Juez y fiscal de Lava Jato critican a Temer por indultos a corruptos
El juez Sergio Moro y el fiscal jefe de la Operación Lava Jato, Deltan Dallagnol, fustigaron hoy al presidente brasileño por haber firmado un decreto que flexibiliza las reglas para conceder indultos de Navidad a los condenados por corrupción y lavado de dinero.
"El generoso indulto refleja la falta de compromiso de una parte del poder político en el enfrentamiento a la corrupción y transmite un pésimo mensaje hacia la sociedad", dijo el juez Moro en declaraciones al diario O Globo.
El jefe de los fiscales de Lava Jato en la ciudad de Curitiba, Deltan Dallagnol, calificó la medida de inconstitucional.
Temer redujo las condiciones para los indultos de cada Navidad: hasta ahora ganaba su libertad quien había cumplido un tercio de una pena máxima de 12 años en delitos sin violencia, como corrupción y lavado de dinero.
A partir de este diciembre se necesitará un quinto de la condena cumplida para estar en condiciones de recibir el indulto presidencial, algo que el equipo de Lava Jato considera una señal para los políticos y empresarios condenados por corrupción, muchos de los cuales pertenecen al círculo íntimo de Temer y a su fuerza, el Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB).
"Se trata de un momento político adecuado para tener una visión más liberal del tema del indulto", explicó el ministro de Justicia, Torquato Jardim.
Pero además de Moro, la reacción más fuerte provino del fiscal Dallagnol, conocido también por haber confeccionado una presentación de power point el año pasado para acusar al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, finalmente condenado por el magistrado a 9 años y seis meses de prisión.
Brasil, "paraíso de los delitos de guante blanco"
"El indulto consagra a Brasil como paraíso de los delitos de guante blanco. Desestimula nuevos acuerdos de colaboración", dijo el fiscal en alusión a la figura de delación premiada y se preguntó: "¿Quién aceptará delatar si ya sabe que el 80% de su condena será mejor que cualquier acuerdo?".
El jefe de los fiscales de la Operación Lava Jato en la primera instancia de Curitiba, capital del estado sureño de Paraná, fronterizo con Misiones, intentó en vano que el Congreso apruebe un paquete de 10 medidas contra la corrupción y fue sondeado, según la prensa, como posible candidato a senador en octubre próximo.
"Este indulto tiene un desvío de finalidad, porque es usado para proteger a cierta gente y no como una forma humanitaria de vaciar las cárceles en Navidad", dijo Dallagnol, que citó el caso del ex diputado Luiz Argolo, del oficialista Solidaridad, condenado a 11 años y 11 meses de cárcel por corrupción y lavado de dinero y posible primer beneficiario del decreto.
Temer se encuentra denunciado por la Procuración General de la República en dos causas por corrupción, asociación ilícita y obstrucción de la justicia.
Como las denuncias fueron rechazadas por la Cámara de Diputados en dos votaciones, las causas se activarán una vez que el actual gobernante deje los fueros.
El mandato de Temer finaliza el 31 de diciembre de 2018.
"El generoso indulto refleja la falta de compromiso de una parte del poder político en el enfrentamiento a la corrupción y transmite un pésimo mensaje hacia la sociedad", dijo el juez Moro en declaraciones al diario O Globo.
El jefe de los fiscales de Lava Jato en la ciudad de Curitiba, Deltan Dallagnol, calificó la medida de inconstitucional.
Temer redujo las condiciones para los indultos de cada Navidad: hasta ahora ganaba su libertad quien había cumplido un tercio de una pena máxima de 12 años en delitos sin violencia, como corrupción y lavado de dinero.
A partir de este diciembre se necesitará un quinto de la condena cumplida para estar en condiciones de recibir el indulto presidencial, algo que el equipo de Lava Jato considera una señal para los políticos y empresarios condenados por corrupción, muchos de los cuales pertenecen al círculo íntimo de Temer y a su fuerza, el Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB).
"Se trata de un momento político adecuado para tener una visión más liberal del tema del indulto", explicó el ministro de Justicia, Torquato Jardim.
Pero además de Moro, la reacción más fuerte provino del fiscal Dallagnol, conocido también por haber confeccionado una presentación de power point el año pasado para acusar al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, finalmente condenado por el magistrado a 9 años y seis meses de prisión.
Brasil, "paraíso de los delitos de guante blanco"
"El indulto consagra a Brasil como paraíso de los delitos de guante blanco. Desestimula nuevos acuerdos de colaboración", dijo el fiscal en alusión a la figura de delación premiada y se preguntó: "¿Quién aceptará delatar si ya sabe que el 80% de su condena será mejor que cualquier acuerdo?".
El jefe de los fiscales de la Operación Lava Jato en la primera instancia de Curitiba, capital del estado sureño de Paraná, fronterizo con Misiones, intentó en vano que el Congreso apruebe un paquete de 10 medidas contra la corrupción y fue sondeado, según la prensa, como posible candidato a senador en octubre próximo.
"Este indulto tiene un desvío de finalidad, porque es usado para proteger a cierta gente y no como una forma humanitaria de vaciar las cárceles en Navidad", dijo Dallagnol, que citó el caso del ex diputado Luiz Argolo, del oficialista Solidaridad, condenado a 11 años y 11 meses de cárcel por corrupción y lavado de dinero y posible primer beneficiario del decreto.
Temer se encuentra denunciado por la Procuración General de la República en dos causas por corrupción, asociación ilícita y obstrucción de la justicia.
Como las denuncias fueron rechazadas por la Cámara de Diputados en dos votaciones, las causas se activarán una vez que el actual gobernante deje los fueros.
El mandato de Temer finaliza el 31 de diciembre de 2018.