El FMI estima en más de 25% la inflación en Argentina

Las últimas proyecciones globales del Fondo Monetario Internacional mantienen una tasa de crecimiento para la economía argentina inferior a la estimada por el gobierno argentino y una tasa de inflación superior a la pauta del Banco Central. Así lo señaló en su informe Perspectivas de la economía mundial (WEO) dado a conocer hoy en Washington.

18 ABR 2017 - 10:39 | Actualizado

La diferencia más marcada es en cuanto a las proyecciones de inflación entre lo que estima el FMI y el gobierno argentino. Para el Banco Central el techo de la inflación para el año en curso se ubica en el 17%, en tanto que el Fondo espera una suba en los precios al consumidor del 25,6%.

Cabe recordar que en la actualización de las previsiones de comienzos de año el Fondo preveía que la inflación "descienda considerablemente, pero que permanezca levemente por encima de la meta fijada por el banco central para 2017". Ahora calcula nada menos que unos ocho puntos y medio por encima del techo de la meta oficial.

Si bien las proyecciones para 2018 del Fondo prevén una caída en la tasa de inflación, los números siguen siendo relativamente altos, ya que proyecta una inflación de 18,7% para 2018, es decir todavía por encima del techo fijado por el Banco Central para el año en curso.

El tanto las discrepancias con las proyecciones oficiales continúan al indicar que el crecimiento llegaría a 2,2% en el año en curso a distancia del 3,5% previsto por las autoridades nacionales. El informe señala que tras contraerse el año pasado, "la actividad tiene visos de expandirse...gracias al aumento del consumo y la inversión pública, y en 2,3% en 2018 a medida que vayan recuperándose la inversión privada y las exportaciones".

De esta manera, el FMI redujo por segunda vez consecutiva las previsiones de crecimiento para la Argentina: en octubre estimaba un aumento de 2,7% para el año en curso, en enero la previsión disminuyó a 2,4% y ahora volvió a recortarla en medio punto respecto de fines del año pasado, al prever un crecimiento de 2,2% para 2017.

La inflación en Argentina es la más alta de la región después de Venezuela (el Fondo estima la inflación venezolana del año en 720% y la proyecta en 2,068% para 2018) y una de las más altas del mundo. Tanto es así que el Fondo excluye expresamente a Argentina y Venezuela cuando calcula que los mercados emergentes y en desarrollo tendrían en 2017 una inflación de 4,7%, por encima del 4,4% del año pasado, en gran medida como consecuencia del encarecimiento de las materias primas.

Para el Fondo la Argentina seguiría siendo deficitaria en sus relaciones con el exterior ya que el saldo de la cuenta corriente, medida en términos del producto bruto interno, sería negativa en 2,9% en 2017 y en 3,4% en 2018. En cambio, y de la mano de la recuperación económica, el FMI espera una caída sostenida de la tasa de desempleo que bajaría de 8,5% para el año pasado a 7,4% en el presente y a 7,3% en 2018.

Entre los elementos positivos para el país, el informe señala a la Argentina como un reservorio de energías no convencionales. Al respecto apunta que se han identificado depósitos de petróleo de esquisto en varios otros países (por ejemplo, en Argentina, Australia, Canadá, China, México y Rusia). Sin embargo, sostiene, "salvo en Argentina y Canadá, donde se está preparando la producción de petróleo de esquisto, los obstáculos regulatorios y los retos tecnológicos, así como los bajos precios del petróleo en tiempos recientes, han retrasado o desalentado la extracción".

El vecindario no resulta el más propicio para la economía argentina. El Fondo espera que América del Sur crezca sólo 0,6% en el año en curso, y 1,8% en 2018. Brasil, el principal socio comercial de la Argentina, experimentaría, de cumplirse la proyección del FMI, un crecimiento mínimo de 0,2% en 2017 (tras haber sufrido una de las peores recesiones de su historia, con una caída de 3,6% en 2016) y tendría una modesta recuperación de 1,7% en 2018.

Otro de los países importantes para la Argentina, por su participación en la demanda de materias primas, es China. En este caso, el Fondo mejoró marginalmente a favor las proyecciones de crecimiento para el gigante asiático. Si bien continuaría desacelerándose la expansión de la economía china, las tasas siguen siendo respetables, a razón de 6,6% para 2017 y 6,2% para 2018. En todo caso, la Argentina tendría que mirar con mayor atención a otro de los grandes países emergentes: la India que ha pasado a ser una de las economías más dinámicas del mundo con crecimientos esperados de 7,2% para 2017 y 7,7% para 2018.

Fuente: Ámbito Financiero.

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18 ABR 2017 - 10:39

La diferencia más marcada es en cuanto a las proyecciones de inflación entre lo que estima el FMI y el gobierno argentino. Para el Banco Central el techo de la inflación para el año en curso se ubica en el 17%, en tanto que el Fondo espera una suba en los precios al consumidor del 25,6%.

Cabe recordar que en la actualización de las previsiones de comienzos de año el Fondo preveía que la inflación "descienda considerablemente, pero que permanezca levemente por encima de la meta fijada por el banco central para 2017". Ahora calcula nada menos que unos ocho puntos y medio por encima del techo de la meta oficial.

Si bien las proyecciones para 2018 del Fondo prevén una caída en la tasa de inflación, los números siguen siendo relativamente altos, ya que proyecta una inflación de 18,7% para 2018, es decir todavía por encima del techo fijado por el Banco Central para el año en curso.

El tanto las discrepancias con las proyecciones oficiales continúan al indicar que el crecimiento llegaría a 2,2% en el año en curso a distancia del 3,5% previsto por las autoridades nacionales. El informe señala que tras contraerse el año pasado, "la actividad tiene visos de expandirse...gracias al aumento del consumo y la inversión pública, y en 2,3% en 2018 a medida que vayan recuperándose la inversión privada y las exportaciones".

De esta manera, el FMI redujo por segunda vez consecutiva las previsiones de crecimiento para la Argentina: en octubre estimaba un aumento de 2,7% para el año en curso, en enero la previsión disminuyó a 2,4% y ahora volvió a recortarla en medio punto respecto de fines del año pasado, al prever un crecimiento de 2,2% para 2017.

La inflación en Argentina es la más alta de la región después de Venezuela (el Fondo estima la inflación venezolana del año en 720% y la proyecta en 2,068% para 2018) y una de las más altas del mundo. Tanto es así que el Fondo excluye expresamente a Argentina y Venezuela cuando calcula que los mercados emergentes y en desarrollo tendrían en 2017 una inflación de 4,7%, por encima del 4,4% del año pasado, en gran medida como consecuencia del encarecimiento de las materias primas.

Para el Fondo la Argentina seguiría siendo deficitaria en sus relaciones con el exterior ya que el saldo de la cuenta corriente, medida en términos del producto bruto interno, sería negativa en 2,9% en 2017 y en 3,4% en 2018. En cambio, y de la mano de la recuperación económica, el FMI espera una caída sostenida de la tasa de desempleo que bajaría de 8,5% para el año pasado a 7,4% en el presente y a 7,3% en 2018.

Entre los elementos positivos para el país, el informe señala a la Argentina como un reservorio de energías no convencionales. Al respecto apunta que se han identificado depósitos de petróleo de esquisto en varios otros países (por ejemplo, en Argentina, Australia, Canadá, China, México y Rusia). Sin embargo, sostiene, "salvo en Argentina y Canadá, donde se está preparando la producción de petróleo de esquisto, los obstáculos regulatorios y los retos tecnológicos, así como los bajos precios del petróleo en tiempos recientes, han retrasado o desalentado la extracción".

El vecindario no resulta el más propicio para la economía argentina. El Fondo espera que América del Sur crezca sólo 0,6% en el año en curso, y 1,8% en 2018. Brasil, el principal socio comercial de la Argentina, experimentaría, de cumplirse la proyección del FMI, un crecimiento mínimo de 0,2% en 2017 (tras haber sufrido una de las peores recesiones de su historia, con una caída de 3,6% en 2016) y tendría una modesta recuperación de 1,7% en 2018.

Otro de los países importantes para la Argentina, por su participación en la demanda de materias primas, es China. En este caso, el Fondo mejoró marginalmente a favor las proyecciones de crecimiento para el gigante asiático. Si bien continuaría desacelerándose la expansión de la economía china, las tasas siguen siendo respetables, a razón de 6,6% para 2017 y 6,2% para 2018. En todo caso, la Argentina tendría que mirar con mayor atención a otro de los grandes países emergentes: la India que ha pasado a ser una de las economías más dinámicas del mundo con crecimientos esperados de 7,2% para 2017 y 7,7% para 2018.

Fuente: Ámbito Financiero.


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