Cambio climático: la provocación más gande de Trump

No hay duda de que la decisión de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de París sobre el cambio climático es la medida internacional más polémica que adoptó hasta la fecha el presidente Donald Trump.

03 JUN 2017 - 14:23 | Actualizado

Salvo el mandatario ruso, Vladimir Putin -que prefirió no juzgar a su par estadounidense-, la mayoría del planeta le ha dado la espalda al magnate neoyorquino que no tuvo en cuenta que Washington formará parte de esa alianza hasta noviembre de 2019, según lo establecido en ese documento.

La decisión de Trump agrava aún más las diferencias actuales entre la Casa Blanca y la Unión Europea (UE) luego de la reciente cumbre del Grupo de los Siete (G7) países más desarrollados del mundo, en Italia. Sin embargo, se teme que el rechazo que generó esta acción del presidente estadounidense disuada a otros de retirarse del pacto.

Una vez más Trump prefirió ser fiel a programa para ganar la Casa Blanca que beneficiar al resto de la humanidad, teniendo en cuenta que Estados Unidos es el segundo emisor de gases contaminantes detrás de China, país que obviamente se ha beneficiado con esta medida norteamericana.

En vano trataron de convencerlo la ONU y la UE, así como empresas como Exxon Mobil, General Electric, Intel, Google o Chevron. En Estados Unidos, no obstante, varios estados manejados por los demócratas prometieron cumplir con el cambio climático acordado por 195 países en diciembre de 2015.

Amparado en una lógica nacionalista, Trump cree que mientras se castiga a Estados Unidos con las cargas financieras que le impone el Acuerdo de París, China puede subir sus emisiones sin límites y la India doblar su producción de carbón.

Aunque el pacto ya ha entrado en vigor, las medidas decisivas comenzaran a ponerse en marcha a partir de 2020 cuando finalice el Protocolo de Kioto. Una de las premisas del acuerdo es que todos los países deben presentar planes para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

"Si bien se teme un retroceso de los compromisos medioambientales, debido al convencimiento de que la transición a una economía más verde ha ganado consenso dentro de la comunidad internacional -y a los aumentos de competitividad obtenidos con tecnologías amigables-, varios países han reafirmado su compromiso con el acuerdo, incluidos China e India", dijo a Télam Andrés Matías Schelp.

Para este analista que es licenciado en Ciencias Políticas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), "la conducta de Estados Unidos puede condicionar la efectiva implementación y cumplimiento de regulaciones dentro de países en vías de desarrollo y también impactar unilateralmente en el combate al cambio climático".

"No olvidemos que según el Acuerdo de París, la reducción de emisiones en el país de Trump representaría el 21% de las reducciones totales logradas hasta el año 2030", afirmó Schelp.

Antes de que se anunciara el retiro estadounidense, Trump bloqueó los principales acuerdos del G7 logrados por su antecesor en la presidencia, el demócrata Barack Obama.

Trump, sin embargo, no pudo evitar que se condenara el proteccionismo y que los otros seis miembros del grupo (Alemania, Italia, Canadá, Japón, Reino Unido y Francia) respaldaran los compromisos adoptados contra el cambio climático.

En medio de este panorama, Trump volvió a señalar que la mayoría de los miembros de la OTAN no aportan los fondos necesarios para las actividades de la Alianza Atlántica.

Trump dijo al semanario alemán Der Spiegel que los europeos "son malos, muy malos" en relación al superávit comercial alemán. "Fijense en los millones de coches que venden a Estados Unidos. Es terrible. Hay que pararlo", dijo el magnate, según esa publicación.

La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, que competirá por un cuarto mandato en las elecciones federales del 24 de septiembre, entendió a la perfección lo que dijo Trump y en consecuencia preparó a los alemanes para enfrentar el futuro.

"Los europeos tenemos que tomar el destino en nuestras manos", dijo Merkel durante un acto en Múnich, después de las recientes cumbres de la OTAN y del G7.

Merkel subrayó que las profundas divisiones que existen entre Europa y los Estados Unidos tienen un claro beneficiario: el presidente Putin. Ciertamente, el mandatario ruso está estrechando su alianza con China y Turquía, entre otros países.

Mientras Trump propone el proteccionismo económico, Merkel sigue creyendo en los beneficios de la globalización.

"Si la mirada analítica se dirige hacia el largo plazo lo que se pone sobre el tablero es si Alemania -o más bien Europa- pueden confiar en que los Estados Unidos serán un aliado incondicional con el que podrán contar a futuro en coyunturas problemáticas. A ello se debe en parte el renovado énfasis en la coordinación de una política exterior de seguridad de los miembros de la UE", sostiene Schelp.

Hoy Trump está en boca de todos. No es para menos. Parecía que se cree superior a los demás. Si algo le faltaba para diferenciarse de la Vieja Europa era retirarse de este pacto ecológico.

Su última jugada internacional ha confirmado los temores más pesimistas sobre las medidas que pondría en marcha al ganar la presidencia, tras dos periodos consecutivos de Obama.

Aquellos que ponían en duda el avance nacionalista de Trump, con su estilo provocador y petulante, depreciando a sus oponentes, empiezan a comprender que el magnate hablaba en serio cuando decía que iba a hacer algo diferente al resto de Europa para supuesto beneficio de Estados Unidos.

Por distintas razones, hay solo dos países que no firmaron la alianza climática: Siria y Nicaragua. Lo cierto es que ni siquiera Corea del Norte, considerado el país más aislado del mundo, se atrevió a ignorar el Acuerdo de París.

03 JUN 2017 - 14:23

Salvo el mandatario ruso, Vladimir Putin -que prefirió no juzgar a su par estadounidense-, la mayoría del planeta le ha dado la espalda al magnate neoyorquino que no tuvo en cuenta que Washington formará parte de esa alianza hasta noviembre de 2019, según lo establecido en ese documento.

La decisión de Trump agrava aún más las diferencias actuales entre la Casa Blanca y la Unión Europea (UE) luego de la reciente cumbre del Grupo de los Siete (G7) países más desarrollados del mundo, en Italia. Sin embargo, se teme que el rechazo que generó esta acción del presidente estadounidense disuada a otros de retirarse del pacto.

Una vez más Trump prefirió ser fiel a programa para ganar la Casa Blanca que beneficiar al resto de la humanidad, teniendo en cuenta que Estados Unidos es el segundo emisor de gases contaminantes detrás de China, país que obviamente se ha beneficiado con esta medida norteamericana.

En vano trataron de convencerlo la ONU y la UE, así como empresas como Exxon Mobil, General Electric, Intel, Google o Chevron. En Estados Unidos, no obstante, varios estados manejados por los demócratas prometieron cumplir con el cambio climático acordado por 195 países en diciembre de 2015.

Amparado en una lógica nacionalista, Trump cree que mientras se castiga a Estados Unidos con las cargas financieras que le impone el Acuerdo de París, China puede subir sus emisiones sin límites y la India doblar su producción de carbón.

Aunque el pacto ya ha entrado en vigor, las medidas decisivas comenzaran a ponerse en marcha a partir de 2020 cuando finalice el Protocolo de Kioto. Una de las premisas del acuerdo es que todos los países deben presentar planes para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

"Si bien se teme un retroceso de los compromisos medioambientales, debido al convencimiento de que la transición a una economía más verde ha ganado consenso dentro de la comunidad internacional -y a los aumentos de competitividad obtenidos con tecnologías amigables-, varios países han reafirmado su compromiso con el acuerdo, incluidos China e India", dijo a Télam Andrés Matías Schelp.

Para este analista que es licenciado en Ciencias Políticas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), "la conducta de Estados Unidos puede condicionar la efectiva implementación y cumplimiento de regulaciones dentro de países en vías de desarrollo y también impactar unilateralmente en el combate al cambio climático".

"No olvidemos que según el Acuerdo de París, la reducción de emisiones en el país de Trump representaría el 21% de las reducciones totales logradas hasta el año 2030", afirmó Schelp.

Antes de que se anunciara el retiro estadounidense, Trump bloqueó los principales acuerdos del G7 logrados por su antecesor en la presidencia, el demócrata Barack Obama.

Trump, sin embargo, no pudo evitar que se condenara el proteccionismo y que los otros seis miembros del grupo (Alemania, Italia, Canadá, Japón, Reino Unido y Francia) respaldaran los compromisos adoptados contra el cambio climático.

En medio de este panorama, Trump volvió a señalar que la mayoría de los miembros de la OTAN no aportan los fondos necesarios para las actividades de la Alianza Atlántica.

Trump dijo al semanario alemán Der Spiegel que los europeos "son malos, muy malos" en relación al superávit comercial alemán. "Fijense en los millones de coches que venden a Estados Unidos. Es terrible. Hay que pararlo", dijo el magnate, según esa publicación.

La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, que competirá por un cuarto mandato en las elecciones federales del 24 de septiembre, entendió a la perfección lo que dijo Trump y en consecuencia preparó a los alemanes para enfrentar el futuro.

"Los europeos tenemos que tomar el destino en nuestras manos", dijo Merkel durante un acto en Múnich, después de las recientes cumbres de la OTAN y del G7.

Merkel subrayó que las profundas divisiones que existen entre Europa y los Estados Unidos tienen un claro beneficiario: el presidente Putin. Ciertamente, el mandatario ruso está estrechando su alianza con China y Turquía, entre otros países.

Mientras Trump propone el proteccionismo económico, Merkel sigue creyendo en los beneficios de la globalización.

"Si la mirada analítica se dirige hacia el largo plazo lo que se pone sobre el tablero es si Alemania -o más bien Europa- pueden confiar en que los Estados Unidos serán un aliado incondicional con el que podrán contar a futuro en coyunturas problemáticas. A ello se debe en parte el renovado énfasis en la coordinación de una política exterior de seguridad de los miembros de la UE", sostiene Schelp.

Hoy Trump está en boca de todos. No es para menos. Parecía que se cree superior a los demás. Si algo le faltaba para diferenciarse de la Vieja Europa era retirarse de este pacto ecológico.

Su última jugada internacional ha confirmado los temores más pesimistas sobre las medidas que pondría en marcha al ganar la presidencia, tras dos periodos consecutivos de Obama.

Aquellos que ponían en duda el avance nacionalista de Trump, con su estilo provocador y petulante, depreciando a sus oponentes, empiezan a comprender que el magnate hablaba en serio cuando decía que iba a hacer algo diferente al resto de Europa para supuesto beneficio de Estados Unidos.

Por distintas razones, hay solo dos países que no firmaron la alianza climática: Siria y Nicaragua. Lo cierto es que ni siquiera Corea del Norte, considerado el país más aislado del mundo, se atrevió a ignorar el Acuerdo de París.


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