El 15 por ciento de las embarazadas padece afecciones

El 15% de las embarazadas padece alguna afección que puede complicar la gestación, según advirtieron especialistas del Hospital de Clínicas, que destacaron que "el control prenatal resulta fundamental".

05 JUL 2018 - 10:12 | Actualizado

 


 "El control prenatal es la columna vertebral en la que se sostiene todo el seguimiento de un embarazo", sostuvo Javier Hojman, jefe de la División Obstetricia del Hospital de Clínicas.

   Hojman indicó que existen tres grupos que engloban las afecciones que pueden complicar o interrumpir la gestación, afirma el profesional y enumera: "en primer lugar vienen las enfermedades que fueron diagnosticadas previamente a que la mujer quede embarazada como es el caso de la diabetes, la hipertensión o enfermedades autoinmunes como el VIH/SIDA".

   En segundo lugar, define las afecciones que son propias del embarazo como la Hipertensión Inducida por el Embarazo (HIE) o la Diabetes Gestacional "donde la prevalencia en algunos casos supera el 15%".

   "Y en la última categoría se encuentran las patologías que pueden darse en cualquier momento de la vida y no necesariamente son consecuencia del embarazo, desde una simple infección urinaria a una neumonía" señaló Hojman.

   "Actualmente, en nuestras pacientes, la complicación médica más frecuente es la Diabetes Gestacional con una prevalencia aproximada de entre el 15 y 20%", aclaró el especialista.

   El médico afirmó que "el Hospital de Clínicas es un centro de derivación, la prevalencia de embarazadas con enfermedades crónicas es superior al de la mayoría de las maternidades, observamos diagnóstico de hipertensión arterial crónica, enfermedades autoinmunes, diabetes, cardiopatías e incluso pacientes con cáncer".

   Los problemas médicos en el embarazo serán uno de los temas destacados durante el 17º Congreso Internacional de Medicina Interna del Hospital de Clínicas.

   "Las complicaciones del embarazo representan un desafío mayúsculo en la práctica profesional. Los embarazos de alto riesgo requieren un abordaje interdisciplinario, basado en el conocimiento científico y el apoyo de neonatología de avanzada", aseguró.

   Como regla general se suele decir que la gran mayoría de enfermedades crónicas pueden complicar el curso del embarazo pero no siempre el embarazo empeora el curso de la enfermedad de base, algunas patologías se mantienen estables, otras empeoran e incluso algunas pueden presentar mejoría.

   "Habitualmente se solía relacionar el embarazo de alto riesgo solo con enfermedades graves, hoy en día se tiene un abordaje mucho más profundo e integral de la paciente, extendiendo el alto riesgo también a circunstancias psicológicas y sociales que pueden afectar a la embarazada", remarcó el profesional.

   Toda paciente que tiene una enfermedad crónica, sin importar de cual se trate, y desee llevar adelante un embarazo debería realizar una consulta preconcepcional.

   "Es muy importante en estos casos determinar dos cuestiones: 1° Como afecta la enfermedad de base de la paciente al curso del embarazo y 2° como el embarazo puede afectar el curso de la enfermedad de base", añadió.

   Dentro del grupo de embarazos de alto riesgo que no están ligados a afecciones de salud se encuentran los embarazos adolescentes, uno de los grupos vulnerables en la población.

   En Argentina el embarazo adolescente es un problema de salud pública.

   Anualmente se producen 110.000 nacimientos de mujeres de menos de 19 años, esto significa que cada 5 minutos una adolescente se transforma en madre y cada 3 horas, una niña de menos de 15 años también lo hace.

   Los embarazos no planificados en mujeres con afecciones previas multiplican las chances de malos resultados maternos, fetales y perinatales.

   "Los adolescentes en general realizan menos controles prenatales de lo indicado, lo que aumenta las chances de tener complicaciones durante el embarazo: anemia, desnutrición, parto pretermino y rotura prematura de membranas, entre otras", aclara.

  A estos problemas de salud se debe agregar la compleja temática social que en muchos casos estigmatiza e incluso limita el desarrollo social y personal de la madre adolescente", puntualizó el especialista.

   Hojman dijo además que "el embarazo adolescente siempre debe ser considerado de alto riesgo".

   "En la División Obstetricia se formó un equipo de profesionales especialmente dedicado a asistir, contener y brindar atención a las adolescentes embarazadas, a través de un abordaje sensible e interdisciplinario", concluyó.

 

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05 JUL 2018 - 10:12

 


 "El control prenatal es la columna vertebral en la que se sostiene todo el seguimiento de un embarazo", sostuvo Javier Hojman, jefe de la División Obstetricia del Hospital de Clínicas.

   Hojman indicó que existen tres grupos que engloban las afecciones que pueden complicar o interrumpir la gestación, afirma el profesional y enumera: "en primer lugar vienen las enfermedades que fueron diagnosticadas previamente a que la mujer quede embarazada como es el caso de la diabetes, la hipertensión o enfermedades autoinmunes como el VIH/SIDA".

   En segundo lugar, define las afecciones que son propias del embarazo como la Hipertensión Inducida por el Embarazo (HIE) o la Diabetes Gestacional "donde la prevalencia en algunos casos supera el 15%".

   "Y en la última categoría se encuentran las patologías que pueden darse en cualquier momento de la vida y no necesariamente son consecuencia del embarazo, desde una simple infección urinaria a una neumonía" señaló Hojman.

   "Actualmente, en nuestras pacientes, la complicación médica más frecuente es la Diabetes Gestacional con una prevalencia aproximada de entre el 15 y 20%", aclaró el especialista.

   El médico afirmó que "el Hospital de Clínicas es un centro de derivación, la prevalencia de embarazadas con enfermedades crónicas es superior al de la mayoría de las maternidades, observamos diagnóstico de hipertensión arterial crónica, enfermedades autoinmunes, diabetes, cardiopatías e incluso pacientes con cáncer".

   Los problemas médicos en el embarazo serán uno de los temas destacados durante el 17º Congreso Internacional de Medicina Interna del Hospital de Clínicas.

   "Las complicaciones del embarazo representan un desafío mayúsculo en la práctica profesional. Los embarazos de alto riesgo requieren un abordaje interdisciplinario, basado en el conocimiento científico y el apoyo de neonatología de avanzada", aseguró.

   Como regla general se suele decir que la gran mayoría de enfermedades crónicas pueden complicar el curso del embarazo pero no siempre el embarazo empeora el curso de la enfermedad de base, algunas patologías se mantienen estables, otras empeoran e incluso algunas pueden presentar mejoría.

   "Habitualmente se solía relacionar el embarazo de alto riesgo solo con enfermedades graves, hoy en día se tiene un abordaje mucho más profundo e integral de la paciente, extendiendo el alto riesgo también a circunstancias psicológicas y sociales que pueden afectar a la embarazada", remarcó el profesional.

   Toda paciente que tiene una enfermedad crónica, sin importar de cual se trate, y desee llevar adelante un embarazo debería realizar una consulta preconcepcional.

   "Es muy importante en estos casos determinar dos cuestiones: 1° Como afecta la enfermedad de base de la paciente al curso del embarazo y 2° como el embarazo puede afectar el curso de la enfermedad de base", añadió.

   Dentro del grupo de embarazos de alto riesgo que no están ligados a afecciones de salud se encuentran los embarazos adolescentes, uno de los grupos vulnerables en la población.

   En Argentina el embarazo adolescente es un problema de salud pública.

   Anualmente se producen 110.000 nacimientos de mujeres de menos de 19 años, esto significa que cada 5 minutos una adolescente se transforma en madre y cada 3 horas, una niña de menos de 15 años también lo hace.

   Los embarazos no planificados en mujeres con afecciones previas multiplican las chances de malos resultados maternos, fetales y perinatales.

   "Los adolescentes en general realizan menos controles prenatales de lo indicado, lo que aumenta las chances de tener complicaciones durante el embarazo: anemia, desnutrición, parto pretermino y rotura prematura de membranas, entre otras", aclara.

  A estos problemas de salud se debe agregar la compleja temática social que en muchos casos estigmatiza e incluso limita el desarrollo social y personal de la madre adolescente", puntualizó el especialista.

   Hojman dijo además que "el embarazo adolescente siempre debe ser considerado de alto riesgo".

   "En la División Obstetricia se formó un equipo de profesionales especialmente dedicado a asistir, contener y brindar atención a las adolescentes embarazadas, a través de un abordaje sensible e interdisciplinario", concluyó.

 


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