Amplia victoria de Macron sobre Le Pen: será el próximo presidente de Francia

El joven liberal y candidato independiente ganó este domingo el balotaje con el 65% de los votos frente a la líder de la extrema derecha.

07 MAY 2017 - 15:50 | Actualizado

El centrista proeuropeo Emmanuel Macron, de 39 años, fue elegido este domingo presidente de Francia -el más joven de su historia- evitando así que esta potencia económica mundial cayera en manos de la extrema derecha de Marine Le Pen.

Con entre el 65 y 66.1% de los sufragios, este ex banquero reemplazará al socialista François Hollande que renunció a presentarse por falta de apoyo popular y del que fue ministro de Economía.

“¡Gracias a todos aquellos que votaron por mí sin compartir nuestra ideas! Sé que no se trata de un cheque en blanco”, dijo, muy solemne en la explanada del museo del Louvre, antes miles de militantes congregados para celebrar su victoria electoral.

El joven centrista, de 39 años, prometió que hará todo lo necesario para que los franceses “dejen de tener motivos para votar a los extremos”, en alusión a su rival, la ultraderechista Marine Le Pen.

El futuro presidente liderará una Francia muy dividida políticamente entre las zonas urbanas (privilegiadas y reformistas) y las desheredadas (tentadas por los extremos). Macron, que no parece recular ante los desafíos, tiene varios por delante de gran calado como un desempleo endémico de 10%, la lucha antiterrorista y la crisis de la Unión Europea (UE).

Aunque Marine Le Pen, de 48 años, pierde por amplio margen, no es una derrota en toda regla para ella ni para su partido -el Frente Nacional (FN)- que ha convencido a entre el 33.9% y el 35% del electorado con promesas en contra de la inmigración y el euro. No sólo eso, sino que se ha hecho un hueco entre las principales fuerzas políticas del panorama nacional.

“Estaré al frente del combate” de las elecciones legislativas de junio, donde espera superar con creces los dos diputados actuales con una campaña contra la UE, la globalización, los inmigrantes y las “élites” en un país corroído por el desempleo y enlutado por una ola de atentados yihadistas.

Ambos candidatos mantuvieron una conversación telefónica “breve” y “cordial” antes de que se conocieran las primeras estimaciones oficiales, según el equipo de Macron.

La candidata Le Pen lo habría felicitado por su victoria en la segunda vuelta, al tiempo que consideró que el resultado de su formación ha sido “histórico”.

En apenas un año, desde que fundó el movimiento centrista ¡En Marcha!, Macron se abrió paso en un país en el que dos grandes partidos tradicionales de izquierda y derecha se alternaban en el poder desde hacía medio siglo.

Se los llevó por delante en la primera vuelta con un programa europeísta y liberal en temas económicos y sociales. Para la segunda partía con una ventaja holgada, reforzada en el debate con su rival, pero eso no le impidió un susto de último minuto, con un pirateo informático masivo de documentos cuyo origen se desconoce y que está siendo investigado por la justicia.

Muchos electores franceses lo respaldaron de mala gana, no porque concordaran con sus políticas, sino sencillamente para evitar que Le Pen y su partido Frente Nacional llegaran a la presidencia, temiendo su largo historial racista y antisemita.

Después de la campaña presidencial más estudiada e impredecible en la historia reciente de Francia, muchos electores rechazaron a todos los candidatos a la segunda vuelta. Los encuestadores proyectaban que los electores franceses dejaron la boleta en blanco, o la anularon, en cifras récord.

07 MAY 2017 - 15:50

El centrista proeuropeo Emmanuel Macron, de 39 años, fue elegido este domingo presidente de Francia -el más joven de su historia- evitando así que esta potencia económica mundial cayera en manos de la extrema derecha de Marine Le Pen.

Con entre el 65 y 66.1% de los sufragios, este ex banquero reemplazará al socialista François Hollande que renunció a presentarse por falta de apoyo popular y del que fue ministro de Economía.

“¡Gracias a todos aquellos que votaron por mí sin compartir nuestra ideas! Sé que no se trata de un cheque en blanco”, dijo, muy solemne en la explanada del museo del Louvre, antes miles de militantes congregados para celebrar su victoria electoral.

El joven centrista, de 39 años, prometió que hará todo lo necesario para que los franceses “dejen de tener motivos para votar a los extremos”, en alusión a su rival, la ultraderechista Marine Le Pen.

El futuro presidente liderará una Francia muy dividida políticamente entre las zonas urbanas (privilegiadas y reformistas) y las desheredadas (tentadas por los extremos). Macron, que no parece recular ante los desafíos, tiene varios por delante de gran calado como un desempleo endémico de 10%, la lucha antiterrorista y la crisis de la Unión Europea (UE).

Aunque Marine Le Pen, de 48 años, pierde por amplio margen, no es una derrota en toda regla para ella ni para su partido -el Frente Nacional (FN)- que ha convencido a entre el 33.9% y el 35% del electorado con promesas en contra de la inmigración y el euro. No sólo eso, sino que se ha hecho un hueco entre las principales fuerzas políticas del panorama nacional.

“Estaré al frente del combate” de las elecciones legislativas de junio, donde espera superar con creces los dos diputados actuales con una campaña contra la UE, la globalización, los inmigrantes y las “élites” en un país corroído por el desempleo y enlutado por una ola de atentados yihadistas.

Ambos candidatos mantuvieron una conversación telefónica “breve” y “cordial” antes de que se conocieran las primeras estimaciones oficiales, según el equipo de Macron.

La candidata Le Pen lo habría felicitado por su victoria en la segunda vuelta, al tiempo que consideró que el resultado de su formación ha sido “histórico”.

En apenas un año, desde que fundó el movimiento centrista ¡En Marcha!, Macron se abrió paso en un país en el que dos grandes partidos tradicionales de izquierda y derecha se alternaban en el poder desde hacía medio siglo.

Se los llevó por delante en la primera vuelta con un programa europeísta y liberal en temas económicos y sociales. Para la segunda partía con una ventaja holgada, reforzada en el debate con su rival, pero eso no le impidió un susto de último minuto, con un pirateo informático masivo de documentos cuyo origen se desconoce y que está siendo investigado por la justicia.

Muchos electores franceses lo respaldaron de mala gana, no porque concordaran con sus políticas, sino sencillamente para evitar que Le Pen y su partido Frente Nacional llegaran a la presidencia, temiendo su largo historial racista y antisemita.

Después de la campaña presidencial más estudiada e impredecible en la historia reciente de Francia, muchos electores rechazaron a todos los candidatos a la segunda vuelta. Los encuestadores proyectaban que los electores franceses dejaron la boleta en blanco, o la anularon, en cifras récord.


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