Vinos: seis nuevos productores se suman en el Valle

Por Darío Roberts / @darioroberts

Media docena de productores iniciarán en los próximos días la implantación de vides en el Valle Inferior del Río Chubut y se sumarán a aquellos que desde hace años han emprendido la tarea de cosechar uvas para la producción de vinos en nuestra zona, una idea que se multiplica en otros valles de Chubut.

Estos nuevos proyectos cuentan con el aval del INTA, desde donde al mismo tiempo se ha iniciado un proceso para lograr la habilitación de una sala de elaboración comunitaria de vinos, lo que permitiría ya no solo hacer vinos de carácter experimental, sino también un envasado en condiciones de ser comercializado.

Jornada habló con la Ingeniera Agrónoma Belén Pugh, Coordinadora del Proyecto Regional con Enfoque Territorial de los valles irrigados en la parte inferior del Río Chubut y Sarmiento, sobre los alcances de los viñedos en el VIRCh y la producción de vinos, a una semana de una charla abierta a productores y público en general que se realizará en Gaiman.

El encuentro se realizará el próximo viernes 27 de octubre en el Centro “Arturo Roberts” de la localidad valletana, donde según la ingeniera “se dará una charla muy breve sobre conceptos generales a tener en cuenta para implantar vid y después una práctica afuera. Eso después será un ensayo que vamos a tener cada vez que tengamos una actividad vamos a convocar a los interesados para que lo puedan ver y hacerlo en el lugar”

La tarea en conjunto entre el INTA y el Centro “Arturo Roberts” se da en el marco de “una vinculación entre las instituciones dónde venimos haciendo una serie de actividades en conjunto, allí disponen de un lotecito, tienen una muy buena ubicación para llegar de distintos lugares, está muy visible y se aprovechó esa oportunidad y además se logró que se donara de un vivero de Mendoza unas plantas, todos aportan un pequeño granito”.

Cada lugar con su variedad

Sobre los viñedos chubutenses y el impuso que parece haber tomado la actividad vitivinícola en nuestro territorio, la Ingeniera Agrónoma Belén Pugh explica que “es muy variable depende el lugar o la zona de la provincia. Hay características un poco diferentes entre la cordillera, sarmiento y el VIRCh. Aquí –en el valle inferior- fue el primer lugar donde se arrancó por el impulso de un técnico del INTA, Eduardo Pugh, ya fallecido, quien vino con esa idea de alto valle, y empezó a hacer prueba de variedades aquí y después empezó a elaborar” dijo.

La Coordinadora del Proyecto Enfoques Territoriales sostuvo que en una primera etapa no hubo una adhesión muy fuerte y quienes se sumaron lo hicieron “como una alternativa a otras producciones, no es que dedicaran a eso, sino que tenían una pequeña plantación para hacer vinos, ese siempre fue el objetivo inicial, no era para vender la uva, pero siempre como complemento de otras actividades”.

“En la cordillera surge con otro perfil de productor, otra capacidad de inversión y más ligado a un perfil turístico, propio de esa zona y con otro potencial de crecimiento; esos son los que han movido más y han tenido contacto con gente del gobierno. Esa tarea les ha permitido llegar a lugares donde por ahí el productor más pequeño no ha podido llegar”.

En un tercer punto estaría el valle de Sarmiento, “que tiene una producción muy grande, la más grande de Chubut que es una empresa que se llama Fruto de los Lagos, con una plantación muy grande, ya instalaron su bodega, y después están los productores de la meseta donde hay una variedad de plantaciones, mucho loteo asociado a la vid, lo que le otorga otras particularidades”.

Nesa era el proyecto pensado inicialmente para este valle, en el inta tenemos información para quien quiera encarar una producción chiquita o una empresa o la información,

Nuevos productores

“En este valle hay todavía muy poquitos productores, gente ligada tradicionalmente a la horticultura, al forraje, que le han sumado media hectárea de vid y ahora se están sumando nuevos productores, seis en total, también con media hectárea cada uno, quienes estarán plantando la próxima semana; van a pasos pequeños pero firmes” dijo la Ingeniera Pugh.

Ese trabajo es en “vinculación directa con el INTA, ellos elaboran aquí adentro, van aprendiendo el proceso en la estación experimental mientras van armando sus lugares de elaboración; es una suerte de bodeguita escuela que ahora estamos tramitando su habilitación como sala de elaboración comunitaria, para que este reglamentada”.

En ese sentido, la ingeniera dejó en claro que los productores que elaboran vinos en las instalaciones del INTA “lo hacen con un control, se elabora bajo las pautas que se fijan desde el INTA, contamos con el asesoramiento de un enólogo de Alto Valle que está participando; es decir no viene cada uno a hacer un vino con su receta, hay controles mínimos, protocolos y si después cada uno en su bodega quiere darle más días de maduración o agregarle más madera, por ejemplo, ya es otra historia, acá hay un protocolo básico y común para todos”.

Los varietales del Valle

Desde el INTA se colabora en las gestiones para que los productores tengan acceso a las plantas que después llevarán a su lote. “Nuestra labor pasa por darle toda la información de los viveros que están en orden, que tienen las certificaciones y con los cuales no van a tener ningún inconveniente en pasar las barreras sanitarias, porque hay plagas de la vid que no están en la región y se cuida mucho de que no se introduzcan; colaboramos en esa gestión, después los productores son los que cierran la compra con el vivero, porque no tenemos uno en particular, sino que ofrecemos toda la información”.

En cuanto a las cepas más utilizadas en nuestra zona, la ingeniera agrónoma sostuvo que “en la actualidad se han reducidos las variedades que se están trabajando, hubo una prueba inicial de muchas” y afirmó que “claramente en estos lugares los vinos de mejor calidad son los blancos, pero a nivel de producción uno no los recomiendo porque comercialmente tienen poca demanda”.

Para los vinos tintos se recomiendan variedades de ciclo corto, para garantizar una maduración correcta de la cepa y que el vino tenga buena calidad y en ese sentido “el pinot noir, que tiene uno de los ciclos más cortos se da muy bien, sale un vino de muy buena calidad, y con un color que no tiene otra zona, debido a la alternancia entre el calor y el frío del día y la noche en esta latitud”.

“El Malbec nuestro es bueno, no es el de Mendoza ni lo será, pero se dan buenos Malbec y cada año mejora porque está asociado al envejecimiento de las plantas y entonces el vino se expresa en su mayor potencial; y una tercera variedad es el syrah, pero de esa se animan a plantar poco; acá en la estación la mejor es el syrah, pero hay poquito” expicó la ingeniera agrónoma Belén Pugh. #