Un singular hecho de violencia deportiva ocurrió en las Infantiles de la Liga del Valle. Se enmarca en la escalada de agresiones físicas hacia los árbitros en todo el país.
El suceso en cuestión ocurrió en el partido de semifinales entre Racing Club y La Ribera, de la categoría 2004. El árbitro del encuentro, Miguel Coñuecar denunció que fue agredido por un jugador ribereño.
Posteriormente, fue golpeado por un mayor de edad. Estos hechos motivó la suspensión del cotejo, desarrollado en el Cayetano Castro el domingo pasado .
La denuncia
“Casi al final del partido, a los 29 minutos, cobro un offside a favor de La Ribera con el marcador 1-0 para Racing. Los jugadores de ambos equipos creen que había dado por terminado el juego. Ahí, el capitán de La Ribera, I.G., me exige explicaciones. Estaba muy sacado (sic)”, relató Coñuecar a Jornada.
“En esa situación, I.G., que estaba amonestado, le pega un golpe de puño en el estómago a un jugador de Racing. Este reacciona y golpea en el pecho a I.G., quien simula un golpe en el rostro. Yo expulso a ambos por conducta violenta”, agregó.
“El joven de Racing se retira correctamente. Pero I.G., tras recibir la roja, se levanta agresivamente y me da golpes de puño en el pecho, en reiteradas veces. Yo no reacciono. Esa es la instrucción que tenemos”, comentó Coñuecar.
Otro golpe
“En ese momento, otros jugadores de La Ribera comienzan a golpear a sus pares de Racing. En ese instante, entran varias personas visitantes al campo de juego”, relató. “Mis compañeros de terna, Ángel Díaz y Marcos Garay, tratan de protegerme de los ataques de estos individuos. Pero uno de ellos logra darme un golpe en la boca y me rompe el labio”, acotó el árbitro.
“A esto se suman varias amenazas. Y otro adulto intenta agredir a Garay. Cuando la situación se calma, doy por suspendido el partido a los 30 minutos de juego. No se podía seguir jugando en esas condiciones”, resaltó el referí .
“Estas situaciones son totalmente vergonzosas. No puede ser que haya personas que estén predispuestas a agredir y a pegarles a los árbitros. Esto se tiene se terminar de una buena vez”, concluyó.
Al cierre de esta edición, Coñuecar, con asesoramiento del SADRA Chubut y la AANECH (Asociación de Árbitros del Noreste del Chubut), resolvía si radicaba la denuncia policial correspondiente.
Cautela en La Ribera
Este medio consultó a Carlos Proboste, vicepresidente de la La Ribera, sobre los acontecimientos denunciados. El dirigente se excusó. Indicó que antes de expresarse, desea ver el informe arbitral, que fue presentado ayer en la Liga del Valle.
Un singular hecho de violencia deportiva ocurrió en las Infantiles de la Liga del Valle. Se enmarca en la escalada de agresiones físicas hacia los árbitros en todo el país.
El suceso en cuestión ocurrió en el partido de semifinales entre Racing Club y La Ribera, de la categoría 2004. El árbitro del encuentro, Miguel Coñuecar denunció que fue agredido por un jugador ribereño.
Posteriormente, fue golpeado por un mayor de edad. Estos hechos motivó la suspensión del cotejo, desarrollado en el Cayetano Castro el domingo pasado .
La denuncia
“Casi al final del partido, a los 29 minutos, cobro un offside a favor de La Ribera con el marcador 1-0 para Racing. Los jugadores de ambos equipos creen que había dado por terminado el juego. Ahí, el capitán de La Ribera, I.G., me exige explicaciones. Estaba muy sacado (sic)”, relató Coñuecar a Jornada.
“En esa situación, I.G., que estaba amonestado, le pega un golpe de puño en el estómago a un jugador de Racing. Este reacciona y golpea en el pecho a I.G., quien simula un golpe en el rostro. Yo expulso a ambos por conducta violenta”, agregó.
“El joven de Racing se retira correctamente. Pero I.G., tras recibir la roja, se levanta agresivamente y me da golpes de puño en el pecho, en reiteradas veces. Yo no reacciono. Esa es la instrucción que tenemos”, comentó Coñuecar.
Otro golpe
“En ese momento, otros jugadores de La Ribera comienzan a golpear a sus pares de Racing. En ese instante, entran varias personas visitantes al campo de juego”, relató. “Mis compañeros de terna, Ángel Díaz y Marcos Garay, tratan de protegerme de los ataques de estos individuos. Pero uno de ellos logra darme un golpe en la boca y me rompe el labio”, acotó el árbitro.
“A esto se suman varias amenazas. Y otro adulto intenta agredir a Garay. Cuando la situación se calma, doy por suspendido el partido a los 30 minutos de juego. No se podía seguir jugando en esas condiciones”, resaltó el referí .
“Estas situaciones son totalmente vergonzosas. No puede ser que haya personas que estén predispuestas a agredir y a pegarles a los árbitros. Esto se tiene se terminar de una buena vez”, concluyó.
Al cierre de esta edición, Coñuecar, con asesoramiento del SADRA Chubut y la AANECH (Asociación de Árbitros del Noreste del Chubut), resolvía si radicaba la denuncia policial correspondiente.
Cautela en La Ribera
Este medio consultó a Carlos Proboste, vicepresidente de la La Ribera, sobre los acontecimientos denunciados. El dirigente se excusó. Indicó que antes de expresarse, desea ver el informe arbitral, que fue presentado ayer en la Liga del Valle.