“No son restos de desaparecidos”

La investigadora del CENPAT-Conicet Julieta Gómez Otero descartó que los huesos hallados en Península Valdés estuvieran ligados a víctimas del terrorismo de estado y afirmó que se corresponden con hallazgos arqueológicos sobre los que ya estuvieron trabajando.

14 FEB 2018 - 11:20 | Actualizado

Gómez Otero es  licenciada y Doctora en Antropología y se desempeña como Investigadora Independiente del CONICET en el Laboratorio de Arqueología del Centro Científico Tecnológico (CCT) CENPAT.

En una entrevista que brindó al programa “Ciudad Animal” que se emite por Radio Vinilo de Puerto Madryn, Gómez Otero afirmó que “lo básico que puedo decir es lo que no es. No son restos que aparecieron en Pirámides hace años que nosotros hubieramos re enterramos en la estancia San Pablo de Valdés de Vida Silvestre. Esos restos  que extrajimos en dos etapas en el año 2.000 y 2.003 fueron estudiados, datados y esa información fue devuelta  a la comuidad a partir de charlas”.

La investigadora sostuvo que “tampoco son restos de desaparecidos; eso fue lo que más me preocupó por la sensibilidad del tema.  Imaginate que las personas que tienen familiares desaparecidos deben haber recibido esa noticia con gran conmoción” y aclaró que de acuerdo a los primeros datos se trata de “restos humanos de pueblos originarios, muy antiguos, que nosotros los registramos y analizamos in situ en el año 2016 por segunda vez”.

Gómez Otero dijo en la entrevista radial que fueron observados “por primera vez en el año 2012, aparecieron de las fuertes tormentas de vientos que son comunes, estaban dispersos  en la superficie, a unos 4 kilómetros de la costa, en un lugar inaccesible para la gente, y rescatamos los que quedaban al descubierto, los estudiamos y datamos y la datación de dos individuos dio aproximadamente 3000 años”.

“Ahora la naturaleza hizo su trabajo,  reaparecieron en el mismo lugar otros restos humanos,  concurrimos ante la denuncia que hicieron” indicó la especialista y afirmó que en su momento a partir del estrecho vínculo con las comunidades de pueblos originarios “nos expresaron su desacuerdo con que los restos fueran excavados, porque para ellos es importante que continúen en ese lugar, en la tierra, por lo tanto hicimos un registro fotográfico, tomamos medidas, todo lo que hace un arqueólogo y para preservarlos los tapamos con bolsas, de esas tipo consorcio y también de arpillera blanca, de nylon y pusimos arribas arena y ramas porque las ramas justamente capturan el sedimento”.

La profesional indicó que más allá de las medida tomadas “con el viento y la lluvia deben haber quedado al descubierto, y estas personas que andaban en cuatriciclo, que tampoco está bien porque es una propiedad privada y todos sabemos el daño que los cuatriciclos hacen al material arqueológico, lo vieron y se diseminó esta noticia por las redes sociales, cosa que nos superó”.

En ese sentido, la Dra. Julieta Gómez Otero llamó a la reflexión de quienes hallan restos de este tipo porque sostuvo que “hay mucha gente que sale a caminar y hay un gran yacimiento paleontológico y arqueológico en toda la Patagonia, entonces las personas creen que los objetos son de ellos mismos, de quienes los encuentran y no es así; por ley es del estado provincial representando por sus habitantes, y es la memoria de nuestra historia, que no comienza ni con los españoles, ni con los galeses, comienza miles de años atrás con los pueblos originarios”.
 

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14 FEB 2018 - 11:20

Gómez Otero es  licenciada y Doctora en Antropología y se desempeña como Investigadora Independiente del CONICET en el Laboratorio de Arqueología del Centro Científico Tecnológico (CCT) CENPAT.

En una entrevista que brindó al programa “Ciudad Animal” que se emite por Radio Vinilo de Puerto Madryn, Gómez Otero afirmó que “lo básico que puedo decir es lo que no es. No son restos que aparecieron en Pirámides hace años que nosotros hubieramos re enterramos en la estancia San Pablo de Valdés de Vida Silvestre. Esos restos  que extrajimos en dos etapas en el año 2.000 y 2.003 fueron estudiados, datados y esa información fue devuelta  a la comuidad a partir de charlas”.

La investigadora sostuvo que “tampoco son restos de desaparecidos; eso fue lo que más me preocupó por la sensibilidad del tema.  Imaginate que las personas que tienen familiares desaparecidos deben haber recibido esa noticia con gran conmoción” y aclaró que de acuerdo a los primeros datos se trata de “restos humanos de pueblos originarios, muy antiguos, que nosotros los registramos y analizamos in situ en el año 2016 por segunda vez”.

Gómez Otero dijo en la entrevista radial que fueron observados “por primera vez en el año 2012, aparecieron de las fuertes tormentas de vientos que son comunes, estaban dispersos  en la superficie, a unos 4 kilómetros de la costa, en un lugar inaccesible para la gente, y rescatamos los que quedaban al descubierto, los estudiamos y datamos y la datación de dos individuos dio aproximadamente 3000 años”.

“Ahora la naturaleza hizo su trabajo,  reaparecieron en el mismo lugar otros restos humanos,  concurrimos ante la denuncia que hicieron” indicó la especialista y afirmó que en su momento a partir del estrecho vínculo con las comunidades de pueblos originarios “nos expresaron su desacuerdo con que los restos fueran excavados, porque para ellos es importante que continúen en ese lugar, en la tierra, por lo tanto hicimos un registro fotográfico, tomamos medidas, todo lo que hace un arqueólogo y para preservarlos los tapamos con bolsas, de esas tipo consorcio y también de arpillera blanca, de nylon y pusimos arribas arena y ramas porque las ramas justamente capturan el sedimento”.

La profesional indicó que más allá de las medida tomadas “con el viento y la lluvia deben haber quedado al descubierto, y estas personas que andaban en cuatriciclo, que tampoco está bien porque es una propiedad privada y todos sabemos el daño que los cuatriciclos hacen al material arqueológico, lo vieron y se diseminó esta noticia por las redes sociales, cosa que nos superó”.

En ese sentido, la Dra. Julieta Gómez Otero llamó a la reflexión de quienes hallan restos de este tipo porque sostuvo que “hay mucha gente que sale a caminar y hay un gran yacimiento paleontológico y arqueológico en toda la Patagonia, entonces las personas creen que los objetos son de ellos mismos, de quienes los encuentran y no es así; por ley es del estado provincial representando por sus habitantes, y es la memoria de nuestra historia, que no comienza ni con los españoles, ni con los galeses, comienza miles de años atrás con los pueblos originarios”.
 


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