La Comisión Europea (CE) impuso este jueves una multa de 110 millones de euros a Facebook por proporcionar información "incorrecta o engañosa" durante la investigación que abrió en 2014 por la adquisición de WhatsApp.
La decisión, que no incide en la autorización de la operación de adquisición, se refiere al hecho de que Facebook asegurara en ese momento que no se podían vincular los perfiles de WhatsApp con los de sus usuarios, una posibilidad que incluyó al cambiar su política de privacidad dos años después, en agosto de 2016.
"En otras palabras, fue exactamente lo que Facebook dijo que no se podía hacer. Y resulta que los empleados de Facebook sabían que esto era posible en 2014", afirmó la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, sobre el caso, en un discurso que tuvo lugar en Budapest.
La Ejecutiva comunitaria alega que Facebook cometió dos infracciones distintas al aportar información "inexacta y engañosa", por un lado, en el formulario de notificación de la concentración y, por otro, en la respuesta a una petición de información por parte de la Comisión
Cuando Facebook notificó la adquisición, aseguró que no podía establecer de manera fiable una conexión de datos entre las cuentas de los usuarios de Facebook y los de WhatsApp, en respuesta a una solicitud de información por parte de la CE.
Sin embargo, en agosto de 2016, WhatsApp anunció una actualización de sus condiciones y de su política de privacidad que incluía la posibilidad de asociar números de teléfono de los usuarios de WhatsApp a sus perfiles de Facebook.
La CE expuso entonces su preocupación e identificó que, contrariamente a lo que había declarado Facebook en 2014, la posibilidad técnica de conectar las identidades de los usuarios en ambas aplicaciones ya existía y que los empleados de la red social estaban al corriente de la misma.
La compañía, que no tiene intención de apelar la decisión, afirmó a través de un comunicado que "el anuncio de hoy pone fin a este asunto".
Un portavoz de la red social afirmó que la empresa actuó "de buena fe" y aseguró que sus "errores" no fueron "intencionados", así como que trató de "proporcionar información precisa en cada momento".
La Comisión Europea (CE) impuso este jueves una multa de 110 millones de euros a Facebook por proporcionar información "incorrecta o engañosa" durante la investigación que abrió en 2014 por la adquisición de WhatsApp.
La decisión, que no incide en la autorización de la operación de adquisición, se refiere al hecho de que Facebook asegurara en ese momento que no se podían vincular los perfiles de WhatsApp con los de sus usuarios, una posibilidad que incluyó al cambiar su política de privacidad dos años después, en agosto de 2016.
"En otras palabras, fue exactamente lo que Facebook dijo que no se podía hacer. Y resulta que los empleados de Facebook sabían que esto era posible en 2014", afirmó la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, sobre el caso, en un discurso que tuvo lugar en Budapest.
La Ejecutiva comunitaria alega que Facebook cometió dos infracciones distintas al aportar información "inexacta y engañosa", por un lado, en el formulario de notificación de la concentración y, por otro, en la respuesta a una petición de información por parte de la Comisión
Cuando Facebook notificó la adquisición, aseguró que no podía establecer de manera fiable una conexión de datos entre las cuentas de los usuarios de Facebook y los de WhatsApp, en respuesta a una solicitud de información por parte de la CE.
Sin embargo, en agosto de 2016, WhatsApp anunció una actualización de sus condiciones y de su política de privacidad que incluía la posibilidad de asociar números de teléfono de los usuarios de WhatsApp a sus perfiles de Facebook.
La CE expuso entonces su preocupación e identificó que, contrariamente a lo que había declarado Facebook en 2014, la posibilidad técnica de conectar las identidades de los usuarios en ambas aplicaciones ya existía y que los empleados de la red social estaban al corriente de la misma.
La compañía, que no tiene intención de apelar la decisión, afirmó a través de un comunicado que "el anuncio de hoy pone fin a este asunto".
Un portavoz de la red social afirmó que la empresa actuó "de buena fe" y aseguró que sus "errores" no fueron "intencionados", así como que trató de "proporcionar información precisa en cada momento".