"Una cosa que necesitamos mucho en Brasil es trabajar con más disciplina", dijo Temer en un acto junto a su esposa, Marcela, en el lanzamiento de un programa nacional del voluntariado, en el Palacio del Planalto, luego de enaltecer el "patriotismo" de un coro de niños que cantó el himno nacional.
El presidente viajará mañana hacia Beijing para realizar una visita de Estado respondiendo a una invitación de su colega Xi Jinping, tras lo cual, entre el 3 y el 5 de septiembre, participará en la ciudad de Xiamen de la novena cumbre de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
"Brasil y China mantienen una alianza estratégica global, son dos economías fuertemente conectadas; Brasil es un destino seguro para inversiones chinas e importante proveedor de alimentos insumos a China, nuestro principal socio comercial", dijo el vocero presidencial, Alexandre Parola.
Temer y Xi Jingping firmarán acuerdos sobre infraestructura, salud, cultura y tecnología y luego el brasileño se reunirá con posibles inversores en el Seminario Empresarial Brasil-China.
Es posible que durante la ausencia de Temer, el fiscal general denuncie al presidente por obstrucción de la justicia y asociación ilícita, en el marco de la investigación por sobornos que dice haber pagado Joesley Batista, el empresario del frigorífico más grande del mundo, JBS.
La primera denuncia de Janot contra Temer, por corrupción pasiva, sólo será investigada cuando el presidente deje el cargo, el 31 de diciembre de 2018, ya que la Cámara de Diputados, en julio, rechazó apartar por seis meses al mandatario para someterse al proceso.
"Las posibilidades de una nueva denuncia son las mayores del mundo y debe estar bien fundamentada", dijo el jefe de gabinete, Eliseu Padilha, quien acusa a Janot de actuar políticamente contra Temer.
El fiscal dejará su cargo el 17 de septiembre para dar lugar a la elegida de Temer, Raquel Dodge, la nueva procuradora que deberá decidir sobre la continuidad de la investigación contra el jefe del Estado en el escándalo de corrupción causado por la delación de los ejecutivos de JBS.
"Una cosa que necesitamos mucho en Brasil es trabajar con más disciplina", dijo Temer en un acto junto a su esposa, Marcela, en el lanzamiento de un programa nacional del voluntariado, en el Palacio del Planalto, luego de enaltecer el "patriotismo" de un coro de niños que cantó el himno nacional.
El presidente viajará mañana hacia Beijing para realizar una visita de Estado respondiendo a una invitación de su colega Xi Jinping, tras lo cual, entre el 3 y el 5 de septiembre, participará en la ciudad de Xiamen de la novena cumbre de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
"Brasil y China mantienen una alianza estratégica global, son dos economías fuertemente conectadas; Brasil es un destino seguro para inversiones chinas e importante proveedor de alimentos insumos a China, nuestro principal socio comercial", dijo el vocero presidencial, Alexandre Parola.
Temer y Xi Jingping firmarán acuerdos sobre infraestructura, salud, cultura y tecnología y luego el brasileño se reunirá con posibles inversores en el Seminario Empresarial Brasil-China.
Es posible que durante la ausencia de Temer, el fiscal general denuncie al presidente por obstrucción de la justicia y asociación ilícita, en el marco de la investigación por sobornos que dice haber pagado Joesley Batista, el empresario del frigorífico más grande del mundo, JBS.
La primera denuncia de Janot contra Temer, por corrupción pasiva, sólo será investigada cuando el presidente deje el cargo, el 31 de diciembre de 2018, ya que la Cámara de Diputados, en julio, rechazó apartar por seis meses al mandatario para someterse al proceso.
"Las posibilidades de una nueva denuncia son las mayores del mundo y debe estar bien fundamentada", dijo el jefe de gabinete, Eliseu Padilha, quien acusa a Janot de actuar políticamente contra Temer.
El fiscal dejará su cargo el 17 de septiembre para dar lugar a la elegida de Temer, Raquel Dodge, la nueva procuradora que deberá decidir sobre la continuidad de la investigación contra el jefe del Estado en el escándalo de corrupción causado por la delación de los ejecutivos de JBS.