La presión de vecinos autoconvocados y empleados del Hospital de Gaiman logró que no pudieran llevarse el mamógrafo hacia el nosocomio de Trelew a bordo de una camioneta, en un curioso y sorpresivo procedimiento ayer por la mañana. La idea era llevar ese costoso aparato al “Adolfo Margara”, que contaba con su propio equipo pero que se rompió y ya casi no se puede usar.
El director del Hospital de Trelew, Jorge Vecchio, explicó que el mamógrafo del centro sanitario que conduce atendía entre 250 y 300 pacientes por mes, incluyendo gente de Gaiman, Rawson y zona de influencia. “Tiene unos cuantos años, se rompió y desde Philips (fabricante del equipo) nos explicaron que ya no tiene arreglo”.
Lógico
Al médico le dieron el dato de que el mamógrafo de Gaiman había sido usado una sola vez y que está sin uso hace tres años, ya que también requiere reparaciones: le falta una reveladora. “Lo más lógico y fácil era hablar con el Área Programática para un préstamo, antes que pedirle a 300 personas que viajaran a Gaiman; algunos son casos urgentes además de controles de rutina”, explicó Vecchio. “Fui a dar la cara y aclarar que de ninguna manera nos queríamos quedar con el mamógrafo sino que la idea era un préstamo en Trelew por unos días”.
El médico admitió que pudo haber una “mala comunicación” con las autoridades gaimenses, que no estaban notificadas. “Ahora ya no lo vamos a traer a Trelew y lo más probable es que usemos el de Rawson, aunque es más chico”.
Vecchio dijo que el lunes a más tardar el Ministerio de Salud debe tomar una decisión.
La cartera provincial le confirmó al médico que se comprarán tres mamógrafos nuevos y uno será para el “Adolfo Margara”. Pero ese trámite licitatorio durará al menos seis meses ya que se fabrican en Alemania.
Karina Pérez Fernández, presidente de la Cooperadora del Hospital de Gaiman, describió que cerca de las 10, apareció una camioneta y un grupo que cargó el aparato sin mayores explicaciones. “Lo que más nos molestó fueron las formas, porque no hubo ningún aviso. No es una cuestión de egoísmo”.
El mamógrafo cuesta cerca de 500 mil dólares. “Es muy costoso y lo cargaron sin cuidados de que, por ejemplo, se pueda caer”, se quejó. Ante los reclamos de la gente y los enfermeros, el equipo fue devuelto a su lugar.
Nada de política
Según su versión, el aparato lleva dos años en ese centro sanitario. Atiende pacientes de Dolavon, la zona de chacras, 28 de Julio y Paso de Indios, entre otros lugares. Confirmó que no se está usando porque le falta una reveladora, cuyo costo es de 150 mil pesos. “Pero venimos juntando dinero para poder comprarla”, aseguró.
Pérez Fernández reivindicó la actitud de la directora del Hospital, Cintia Garay, de los empleados y del intendente Mariano García Aranibar, que gestionaron para que el mamógrafo se quedara en Gaiman.
“Hay que aclarar que esto no tiene nada que ver con una cuestión política sino de salud comunitaria”, le dijo a Jornada.#
La presión de vecinos autoconvocados y empleados del Hospital de Gaiman logró que no pudieran llevarse el mamógrafo hacia el nosocomio de Trelew a bordo de una camioneta, en un curioso y sorpresivo procedimiento ayer por la mañana. La idea era llevar ese costoso aparato al “Adolfo Margara”, que contaba con su propio equipo pero que se rompió y ya casi no se puede usar.
El director del Hospital de Trelew, Jorge Vecchio, explicó que el mamógrafo del centro sanitario que conduce atendía entre 250 y 300 pacientes por mes, incluyendo gente de Gaiman, Rawson y zona de influencia. “Tiene unos cuantos años, se rompió y desde Philips (fabricante del equipo) nos explicaron que ya no tiene arreglo”.
Lógico
Al médico le dieron el dato de que el mamógrafo de Gaiman había sido usado una sola vez y que está sin uso hace tres años, ya que también requiere reparaciones: le falta una reveladora. “Lo más lógico y fácil era hablar con el Área Programática para un préstamo, antes que pedirle a 300 personas que viajaran a Gaiman; algunos son casos urgentes además de controles de rutina”, explicó Vecchio. “Fui a dar la cara y aclarar que de ninguna manera nos queríamos quedar con el mamógrafo sino que la idea era un préstamo en Trelew por unos días”.
El médico admitió que pudo haber una “mala comunicación” con las autoridades gaimenses, que no estaban notificadas. “Ahora ya no lo vamos a traer a Trelew y lo más probable es que usemos el de Rawson, aunque es más chico”.
Vecchio dijo que el lunes a más tardar el Ministerio de Salud debe tomar una decisión.
La cartera provincial le confirmó al médico que se comprarán tres mamógrafos nuevos y uno será para el “Adolfo Margara”. Pero ese trámite licitatorio durará al menos seis meses ya que se fabrican en Alemania.
Karina Pérez Fernández, presidente de la Cooperadora del Hospital de Gaiman, describió que cerca de las 10, apareció una camioneta y un grupo que cargó el aparato sin mayores explicaciones. “Lo que más nos molestó fueron las formas, porque no hubo ningún aviso. No es una cuestión de egoísmo”.
El mamógrafo cuesta cerca de 500 mil dólares. “Es muy costoso y lo cargaron sin cuidados de que, por ejemplo, se pueda caer”, se quejó. Ante los reclamos de la gente y los enfermeros, el equipo fue devuelto a su lugar.
Nada de política
Según su versión, el aparato lleva dos años en ese centro sanitario. Atiende pacientes de Dolavon, la zona de chacras, 28 de Julio y Paso de Indios, entre otros lugares. Confirmó que no se está usando porque le falta una reveladora, cuyo costo es de 150 mil pesos. “Pero venimos juntando dinero para poder comprarla”, aseguró.
Pérez Fernández reivindicó la actitud de la directora del Hospital, Cintia Garay, de los empleados y del intendente Mariano García Aranibar, que gestionaron para que el mamógrafo se quedara en Gaiman.
“Hay que aclarar que esto no tiene nada que ver con una cuestión política sino de salud comunitaria”, le dijo a Jornada.#