Por Francisco Caputo
Pala en mano, Independiente de Trelew empezó de forma indeseada los cuartos de final de la Subzona Norte de la Patagonia del Federal C. En el partido de ida, dilapidó una inmensa cantidad de situaciones de gol.
Su oponente, Deportivo Villalonga, convirtió una de las escasas opciones que gestó y le propinó al “Rojinegro” una hiriente derrota por 1-0 en El Fortín de Rawson.
Independiente se vistió de Brasil en los octavos de final de Italia 90. Y Deportivo Villalonga, de Argentina. El elenco conducido por Federico Sardón asumió la iniciativa y sofocó con la tenencia de pelota al elenco bonaerense, durante el primer tiempo.
Los informes que el cuerpo técnico “Rojinegra” recolectó sobre su rival, resultaron ciertos. Deportivo Villaonga es un conjunto que brinda abundantes espacios defensivos, esencialmente por el flanco izquierdo, que cubre Guillermo Crespo. A eso se suma un mediocampo tibio a nivel defensivo, que también provoca hendijas.
Iturburu conducción
Sin embargo, el elenco trelewense no pudo materializar en la red la visible superioridad. A los 19, Juan Martini desperdició la primera ocasión. Tras una acción por derecha, con amplios espacios dejados por Crespo, Martini gambeteó a dos jugadores visitantes y efectuó un disparó que se estrelló en el primer palo de Edgardo Iturburu. Cinco minutos después, por el mismo sector, un remate de Alan Rubio al borde del área chica fue desviado con el rostro por un zaguero villalonguense.
En estas primeras acciones, Iturburu, figura estelar de la velada, poco pudo hacer. Sin embargo, sus intervenciones posteriores resultaron cruciales en el marcador.
A los 45, Matías Benítez, con tiempo y espacio, fue atorado exitosamente por el guardameta. En la jugada siguiente, capturó en un tiempo un fulminante cabezazo de Diego Flamenco.
El entretiempo culminó sin tantos, como en aquella jornada en Turín hace 27 años, donde un equipo superior no pudo consumar una ostensible superioridad ante un adversario que no provocaba ni cosquillas.
Abbate es Caniggia
Iturburu, ex guardameta de Independiente de Río Colorado, continuó con su repertorio de decisivas atajadas en el segundo tiempo. A los siete minutos, contuvo un disparo a quemarropa a Sebastián Arriagada, el futbolista más lúcido del “Rojinegro”.
A los 14, Emerson Abbate, se enfundo la casaca de Claudio Paul Caniggia. Con una exquisita emboquillada, resolvió de forma sublime el mano a mano ante Alejandro Giardino. Chofer de un camión de caudales durante la semana, Abbate transformó el supremo esfuerzo de Iturburu en el gol del batacazo.
Ineficacia letal
El estupor se adueñó de Independiente. El marcador distaba de ser el soñado. Y esta circunstancia no se modifcó, pese a que el conjunto de Sardón, generó un torrente de ocasiones.
Pese a carecer de la nitidez del primer tiempo, el “Rojinegro” gestó peligro. Pero Iturburu capturó todo envío aéreo. Y los atacantes locales, carecieron de puntería. A los 22 y a los 33 minutos respectivamente, los disparos del ingresado Alfredo Troncoso y Benítez besaron los postes. A falta de dos minutos, un cabezazo cruzado de Troncoso causó suspiros. Y en tiempo recuperado, Flamenco transformó en saque de arco la última oportunidad.
El silbatazo final marcó que Independiente deberá vencer a Villalonga, en Buenos Aires, para forzar como mínimo los penales. El panorama podría haber sido peor si la visita hubiese convertido al menos uno de los tres contragolpes generados.
El “Rojinegro” posee las herramientas para revertir la historia. Pero deberá lustrarlas antes de volver a emplearlas. Sin goles, no hay paraíso, ni hazaña ni clasificación.#
Por Francisco Caputo
Pala en mano, Independiente de Trelew empezó de forma indeseada los cuartos de final de la Subzona Norte de la Patagonia del Federal C. En el partido de ida, dilapidó una inmensa cantidad de situaciones de gol.
Su oponente, Deportivo Villalonga, convirtió una de las escasas opciones que gestó y le propinó al “Rojinegro” una hiriente derrota por 1-0 en El Fortín de Rawson.
Independiente se vistió de Brasil en los octavos de final de Italia 90. Y Deportivo Villalonga, de Argentina. El elenco conducido por Federico Sardón asumió la iniciativa y sofocó con la tenencia de pelota al elenco bonaerense, durante el primer tiempo.
Los informes que el cuerpo técnico “Rojinegra” recolectó sobre su rival, resultaron ciertos. Deportivo Villaonga es un conjunto que brinda abundantes espacios defensivos, esencialmente por el flanco izquierdo, que cubre Guillermo Crespo. A eso se suma un mediocampo tibio a nivel defensivo, que también provoca hendijas.
Iturburu conducción
Sin embargo, el elenco trelewense no pudo materializar en la red la visible superioridad. A los 19, Juan Martini desperdició la primera ocasión. Tras una acción por derecha, con amplios espacios dejados por Crespo, Martini gambeteó a dos jugadores visitantes y efectuó un disparó que se estrelló en el primer palo de Edgardo Iturburu. Cinco minutos después, por el mismo sector, un remate de Alan Rubio al borde del área chica fue desviado con el rostro por un zaguero villalonguense.
En estas primeras acciones, Iturburu, figura estelar de la velada, poco pudo hacer. Sin embargo, sus intervenciones posteriores resultaron cruciales en el marcador.
A los 45, Matías Benítez, con tiempo y espacio, fue atorado exitosamente por el guardameta. En la jugada siguiente, capturó en un tiempo un fulminante cabezazo de Diego Flamenco.
El entretiempo culminó sin tantos, como en aquella jornada en Turín hace 27 años, donde un equipo superior no pudo consumar una ostensible superioridad ante un adversario que no provocaba ni cosquillas.
Abbate es Caniggia
Iturburu, ex guardameta de Independiente de Río Colorado, continuó con su repertorio de decisivas atajadas en el segundo tiempo. A los siete minutos, contuvo un disparo a quemarropa a Sebastián Arriagada, el futbolista más lúcido del “Rojinegro”.
A los 14, Emerson Abbate, se enfundo la casaca de Claudio Paul Caniggia. Con una exquisita emboquillada, resolvió de forma sublime el mano a mano ante Alejandro Giardino. Chofer de un camión de caudales durante la semana, Abbate transformó el supremo esfuerzo de Iturburu en el gol del batacazo.
Ineficacia letal
El estupor se adueñó de Independiente. El marcador distaba de ser el soñado. Y esta circunstancia no se modifcó, pese a que el conjunto de Sardón, generó un torrente de ocasiones.
Pese a carecer de la nitidez del primer tiempo, el “Rojinegro” gestó peligro. Pero Iturburu capturó todo envío aéreo. Y los atacantes locales, carecieron de puntería. A los 22 y a los 33 minutos respectivamente, los disparos del ingresado Alfredo Troncoso y Benítez besaron los postes. A falta de dos minutos, un cabezazo cruzado de Troncoso causó suspiros. Y en tiempo recuperado, Flamenco transformó en saque de arco la última oportunidad.
El silbatazo final marcó que Independiente deberá vencer a Villalonga, en Buenos Aires, para forzar como mínimo los penales. El panorama podría haber sido peor si la visita hubiese convertido al menos uno de los tres contragolpes generados.
El “Rojinegro” posee las herramientas para revertir la historia. Pero deberá lustrarlas antes de volver a emplearlas. Sin goles, no hay paraíso, ni hazaña ni clasificación.#