Los antepasados de las actuales ballenas tenían dientes

Fósiles de una especie cuyo fósil fue encontrado en Perú permitiría establecer como evolucionaron hacia las actuales barbas y cuando iniciaron el filtrado de su comida.

Una ilustración de cómo sería el Mystacodon cazando en las profundidades del lecho marino Ilustración de Alberto Gennari/ The Verge
11 MAY 2017 - 15:37 | Actualizado

El hallazgo de un nuevo fósil en Perú arroja luz sobre cómo evolucionaron los misticetos y desarrollaron el sistema de filtrado que les caracteriza.

Los antepasados de las ballenas modernas probablemente cazaron y persiguieron a las presas, pero de alguna manera, esos cazadores de peces evolucionaron para alimentarse mediante filtración del agua.   

Un análisis de un fósil de ballena de 36,4 millones de años sugiere que antes de que las ballenas perdieran sus dientes se alimentaban mediante succión probablemente zambulléndose y succionando a sus presas con sus grandes bocas. 
  
Las ballenas son aquellos cetáceos cuya boca está provista de unas largas láminas queratinosas conocidas como “barbas” que les permiten filtrar el alimento. Así que no pueden comer cosas de un tamaño mayor que una gamba.

Estos animales, clasificados como misticetos, se diferencian de otros cetáceos como cachalotes, orcas y delfines (conocidos como odontocetos) precisamente en que no tienen dientes y utilizan este particular sistema para alimentarse. ¿Pero en qué momento de la evolución aparecieron estas barbas y ambos grupos separaron sus caminos? ?

El hallazgo de un nuevo fósil de ballena de 36,4 millones de años en la depresión de Pisco, en Perú, parece arrojar luz sobre este singular proceso que ha intrigado durante años a los biólogos. En un trabajo publicado esta semana en la revista Current Biology, el equipo de Mario Urbina y Olivier Lambert describe este espécimen como el más antiguo encontrado hasta ahora del grupo de los misticetos y anuncian un sorprendente hallazgo: este antepasado de las ballenas actuales sí tenía dientes.

 Se trata de un animal notablemente más pequeño que las ballenas actuales (de unos cuatro metros de longitud) al que han bautizado como Mystacodon, que significa “misticeto con dientes”.

Los autores han bautizado a la nueva especie como Mystacodon, que significa “misticeto con dientes”.

“Este hallazgo llena un hueco muy grande en la historia del grupo y aporta pruebas sobre la ecología de los primeros misticetos”, asegura Lambert. Con los datos obtenidos del fósil, los autores se atreven a aventurar que estos animales eran una especie de paso intermedio entre los basilosaurios y las ballenas actuales que se habían especializado en succionar a sus presas probablemente de los fondos marinos.
 
“Durante mucho tiempo los creacionistas tomaron la evolución de las ballenas como uno de sus ejemplos favoritos para decir ‘Bien, decís que las ballenas vienen de un antepasado terrestre, pero no podéis probarlo. No podéis mostrar los pasos intermedios de esta evolución’”, apunta Lambert. “Y puede que fuera verdad hace treinta años. Pero ahora, con más equipos trabajando en el tema, tenemos un escenario mucho más convincente”.

El Mystacodon, según los investigadores, contradice estos argumentos simplistas al presentar rasgos tanto de los basilosaurios como de los misticetos, incluidas dos pequeñas extremidades traseras que conservaban como vestigios.

“Encaja perfectamente en lo que habríamos esperado de un paso intermedio entre los antiguos basilosaurios y los misticetos más evolucionados”, insiste Lambert. “Esto demuestra de manera muy bella el poder productivo de la teoría de la evolución”.
 

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Una ilustración de cómo sería el Mystacodon cazando en las profundidades del lecho marino Ilustración de Alberto Gennari/ The Verge
11 MAY 2017 - 15:37

El hallazgo de un nuevo fósil en Perú arroja luz sobre cómo evolucionaron los misticetos y desarrollaron el sistema de filtrado que les caracteriza.

Los antepasados de las ballenas modernas probablemente cazaron y persiguieron a las presas, pero de alguna manera, esos cazadores de peces evolucionaron para alimentarse mediante filtración del agua.   

Un análisis de un fósil de ballena de 36,4 millones de años sugiere que antes de que las ballenas perdieran sus dientes se alimentaban mediante succión probablemente zambulléndose y succionando a sus presas con sus grandes bocas. 
  
Las ballenas son aquellos cetáceos cuya boca está provista de unas largas láminas queratinosas conocidas como “barbas” que les permiten filtrar el alimento. Así que no pueden comer cosas de un tamaño mayor que una gamba.

Estos animales, clasificados como misticetos, se diferencian de otros cetáceos como cachalotes, orcas y delfines (conocidos como odontocetos) precisamente en que no tienen dientes y utilizan este particular sistema para alimentarse. ¿Pero en qué momento de la evolución aparecieron estas barbas y ambos grupos separaron sus caminos? ?

El hallazgo de un nuevo fósil de ballena de 36,4 millones de años en la depresión de Pisco, en Perú, parece arrojar luz sobre este singular proceso que ha intrigado durante años a los biólogos. En un trabajo publicado esta semana en la revista Current Biology, el equipo de Mario Urbina y Olivier Lambert describe este espécimen como el más antiguo encontrado hasta ahora del grupo de los misticetos y anuncian un sorprendente hallazgo: este antepasado de las ballenas actuales sí tenía dientes.

 Se trata de un animal notablemente más pequeño que las ballenas actuales (de unos cuatro metros de longitud) al que han bautizado como Mystacodon, que significa “misticeto con dientes”.

Los autores han bautizado a la nueva especie como Mystacodon, que significa “misticeto con dientes”.

“Este hallazgo llena un hueco muy grande en la historia del grupo y aporta pruebas sobre la ecología de los primeros misticetos”, asegura Lambert. Con los datos obtenidos del fósil, los autores se atreven a aventurar que estos animales eran una especie de paso intermedio entre los basilosaurios y las ballenas actuales que se habían especializado en succionar a sus presas probablemente de los fondos marinos.
 
“Durante mucho tiempo los creacionistas tomaron la evolución de las ballenas como uno de sus ejemplos favoritos para decir ‘Bien, decís que las ballenas vienen de un antepasado terrestre, pero no podéis probarlo. No podéis mostrar los pasos intermedios de esta evolución’”, apunta Lambert. “Y puede que fuera verdad hace treinta años. Pero ahora, con más equipos trabajando en el tema, tenemos un escenario mucho más convincente”.

El Mystacodon, según los investigadores, contradice estos argumentos simplistas al presentar rasgos tanto de los basilosaurios como de los misticetos, incluidas dos pequeñas extremidades traseras que conservaban como vestigios.

“Encaja perfectamente en lo que habríamos esperado de un paso intermedio entre los antiguos basilosaurios y los misticetos más evolucionados”, insiste Lambert. “Esto demuestra de manera muy bella el poder productivo de la teoría de la evolución”.
 


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