consultado sobre el acuerdo firmado entre el Gobierno, empresas y sindicatos petroleros en Neuquén para reducir costos y estimular inversiones de unos u$s 15.000 millones anuales en el megacampo, García Blanco reiteró que "no le puedo decir nada sobre ello, porque la verdad, no estoy siguiendo lo que pasa en Argentina; para nosotros Argentina es página pasada".
El ejecutivo hizo estas declaraciones en a Télam tras participar en el `X Seminario Internacional Unión Europea-América Latina´, en la sede de la representación de la Unión Europea en Madrid.
García Blanco indicó sin embargo que Argentina y América Latina le sirvieron a Repsol como trampolín para convertirse en una petrolera internacional y proyectarse al resto del mundo.
El ejecutivo trazó un panorama sobre "cómo Repsol, una empresa del Estado español se convirtió en una empresa privada" y cómo Argentina y el resto de Latinoamérica le sirvieron de trampolín para internacionalizarse hacia el resto del mundo.
"No podemos hablar de Repsol sin hablar de Latinoamérica" dijo, y, en ese marco, recordó su paso por Argentina.
"A partir del año 1996 nos situamos en Argentina, y en el '98 en Venezuela. En el '99 realizamos nuestra gran expansión en Latinoamérica con nuestra entrada en YPF. Desde ese momento tenemos una siguiente década de expansión internacional", afirmó el ejecutivo.
"En el año 2002, consolidamos nuestra posición en Argentina, pero también tenemos avatares en ese proceso", dijo García Blanco, quien también mencionó las dos nacionalizaciones que la empresa afrontó en Bolivia.
"También tuvimos que flexibilizar nuestra posición en países como Bolivia, donde enfrentamos dos nacionalizaciones consecutivas, en el año 2006 y 2007", dijo.
"Y, finalmente, tenemos un proceso que supone nuestra expulsión de Argentina en el año 2012. Un proceso que culmina con un acuerdo con el gobierno argentino, y que transforma a nuestra compañía tras la compra de Talisman Energy, una compañía canadiense de orientación internacional, con posicionamiento en múltiples países", prosiguió.
"Repsol es hoy lo que es gracias a su presencia en Latinoamérica durante los últimos 30 años", aseveró.
"Latinoamérica supone hoy el 35% de nuestra producción de hidrocarburos; cerca del 40% de nuestras reservas de hidrocarburos, y un posicionamiento que llega al 10%, más o menos, de nuestro Ebitda", precisó García Blanco.
El ejecutivo petrolero remarcó que "un activo de relevancia se sustenta en el talento humano de Repsol; el 35% de nuestros directivos internacionales son latinoamericanos y muchos de ellos, son argentinos, y muchos otros están incorporados a nuestros centros de tecnología", concluyó.