"Algunos países están atravesando momentos difíciles a nivel político, social y económico", aseveró este viernes el Pontífice al recibir en el Vaticano a una delegación del Instituto Ítalo Latinoamericano (IILA), en ocasión de su 50mo. aniversario.
"Los ciudadanos que tienen menos recursos son los primeros en notar la corrupción que existe en las distintas capas sociales y la mala distribución de las riquezas. Sé que muchos países trabajan y luchan para lograr una sociedad más justa, promoviendo una cultura de la legalidad", agregó ante los representantes del organismo conformado por Argentina, Italia y otros 19 países de la región.
Durante su discurso, y luego de recibir esta mañana en el Vaticano al presidente de la Pastoral Social argentina, monseñor Jorge Lozano, Francisco lamentó que "la actual crisis económica y social ha golpeado a la población y ha hecho que crezca la pobreza, la desocupación, la desigualdad social, como también que se explote y se abuse nuestra casa común".
"Ante esta situación se necesita un análisis que tenga en cuenta la realidad de las personas concretas, la realidad de nuestro pueblo. Esto nos ayudará a darnos cuenta de las necesidades reales que existen, como también a apreciar la riqueza que cada persona y pueblo encierra en sí misma", propuso.
En ese marco, Jorge Bergoglio sostuvo que "la promoción del diálogo político es esencial, ya sea entre los distintos miembros de esta Asociación, así como también con países de otros continentes, de modo especial con los de Europa, por los lazos que los unen".
"De entre las muchas acciones que se podrían realizar, considero que resalta por su importancia la promoción de una cultura del diálogo", sentenció el Obispo de Roma ante embajadores y representantes de los Estados miembros. "Pero no el 'diálogo de sordos", pidió.
"Los países de América latina son ricos en historia, cultura, recursos naturales; además sus gentes son 'buenas' y solidarias con los demás pueblos. Esto se ha comprobado ante las recientes catástrofes naturales, cómo se han ayudado unos a otros, siendo un ejemplo para toda la comunidad internacional", destacó el Pontífice al recibir a cerca de 200 miembros y trabajadores del organismo, entre ellos la secretaria técnico-científica, la argentina María Florencia Paoloni.
"Ante un mundo globalizado y cada vez más complejo, América Latina debe aunar esfuerzos para hacer frente al fenómeno de la emigración; y gran parte de sus causas se podían haber ya afrontado desde hace tiempo, pero nunca es tarde", convocó el Pontífice durante el encuentro en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
"La emigración ha existido siempre, pero en los últimos años se ha incrementado de una manera nunca antes vista. Nuestra gente, impulsada por la necesidad, va en busca de 'nuevos oasis', donde puedan encontrar mayor estabilidad y un trabajado que dé mayor dignidad a sus vidas", analizó.
"La emigración es un drama de división: se dividen las familias, los hijos se separan de sus padres, se alejan de su tierra de origen, hasta los mismos gobiernos y los países se dividen ante esta realidad. Se necesita fomentar una política conjunta de cooperación para abordar este tema", agregó.
Con sede en Roma, el IILA es un Organismo internacional del que son miembros Italia y veinte Repúblicas de América Latina en virtud del Convenio Internacional firmado el 1 de junio de 1966 y que entró en vigor tras haber sido ratificado por los Estados miembros el 11 de diciembre de ese año.
"Algunos países están atravesando momentos difíciles a nivel político, social y económico", aseveró este viernes el Pontífice al recibir en el Vaticano a una delegación del Instituto Ítalo Latinoamericano (IILA), en ocasión de su 50mo. aniversario.
"Los ciudadanos que tienen menos recursos son los primeros en notar la corrupción que existe en las distintas capas sociales y la mala distribución de las riquezas. Sé que muchos países trabajan y luchan para lograr una sociedad más justa, promoviendo una cultura de la legalidad", agregó ante los representantes del organismo conformado por Argentina, Italia y otros 19 países de la región.
Durante su discurso, y luego de recibir esta mañana en el Vaticano al presidente de la Pastoral Social argentina, monseñor Jorge Lozano, Francisco lamentó que "la actual crisis económica y social ha golpeado a la población y ha hecho que crezca la pobreza, la desocupación, la desigualdad social, como también que se explote y se abuse nuestra casa común".
"Ante esta situación se necesita un análisis que tenga en cuenta la realidad de las personas concretas, la realidad de nuestro pueblo. Esto nos ayudará a darnos cuenta de las necesidades reales que existen, como también a apreciar la riqueza que cada persona y pueblo encierra en sí misma", propuso.
En ese marco, Jorge Bergoglio sostuvo que "la promoción del diálogo político es esencial, ya sea entre los distintos miembros de esta Asociación, así como también con países de otros continentes, de modo especial con los de Europa, por los lazos que los unen".
"De entre las muchas acciones que se podrían realizar, considero que resalta por su importancia la promoción de una cultura del diálogo", sentenció el Obispo de Roma ante embajadores y representantes de los Estados miembros. "Pero no el 'diálogo de sordos", pidió.
"Los países de América latina son ricos en historia, cultura, recursos naturales; además sus gentes son 'buenas' y solidarias con los demás pueblos. Esto se ha comprobado ante las recientes catástrofes naturales, cómo se han ayudado unos a otros, siendo un ejemplo para toda la comunidad internacional", destacó el Pontífice al recibir a cerca de 200 miembros y trabajadores del organismo, entre ellos la secretaria técnico-científica, la argentina María Florencia Paoloni.
"Ante un mundo globalizado y cada vez más complejo, América Latina debe aunar esfuerzos para hacer frente al fenómeno de la emigración; y gran parte de sus causas se podían haber ya afrontado desde hace tiempo, pero nunca es tarde", convocó el Pontífice durante el encuentro en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
"La emigración ha existido siempre, pero en los últimos años se ha incrementado de una manera nunca antes vista. Nuestra gente, impulsada por la necesidad, va en busca de 'nuevos oasis', donde puedan encontrar mayor estabilidad y un trabajado que dé mayor dignidad a sus vidas", analizó.
"La emigración es un drama de división: se dividen las familias, los hijos se separan de sus padres, se alejan de su tierra de origen, hasta los mismos gobiernos y los países se dividen ante esta realidad. Se necesita fomentar una política conjunta de cooperación para abordar este tema", agregó.
Con sede en Roma, el IILA es un Organismo internacional del que son miembros Italia y veinte Repúblicas de América Latina en virtud del Convenio Internacional firmado el 1 de junio de 1966 y que entró en vigor tras haber sido ratificado por los Estados miembros el 11 de diciembre de ese año.