"Aquí presentamos robots cuyos cuerpos y sistemas de control pueden unirse para formar robots enteramente nuevos y retener todo el control sensomotriz. Nuestros modelos de control permiten a los robots exhibir propiedades que van más allá de las de máquinas actuales o de cualquier organismo biológico", destacaron los autores en el texto reproducido por EFE.
Muchos tipos de robots, señalaron los investigadores, están controlados por sistemas nerviosos robóticos cuyos sensores y transmisores, por ejemplo, están conectados a una unidad procesadora central.
Sin embrago, en la mayoría de esos casos esos sistemas están construidos para que se adapten exclusivamente a la forma del robot, lo que limita su flexibilidad, adaptabilidad y capacidades, precisan los expertos.
La adaptabilidad, apuntan, puede mejorarse con el uso de robots modulares, fabricados con unidades múltiples capaces de formar cuerpos colectivos.
Pero los avances en la coordinación y el control de los robots modulares se han visto limitados por el hecho de que las citadas unidades solo pueden generar un número limitado de cuerpos colectivos con formas predefinidas.
Estos autómatas de última generación, en cambio, pueden adoptar nuevas formas y tamaños en respuesta a una tarea específica o a un cambio de medio, al tiempo que son capaces de repararse a sí mismos retirando sus partes dañadas o reemplazándolas.
Los autores confían en que estos robots servirán, por ejemplo, para detectar, mover y elevar objetos, como ladrillos de construcción, si bien en el futuro no será necesario construirlos para que desarrollen solamente una tarea específica.
"Este trabajo nos acerca un poco más a los robots que podrán, de manera autónoma, cambiar su tamaño, forma y función", afirma el texto.
"Aquí presentamos robots cuyos cuerpos y sistemas de control pueden unirse para formar robots enteramente nuevos y retener todo el control sensomotriz. Nuestros modelos de control permiten a los robots exhibir propiedades que van más allá de las de máquinas actuales o de cualquier organismo biológico", destacaron los autores en el texto reproducido por EFE.
Muchos tipos de robots, señalaron los investigadores, están controlados por sistemas nerviosos robóticos cuyos sensores y transmisores, por ejemplo, están conectados a una unidad procesadora central.
Sin embrago, en la mayoría de esos casos esos sistemas están construidos para que se adapten exclusivamente a la forma del robot, lo que limita su flexibilidad, adaptabilidad y capacidades, precisan los expertos.
La adaptabilidad, apuntan, puede mejorarse con el uso de robots modulares, fabricados con unidades múltiples capaces de formar cuerpos colectivos.
Pero los avances en la coordinación y el control de los robots modulares se han visto limitados por el hecho de que las citadas unidades solo pueden generar un número limitado de cuerpos colectivos con formas predefinidas.
Estos autómatas de última generación, en cambio, pueden adoptar nuevas formas y tamaños en respuesta a una tarea específica o a un cambio de medio, al tiempo que son capaces de repararse a sí mismos retirando sus partes dañadas o reemplazándolas.
Los autores confían en que estos robots servirán, por ejemplo, para detectar, mover y elevar objetos, como ladrillos de construcción, si bien en el futuro no será necesario construirlos para que desarrollen solamente una tarea específica.
"Este trabajo nos acerca un poco más a los robots que podrán, de manera autónoma, cambiar su tamaño, forma y función", afirma el texto.