Caso Maldonado: con más de cien efectivos comenzó el rastrillaje en el río Chubut

Hay buzos, embarcaciones, personal a pie, helicópteros, drones y cámaras de alta definición. El operativo no ingresa al territorio considerado “sagrado” ocupado por la comunidad mapuche. La familia insiste con que la única hipótesis es la desaparición forzada y sigue quejándose por la investigación.

Metro por metro. Los uniformados federales rastrillan bajo las órdenes del juez Otranto para buscar evidencias sobre el joven Maldonado.
08 SEP 2017 - 21:53 | Actualizado

Con más de cien efectivos comenzó el rastrillaje en el río Chubut desde la zona de Leleque aguas abajo, buscando indicios de Santiago Maldonado, el joven desaparecido el 1º de agosto. La orden fue del juez federal de Esquel, Guido Otranto, con apoyo de Policía Federal, que dispuso un refuerzo importante de hombres para sumarse a los efectivos de la Subdelegación Esquel. La labor llevará días.

Prefectura Naval fue convocada con buzos y embarcaciones apropiadas para la tarea, además de un helicóptero y bomberos de la zona.

Una vez que ingresó al sitio de inicio de las actividades, Otranto vedó la entrada, con policías federales apostados en el camino que cruza el casco de la estancia Leleque de Benetton. Allí dos uniformados avisaban a la prensa que no se podía pasar. Fue difícil encontrar vías para llegar al menos cerca de las tareas. También se usaron drones y cámaras de alta definición.

Detalles

Ya a las 7 Otranto arribó a la Subdelegación Esquel de la Policía Federal, para coordinar los últimos detalles del operativo, mientras los federales arribados de otras ciudades se ponían a las órdenes con vehículos y equipamiento.

La logística del procedimiento se dio desde el casco de la estancia Leleque de Compañía de Tierras del Sud Argentino, del grupo Benetton, donde el personal de la compañía se veía muy activo.

Un equipo periodístico de Jornada buscó caminos alternativos por Vuelta del Río y el camino que lleva a Cushamen, y fue imposible tomar contacto con el lugar del trabajo en las aguas y márgenes del río Chubut.

Expectantes

En el Pu Lof en Resistencia Cushamen, la comunidad permanecía expectante en el puesto de guardia conocido como de portón amarillo. Ya fue desarmada la casilla original construida en marzo de 2015 sobre el cruce de ruta 40 y el camino que va a El Maitén cuando comenzó la ocupación. En el control, sobre la recta de la ruta transitando desde Esquel, se veía bastante movimiento, con presencia de varios vehículos de gente que estaba de visita.

El rastrillaje no ingresó al radio del Pu Lof, considerado tierra sagrada. Por eso la búsqueda partió de la zona de la estancia Leleque, frente al puesto de la Policía provincial ubicado sobre el camino a Cholila. Los miembros de la comunidad siguieron de cerca el operativo.

Hipótesis

Según Télam, los investigadores buscan rastros de Maldonado en una hipótesis diferente a la denunciada por el testigo Matías Santana, un mapuche de la comunidad que dijo haber visto, con unos binoculares, cómo efectivos de Gendarmería se llevaban a Maldonado en una camioneta, luego de golpearlo.

Una alternativa es que Maldonado podría haber escapado de Gendarmería y cruzar el río, o ahogarse y ser arrastrado por sus aguas, de lo que hasta el momento no hay testimonios en el tribunal de Esquel.

La familia de Maldonado sigue en la zona, con muchas expectativas en las diligencias, junto con su abogada, Verónica Heredia. Su afirmación de que fueron adulterados los libros de guardia de los Escuadrones 35 El Bolsón, 36 Esquel y 37 José de San Martín impactó muy fuerte en la causa.

Heredia dijo a Jornada que la fiscal Silvina Ávila transmitió a Sergio Maldonado, su esposa Andrea Antico y a ella, que la única hipótesis en la que trabajan es en la “desaparición forzada”.

La letrada confirmó que se constituyó en Esquel Juan Manuel Bayón de la Procuraduría de Violencia Institucional. E insistió con su preocupación ante la adulteración a partir del 17 de agosto, de los libros de los Escuadrones de la región, que fueron secuestrados por la Policía Federal. “Esto es grave y no se hizo nada desde la Fiscalía”, sostuvo.

Única versión

“Siempre tuvimos como única hipótesis la desaparición forzada de Santiago, excepto las autoridades y algunos medios”, aseguró en este sentido la letrada.

Señaló que en el expediente ya está acreditado que Santiago estuvo en Esquel el 29 de julio, participando de una marcha para pedir la libertad de Facundo Jones Huala, y que al joven lo golpeó Gendarmería y se lo llevó.

Según voceros de la comunidad mapuche, el procedimiento “más que un rastrillaje fue un operativo más abajo del Lof, en campos de Benetton”, y se extenderá “más arriba y más abajo del Pu Lof pero no dentro del Pu Lof”.

La familiares y la abogada habían expresado insatisfacción por el hecho de que el juez Otranto no los había notificado sobre el rastrillaje iniciado y pusieron en duda que esa medida permita avanzar en la investigación, porque “todos los testimonios e indicios apuntan a la desaparición forzada de Santiago durante la represión de Gendarmería”.

Por otro lado, en El Maitén permanece un grupo de gendarmes provenientes de distintas Unidades, entre ellas de La Pampa, que se asentaron allí desde la represión del 1º de agosto en el Pu Lof en Cushamen.

Están alojados en el gimnasio municipal, y ayer había poco movimiento en el recinto, pero sí personal en una suerte de guardia alrededor del edificio. Resta ahora aguardar cómo continuará el procedimiento oficial para la búsqueda.

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08 SEP 2017 - 21:53

Con más de cien efectivos comenzó el rastrillaje en el río Chubut desde la zona de Leleque aguas abajo, buscando indicios de Santiago Maldonado, el joven desaparecido el 1º de agosto. La orden fue del juez federal de Esquel, Guido Otranto, con apoyo de Policía Federal, que dispuso un refuerzo importante de hombres para sumarse a los efectivos de la Subdelegación Esquel. La labor llevará días.

Prefectura Naval fue convocada con buzos y embarcaciones apropiadas para la tarea, además de un helicóptero y bomberos de la zona.

Una vez que ingresó al sitio de inicio de las actividades, Otranto vedó la entrada, con policías federales apostados en el camino que cruza el casco de la estancia Leleque de Benetton. Allí dos uniformados avisaban a la prensa que no se podía pasar. Fue difícil encontrar vías para llegar al menos cerca de las tareas. También se usaron drones y cámaras de alta definición.

Detalles

Ya a las 7 Otranto arribó a la Subdelegación Esquel de la Policía Federal, para coordinar los últimos detalles del operativo, mientras los federales arribados de otras ciudades se ponían a las órdenes con vehículos y equipamiento.

La logística del procedimiento se dio desde el casco de la estancia Leleque de Compañía de Tierras del Sud Argentino, del grupo Benetton, donde el personal de la compañía se veía muy activo.

Un equipo periodístico de Jornada buscó caminos alternativos por Vuelta del Río y el camino que lleva a Cushamen, y fue imposible tomar contacto con el lugar del trabajo en las aguas y márgenes del río Chubut.

Expectantes

En el Pu Lof en Resistencia Cushamen, la comunidad permanecía expectante en el puesto de guardia conocido como de portón amarillo. Ya fue desarmada la casilla original construida en marzo de 2015 sobre el cruce de ruta 40 y el camino que va a El Maitén cuando comenzó la ocupación. En el control, sobre la recta de la ruta transitando desde Esquel, se veía bastante movimiento, con presencia de varios vehículos de gente que estaba de visita.

El rastrillaje no ingresó al radio del Pu Lof, considerado tierra sagrada. Por eso la búsqueda partió de la zona de la estancia Leleque, frente al puesto de la Policía provincial ubicado sobre el camino a Cholila. Los miembros de la comunidad siguieron de cerca el operativo.

Hipótesis

Según Télam, los investigadores buscan rastros de Maldonado en una hipótesis diferente a la denunciada por el testigo Matías Santana, un mapuche de la comunidad que dijo haber visto, con unos binoculares, cómo efectivos de Gendarmería se llevaban a Maldonado en una camioneta, luego de golpearlo.

Una alternativa es que Maldonado podría haber escapado de Gendarmería y cruzar el río, o ahogarse y ser arrastrado por sus aguas, de lo que hasta el momento no hay testimonios en el tribunal de Esquel.

La familia de Maldonado sigue en la zona, con muchas expectativas en las diligencias, junto con su abogada, Verónica Heredia. Su afirmación de que fueron adulterados los libros de guardia de los Escuadrones 35 El Bolsón, 36 Esquel y 37 José de San Martín impactó muy fuerte en la causa.

Heredia dijo a Jornada que la fiscal Silvina Ávila transmitió a Sergio Maldonado, su esposa Andrea Antico y a ella, que la única hipótesis en la que trabajan es en la “desaparición forzada”.

La letrada confirmó que se constituyó en Esquel Juan Manuel Bayón de la Procuraduría de Violencia Institucional. E insistió con su preocupación ante la adulteración a partir del 17 de agosto, de los libros de los Escuadrones de la región, que fueron secuestrados por la Policía Federal. “Esto es grave y no se hizo nada desde la Fiscalía”, sostuvo.

Única versión

“Siempre tuvimos como única hipótesis la desaparición forzada de Santiago, excepto las autoridades y algunos medios”, aseguró en este sentido la letrada.

Señaló que en el expediente ya está acreditado que Santiago estuvo en Esquel el 29 de julio, participando de una marcha para pedir la libertad de Facundo Jones Huala, y que al joven lo golpeó Gendarmería y se lo llevó.

Según voceros de la comunidad mapuche, el procedimiento “más que un rastrillaje fue un operativo más abajo del Lof, en campos de Benetton”, y se extenderá “más arriba y más abajo del Pu Lof pero no dentro del Pu Lof”.

La familiares y la abogada habían expresado insatisfacción por el hecho de que el juez Otranto no los había notificado sobre el rastrillaje iniciado y pusieron en duda que esa medida permita avanzar en la investigación, porque “todos los testimonios e indicios apuntan a la desaparición forzada de Santiago durante la represión de Gendarmería”.

Por otro lado, en El Maitén permanece un grupo de gendarmes provenientes de distintas Unidades, entre ellas de La Pampa, que se asentaron allí desde la represión del 1º de agosto en el Pu Lof en Cushamen.

Están alojados en el gimnasio municipal, y ayer había poco movimiento en el recinto, pero sí personal en una suerte de guardia alrededor del edificio. Resta ahora aguardar cómo continuará el procedimiento oficial para la búsqueda.


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