El semanario citó el estudio divulgado el 9 de mayo en Londres por el Instituto Internacional Estudios Estratégicos 2017 (IISS), que ubica a México como el segundo país más violento del mundo con 23.000 homicidios dolosos en 2016, superado solo por Siria, con 50.000, y por encima de Afganistán e Irak, con 17.000 y 16.000, respectivamente.
El editorial del semanario Desde la Fe agregó que "México comenzó a crear generaciones perdidas producto de una guerra no declarada (del gobierno contra los carteles del narcotráfico); miles en calidad de víctimas, cuya situación jurídica está lejos de tener una solución satisfactoria".
"A lo anterior hay que sumar la alta incidencia de desapariciones en el país. Según el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidos, a octubre de 2016 habría cerca de 30.000 desaparecidos", enfatizó, citado por la agencia Efe.
"Nuestra historia vive un punto de inflexión muy doloroso", expuso la publicación, y agregó que la violencia y las desapariciones son un problema que ni la autoridad, ni la Iglesia, ni la sociedad pueden ignorar "y esperan un pronunciamiento que los acompañe en su indignación".
"Esperan también conocer la verdad y tener la efectiva reparación del daño, cosas que aún no tienen claridad ni consistencia en el Estado mexicano, que parece más bien quebrado ante el miedo y el terror", puntualizó.
En tanto, la reacción del crimen organizado en el estado de Guerrero, a la que se sumaron pobladores de la región, empezó el viernes y continuó el sábado, después de que fuerzas federales ingresaron a la localidad de San Miguel Totolapan para asumir el control, ante enfrentamientos que se habían registrado entre dos grupos rivales.
"Se estableció que en las acciones de violencia participaron integrantes del grupo delictivo La Familia Michoacana y de Los Tequileros", dijo el portavoz de seguridad del estado de Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, según reportó la agencia DPA.
Primero los pobladores, incluidas mujeres y niños, trataron de impedir el ingreso de las fuerzas de seguridad a San Miguel Totolapan, en la región de Tierra Caliente. Después se produjeron bloqueos de carreteras e incendio de vehículos en varios sitios más contra el operativo.
Heredia dijo que todos los bloqueos ya han sido levantados y que San Miguel Totolapan "se encuentra en calma".
No hubo muertos y tres personas fueron detenidas desde el sábado.
Los presuntos miembros del crimen organizado incendiaron 14 camionetas, ocho autobuses, un camión, cuatro camionetas de carga, una grúa y un auto en carreteras y caminos de la zona. Además, usaron 38 taxis, 46 camionetas de pasajeros, cinco camiones y tres autobuses, entre otros, para obstaculizar el paso.
La zona es codiciada por el crimen organizado porque es una región productora de marihuana y amapola, materia prima para la heroína. En muchas partes, los grupos delictivos actúan con la complicidad o con el apoyo bajo amenaza de los pobladores.
Heredia dijo que "algunas concesionarias de estaciones de gasolina negaron la venta de combustible a las fuerzas del orden" y que servicios de grúa se negaron a prestar sus instalaciones para los vehículos retirados de los bloqueos.
El sábado, además, siete periodistas fueron asaltados por un grupo de unos 100 pistoleros.
El semanario citó el estudio divulgado el 9 de mayo en Londres por el Instituto Internacional Estudios Estratégicos 2017 (IISS), que ubica a México como el segundo país más violento del mundo con 23.000 homicidios dolosos en 2016, superado solo por Siria, con 50.000, y por encima de Afganistán e Irak, con 17.000 y 16.000, respectivamente.
El editorial del semanario Desde la Fe agregó que "México comenzó a crear generaciones perdidas producto de una guerra no declarada (del gobierno contra los carteles del narcotráfico); miles en calidad de víctimas, cuya situación jurídica está lejos de tener una solución satisfactoria".
"A lo anterior hay que sumar la alta incidencia de desapariciones en el país. Según el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidos, a octubre de 2016 habría cerca de 30.000 desaparecidos", enfatizó, citado por la agencia Efe.
"Nuestra historia vive un punto de inflexión muy doloroso", expuso la publicación, y agregó que la violencia y las desapariciones son un problema que ni la autoridad, ni la Iglesia, ni la sociedad pueden ignorar "y esperan un pronunciamiento que los acompañe en su indignación".
"Esperan también conocer la verdad y tener la efectiva reparación del daño, cosas que aún no tienen claridad ni consistencia en el Estado mexicano, que parece más bien quebrado ante el miedo y el terror", puntualizó.
En tanto, la reacción del crimen organizado en el estado de Guerrero, a la que se sumaron pobladores de la región, empezó el viernes y continuó el sábado, después de que fuerzas federales ingresaron a la localidad de San Miguel Totolapan para asumir el control, ante enfrentamientos que se habían registrado entre dos grupos rivales.
"Se estableció que en las acciones de violencia participaron integrantes del grupo delictivo La Familia Michoacana y de Los Tequileros", dijo el portavoz de seguridad del estado de Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, según reportó la agencia DPA.
Primero los pobladores, incluidas mujeres y niños, trataron de impedir el ingreso de las fuerzas de seguridad a San Miguel Totolapan, en la región de Tierra Caliente. Después se produjeron bloqueos de carreteras e incendio de vehículos en varios sitios más contra el operativo.
Heredia dijo que todos los bloqueos ya han sido levantados y que San Miguel Totolapan "se encuentra en calma".
No hubo muertos y tres personas fueron detenidas desde el sábado.
Los presuntos miembros del crimen organizado incendiaron 14 camionetas, ocho autobuses, un camión, cuatro camionetas de carga, una grúa y un auto en carreteras y caminos de la zona. Además, usaron 38 taxis, 46 camionetas de pasajeros, cinco camiones y tres autobuses, entre otros, para obstaculizar el paso.
La zona es codiciada por el crimen organizado porque es una región productora de marihuana y amapola, materia prima para la heroína. En muchas partes, los grupos delictivos actúan con la complicidad o con el apoyo bajo amenaza de los pobladores.
Heredia dijo que "algunas concesionarias de estaciones de gasolina negaron la venta de combustible a las fuerzas del orden" y que servicios de grúa se negaron a prestar sus instalaciones para los vehículos retirados de los bloqueos.
El sábado, además, siete periodistas fueron asaltados por un grupo de unos 100 pistoleros.