El asesino serial que costará millones a Buenos Aires

Se llama Mario Oscar Sallago y fue condenado por dos crímenes, pero se le adjudica otro, además de abusos e intentos de violación. Ahora el Estado bonaerense deberá pagar más de 9 millones de pesos por el homicidio de una menor. Chubut también fue demandada por los padres de la víctima.

Entre rejas. Así ha vivido Sallago por 35 años tras matar en Chubut.
09 JUN 2018 - 20:58 | Actualizado

Por Dario Roberts / @darioroberts

Un tribunal bonaerense condenó al Estado de esa provincia a pagar más de $ 9 millones de pesos a los padres de una niña de 7 años que fue violada y asesinada por un hombre que ya había sido condenado por otro crimen ocurrido en Chubut hace 35 años.

Se trata de Mario Oscar Sallago, quien fue condenado por la Justicia chubutense tras matar a una mujer en Puerto Madryn durante el año 1983, además de abusar de la pequeña hija que tenían en común.

Aquella condena fue reducida en reiteradas oportunidades, tanto por la aplicación del denominado “dos por uno”, como por rebajas consecutivas aplicadas en nuestra provincia durante los gobiernos de Fernando Cosentino y Carlos Maestro. Por la morigeración de aquella primera condena, los padres de la menor asesinada en 2001 en Olavarría también demandaron al Estado chubutense, pero esa causa aún está pendiente de resolución.

Una historia de terror

Sallago no solo fue condenado por los crímenes de Catalina Bernal y de la niña Jennifer Falcón, sino que se sospecha que fue el principal sospechoso del crimen de otra niña en Neuquén, a la cual también habría violado, y de al menos dos intentos de abuso contra otros menores.

Todo arrancó en la década de 1980 cuando Sallago vivía en Trelew. Por aquel tiempo el hombre estaba en pareja y tenía tres hijos con Natividad Echagallo. La relación no era la mejor y el hombre dejó el hogar para formar pareja con otra mujer en Madryn, sin embargo en 1983 regresó al hogar junto a la nena de 7 años.

Sallago le dijo a su pareja que la niña se iba a quedar con ellos porque él había matado a la madre y amenazó con hacer lo propio con Echagallo si hablaba. La mujer fue ante la policía y contó lo ocurrido, lo cual fue ratificado horas después cuando una comisión policial fue a la casa de la otra mujer en Madryn y encontró muerta a Catalina Bernal, con su cabeza deshecha a martillazos.

El hombre había nacido en 1948 y tenía 42 cuando fue detenido. En el juicio se demostró que Sallago había violado a la hija que tenía con Bernal y el homicidio ocurrió cuando la mujer lo descubrió. La Justicia chubutense lo condenó a 21 años de prisión, pero solo cumplió 16 años entre rejas, a raíz de una serie de beneficios sobre el cómputo de la pena.

Leyes y decretos

Entre aquel crimen y el último homicidio por el que fue condenado, pasaron 18 años, en los cuales Sallago recuperó la libertad gracias a una serie de beneficios que permitieron acortar su condena inicial en cinco años.

La primera reducción de pena ocurrió en 1984 por aplicación de la Ley Nº 23.070 que establecía una reducción de un tercio de la pena para todos los condenados entre 1976 y 1983.

Años después, en 1991, el condenado pidió una reducción al Poder Ejecutivo de Chubut y el STJ aconsejó una reducción de seis meses en la pena, la cual fue ratificada por un decreto del entonces gobernador Fernando Cosentino. Un año después obtuvo tres meses más de reducción y en esa oportunidad fue el exgobernador Maestro quien firmó el decreto que beneficiaba a Sallago.

En 1993 otro decreto de Maestro permitió achicar en seis meses la pena, a pedido del reo y esa situación se reiteró en 1993 con un decreto similar, que rebaja otro semestre la condena original.

Sallago intentó con otros dos pedidos rebajar aún más la condena, pero en esa oportunidad el ejecutivo negó esa chance y la fecha de cumplimiento de la pena quedó para el 19 de noviembre de 2001.

El condenado cumplió la última parte de su pena en un penal de Neuquén y en esa provincia se instaló tras salir en libertad, pero pasaron pocos meses hasta que otra vez se vio involucrado en episodios pocos felices.

Nuevos hechos

Primero fue una denuncia de dos niños de 11 y 7 años que señalaron que una persona con sus características les habría ofrecido dinero y alimentos si aceptaban tener relaciones con él. Los niños se negaron pero esa persona los llevó a un baldío cercano, donde les pegó e intentó abusarlos, sin embargo los chicos lograron escapar.

La policía lo buscó en Neuquén y no lo encontró, pero lo capturaron en Olavarría. Por ese entonces apareció en esa provincia patagónica el cuerpo de una niña violada y asesinada, en un baldío cercano al lugar donde había ocurrido el episodio anterior.

La pequeña víctima tenía 6 años e hija de un lavacoches que trabajaba en proximidades de la terminal de ómnibus, zona que frecuentaba Sallago. Fue imputado por ese crimen pero finalmente quedó desvinculado del caso, aunque siguió preso por la tentativa de abuso a los otros dos menores.

Las pruebas en su contra se fueron desvaneciendo con el paso de los días y finalmente salió el libertad tras el fallo absolutorio de la Cámara del Crimen de Neuquén. De allí no se supo nada más de él, hasta el crimen de Jennifer Falcón en Olavarría.

Un crimen y una demanda

La pequeña Jennifer Falcón tenía 7 años cuando fue asesinada. El autor del crimen la encontró en la calle, en momentos que la niña había ido a comprar a un kiosco. La raptó, la violó y la asesinó en un baldío, para luego tapar su cuerpo con tierra y malezas.

Sallago había llegado a Olavarría por segunda vez, tras ser absuelto por la justicia neuquina y un mes antes del crimen de la menor la madre de otro niño había denunciado el intento de violación del menor por parte de un hombre cuyas características coincidirían con las del depravado.

Por el crimen de Jennifer el sujeto fue condenado a prisión perpetua, pero los padres de la niña iniciaron una demanda contra los Estados provinciales de Chubut, Neuquén y Buenos Aires. En el caso de Chubut es por la responsabilidad de haber reducido la pena original contra Sallago a través de cuatro decretos dictados por dos gobernadores que permitieron sucesivas conmutaciones de pena.

En el caso de Neuquén “por la supuesta falta de servicio en la que habrían incurrido sus magistrados en la tramitación e investigación de otros delitos de la misma índole efectuados con anterioridad, por los cuales Sallago fue detenido, procesado y finalmente dejado en libertad”.

En el caso de Buenos Aires “por la omisión en que incurrieron los integrantes de la Comisaría Primera de Olavarría, a quienes acusan de no haber cumplido con los deberes a su cargo, puesto que hicieron caso omiso de una denuncia por abuso deshonesto que días antes formuló otra persona -que ni siquiera fue asentada en el momento-, lo que contribuyó a que no se evitara el daño cuya reparación se solicita”.

Finalmente, tras un fallo de primera instancia contra el Estado bonaerense, la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Azul confirmó esa sentencia contra la provincia por el daño ocasionado a los padres de Jennifer Falcon, quien fue violada y asesinada en febrero de 2001.

Los magistrados Esteban Louge Emiliozzi y Lucrecia Inés, ratificaron la resolución de la jueza María Hilda Galdós, respecto de la responsabilidad del Estado y elevaron el monto indemnizatorio a un total de $ 9 millones de pesos, según confirmó Jornada.

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Entre rejas. Así ha vivido Sallago por 35 años tras matar en Chubut.
09 JUN 2018 - 20:58

Por Dario Roberts / @darioroberts

Un tribunal bonaerense condenó al Estado de esa provincia a pagar más de $ 9 millones de pesos a los padres de una niña de 7 años que fue violada y asesinada por un hombre que ya había sido condenado por otro crimen ocurrido en Chubut hace 35 años.

Se trata de Mario Oscar Sallago, quien fue condenado por la Justicia chubutense tras matar a una mujer en Puerto Madryn durante el año 1983, además de abusar de la pequeña hija que tenían en común.

Aquella condena fue reducida en reiteradas oportunidades, tanto por la aplicación del denominado “dos por uno”, como por rebajas consecutivas aplicadas en nuestra provincia durante los gobiernos de Fernando Cosentino y Carlos Maestro. Por la morigeración de aquella primera condena, los padres de la menor asesinada en 2001 en Olavarría también demandaron al Estado chubutense, pero esa causa aún está pendiente de resolución.

Una historia de terror

Sallago no solo fue condenado por los crímenes de Catalina Bernal y de la niña Jennifer Falcón, sino que se sospecha que fue el principal sospechoso del crimen de otra niña en Neuquén, a la cual también habría violado, y de al menos dos intentos de abuso contra otros menores.

Todo arrancó en la década de 1980 cuando Sallago vivía en Trelew. Por aquel tiempo el hombre estaba en pareja y tenía tres hijos con Natividad Echagallo. La relación no era la mejor y el hombre dejó el hogar para formar pareja con otra mujer en Madryn, sin embargo en 1983 regresó al hogar junto a la nena de 7 años.

Sallago le dijo a su pareja que la niña se iba a quedar con ellos porque él había matado a la madre y amenazó con hacer lo propio con Echagallo si hablaba. La mujer fue ante la policía y contó lo ocurrido, lo cual fue ratificado horas después cuando una comisión policial fue a la casa de la otra mujer en Madryn y encontró muerta a Catalina Bernal, con su cabeza deshecha a martillazos.

El hombre había nacido en 1948 y tenía 42 cuando fue detenido. En el juicio se demostró que Sallago había violado a la hija que tenía con Bernal y el homicidio ocurrió cuando la mujer lo descubrió. La Justicia chubutense lo condenó a 21 años de prisión, pero solo cumplió 16 años entre rejas, a raíz de una serie de beneficios sobre el cómputo de la pena.

Leyes y decretos

Entre aquel crimen y el último homicidio por el que fue condenado, pasaron 18 años, en los cuales Sallago recuperó la libertad gracias a una serie de beneficios que permitieron acortar su condena inicial en cinco años.

La primera reducción de pena ocurrió en 1984 por aplicación de la Ley Nº 23.070 que establecía una reducción de un tercio de la pena para todos los condenados entre 1976 y 1983.

Años después, en 1991, el condenado pidió una reducción al Poder Ejecutivo de Chubut y el STJ aconsejó una reducción de seis meses en la pena, la cual fue ratificada por un decreto del entonces gobernador Fernando Cosentino. Un año después obtuvo tres meses más de reducción y en esa oportunidad fue el exgobernador Maestro quien firmó el decreto que beneficiaba a Sallago.

En 1993 otro decreto de Maestro permitió achicar en seis meses la pena, a pedido del reo y esa situación se reiteró en 1993 con un decreto similar, que rebaja otro semestre la condena original.

Sallago intentó con otros dos pedidos rebajar aún más la condena, pero en esa oportunidad el ejecutivo negó esa chance y la fecha de cumplimiento de la pena quedó para el 19 de noviembre de 2001.

El condenado cumplió la última parte de su pena en un penal de Neuquén y en esa provincia se instaló tras salir en libertad, pero pasaron pocos meses hasta que otra vez se vio involucrado en episodios pocos felices.

Nuevos hechos

Primero fue una denuncia de dos niños de 11 y 7 años que señalaron que una persona con sus características les habría ofrecido dinero y alimentos si aceptaban tener relaciones con él. Los niños se negaron pero esa persona los llevó a un baldío cercano, donde les pegó e intentó abusarlos, sin embargo los chicos lograron escapar.

La policía lo buscó en Neuquén y no lo encontró, pero lo capturaron en Olavarría. Por ese entonces apareció en esa provincia patagónica el cuerpo de una niña violada y asesinada, en un baldío cercano al lugar donde había ocurrido el episodio anterior.

La pequeña víctima tenía 6 años e hija de un lavacoches que trabajaba en proximidades de la terminal de ómnibus, zona que frecuentaba Sallago. Fue imputado por ese crimen pero finalmente quedó desvinculado del caso, aunque siguió preso por la tentativa de abuso a los otros dos menores.

Las pruebas en su contra se fueron desvaneciendo con el paso de los días y finalmente salió el libertad tras el fallo absolutorio de la Cámara del Crimen de Neuquén. De allí no se supo nada más de él, hasta el crimen de Jennifer Falcón en Olavarría.

Un crimen y una demanda

La pequeña Jennifer Falcón tenía 7 años cuando fue asesinada. El autor del crimen la encontró en la calle, en momentos que la niña había ido a comprar a un kiosco. La raptó, la violó y la asesinó en un baldío, para luego tapar su cuerpo con tierra y malezas.

Sallago había llegado a Olavarría por segunda vez, tras ser absuelto por la justicia neuquina y un mes antes del crimen de la menor la madre de otro niño había denunciado el intento de violación del menor por parte de un hombre cuyas características coincidirían con las del depravado.

Por el crimen de Jennifer el sujeto fue condenado a prisión perpetua, pero los padres de la niña iniciaron una demanda contra los Estados provinciales de Chubut, Neuquén y Buenos Aires. En el caso de Chubut es por la responsabilidad de haber reducido la pena original contra Sallago a través de cuatro decretos dictados por dos gobernadores que permitieron sucesivas conmutaciones de pena.

En el caso de Neuquén “por la supuesta falta de servicio en la que habrían incurrido sus magistrados en la tramitación e investigación de otros delitos de la misma índole efectuados con anterioridad, por los cuales Sallago fue detenido, procesado y finalmente dejado en libertad”.

En el caso de Buenos Aires “por la omisión en que incurrieron los integrantes de la Comisaría Primera de Olavarría, a quienes acusan de no haber cumplido con los deberes a su cargo, puesto que hicieron caso omiso de una denuncia por abuso deshonesto que días antes formuló otra persona -que ni siquiera fue asentada en el momento-, lo que contribuyó a que no se evitara el daño cuya reparación se solicita”.

Finalmente, tras un fallo de primera instancia contra el Estado bonaerense, la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Azul confirmó esa sentencia contra la provincia por el daño ocasionado a los padres de Jennifer Falcon, quien fue violada y asesinada en febrero de 2001.

Los magistrados Esteban Louge Emiliozzi y Lucrecia Inés, ratificaron la resolución de la jueza María Hilda Galdós, respecto de la responsabilidad del Estado y elevaron el monto indemnizatorio a un total de $ 9 millones de pesos, según confirmó Jornada.


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