Unicef pide u$s 3.600 millones para ayudar a los niños en peligro

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) solicitó hoy 3.600 millones de dólares para ayudar este año a 48 millones de niños y niñas que viven en medio de crisis humanitarias causadas por conflictos o por catástrofes naturales, en zonas donde la falta de agua es una amenaza mortal.

"En mi país, la pobreza, qué tristeza...".
30 ENE 2018 - 11:54 | Actualizado


El pedido de dinero para asistir a la infancia en peligro siguió a una fuerte denuncia internacional de Unicef, al advertir que "el sufrimiento de los menores se exacerba porque las partes beligerantes en conflictos muestran una flagrante indiferencia por la vida de los niños".

Entre los países con más niños en riesgo y prioritarios en la agenda, el organismo ubicó a Irak, Nigeria, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Siria y Yemen, segúj señaló en organismo internacional en un comunicado.

En cifras concretas: hoy uno de cada cuatro niños vive en un país afectado por un conflicto o un desastre, indicó.

"No solamente les atacan directamente, sino que también les niegan el acceso a los servicios básicos debido a los daños y a la destrucción que sufren las escuelas, los hospitales y la infraestructura civil", agregó la declaración.

Uno de las mayores amenazas son las enfermedades transmitidas por aguas no aptas para el consumo, indicó y señaló que hay 117 millones de personas, niños en muchos casos, que carecen de acceso a agua potable.

Unicef se comprometió a proporcionar agua potable y saneamiento a 35,7 millones de personas, el doble de las atendidas en 2017.


Ese letal círculo vicioso entre la desnutrición y las enfermedades

"La amenaza es aún mayor debido a que millones de niños hacen frente a niveles de desnutrición potencialmente mortales, y esto les hace más susceptibles de contraer enfermedades transmitidas por el agua como el cólera, creando un círculo vicioso de desnutrición y enfermedad", explicó Manuel Fontaine, responsable de emergencias de Unicef. 

Y remarcó: "en países en guerra más niños mueren por enfermedades relacionadas con la falta de agua potable y saneamiento que por los propios conflictos".

La mayor proporción del dinero pedido -casi 1.300 millones- será destinada a 6,9 millones de pequeños sirios, sobrevivientes del conflicto que va por su octavo año. 

Hoy el organismo denunció un aumento de la muerte de menores por las hostilidades en Siria durante las últimas dos semanas, con más de una veintena de menores muertos.

Otra de las advertencias de Unicef es la situación de más de 378.000 niños en riesgo de muerte en Libia, un país sumido en el caos y la guerra civil desde que en 2011, tras la caída de Muammar Kaddafi. 

Según el representante del organismo en Libia, Abdel Rahman al Ghandur, Unicef pide "20 millones de dólares" para mejorar las respuestas frente a la emergencia de los chicos de ese país al norte de África. 

Además de los efectos devastadores de la guerra, el vacío estatal y la lucha por el poder entre el gobierno sostenido por la ONU en Trípoli y el dirigido por el mariscal Jalifa Hafter en Tobruk convirtieron al país en un paraíso para las mafias que trafican con armas, combustible y personas.

Según datos de la ONU, el 54 % de las más de 170.000 personas que se vieron forzadas a desplazarse de forma interna a causa de la guerra en Libia, son niños.

También muchos niños y niñas, en sus intentos de escapar o migrar, son víctimas de abusos, violencia de todo tipo y violaciones por parte de grupos armados rebeldes, de prácticas ilegales de ciertos ejércitos y de extremistas.

"En mi país, la pobreza, qué tristeza...".
30 ENE 2018 - 11:54


El pedido de dinero para asistir a la infancia en peligro siguió a una fuerte denuncia internacional de Unicef, al advertir que "el sufrimiento de los menores se exacerba porque las partes beligerantes en conflictos muestran una flagrante indiferencia por la vida de los niños".

Entre los países con más niños en riesgo y prioritarios en la agenda, el organismo ubicó a Irak, Nigeria, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Siria y Yemen, segúj señaló en organismo internacional en un comunicado.

En cifras concretas: hoy uno de cada cuatro niños vive en un país afectado por un conflicto o un desastre, indicó.

"No solamente les atacan directamente, sino que también les niegan el acceso a los servicios básicos debido a los daños y a la destrucción que sufren las escuelas, los hospitales y la infraestructura civil", agregó la declaración.

Uno de las mayores amenazas son las enfermedades transmitidas por aguas no aptas para el consumo, indicó y señaló que hay 117 millones de personas, niños en muchos casos, que carecen de acceso a agua potable.

Unicef se comprometió a proporcionar agua potable y saneamiento a 35,7 millones de personas, el doble de las atendidas en 2017.


Ese letal círculo vicioso entre la desnutrición y las enfermedades

"La amenaza es aún mayor debido a que millones de niños hacen frente a niveles de desnutrición potencialmente mortales, y esto les hace más susceptibles de contraer enfermedades transmitidas por el agua como el cólera, creando un círculo vicioso de desnutrición y enfermedad", explicó Manuel Fontaine, responsable de emergencias de Unicef. 

Y remarcó: "en países en guerra más niños mueren por enfermedades relacionadas con la falta de agua potable y saneamiento que por los propios conflictos".

La mayor proporción del dinero pedido -casi 1.300 millones- será destinada a 6,9 millones de pequeños sirios, sobrevivientes del conflicto que va por su octavo año. 

Hoy el organismo denunció un aumento de la muerte de menores por las hostilidades en Siria durante las últimas dos semanas, con más de una veintena de menores muertos.

Otra de las advertencias de Unicef es la situación de más de 378.000 niños en riesgo de muerte en Libia, un país sumido en el caos y la guerra civil desde que en 2011, tras la caída de Muammar Kaddafi. 

Según el representante del organismo en Libia, Abdel Rahman al Ghandur, Unicef pide "20 millones de dólares" para mejorar las respuestas frente a la emergencia de los chicos de ese país al norte de África. 

Además de los efectos devastadores de la guerra, el vacío estatal y la lucha por el poder entre el gobierno sostenido por la ONU en Trípoli y el dirigido por el mariscal Jalifa Hafter en Tobruk convirtieron al país en un paraíso para las mafias que trafican con armas, combustible y personas.

Según datos de la ONU, el 54 % de las más de 170.000 personas que se vieron forzadas a desplazarse de forma interna a causa de la guerra en Libia, son niños.

También muchos niños y niñas, en sus intentos de escapar o migrar, son víctimas de abusos, violencia de todo tipo y violaciones por parte de grupos armados rebeldes, de prácticas ilegales de ciertos ejércitos y de extremistas.


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