El ganador del “Bake Off” quiere estudiar en Europa y crear su propia escuela de pastelería

El joven disfruta en la ciudad de su popularidad. Transmite sus conocimientos a los chicos y realiza múltiples acciones solidarias. Proyecta aprender inglés y el año próximo, estudiar en las altas escuelas europeas. “Quiero aprender y después traer todo lo nuevo a Comodoro”, contó Gastón.

22 JUL 2018 - 20:39 | Actualizado

Por Ismael Tebes

La pastelería parece hacer escuela y tener asegurado su futuro, en la medida que jóvenes vocacionales como Gastón Salas (20) sigan horneando con pasión, descubriendo nuevos sabores y conceptos; entendiendo que hay nuevos límites por explorar.
El suceso provocado por el comodorense que se convirtió en el mejor pastelero amateur del país, parece trascender con una mirada renovada. Y Gastón lo asume: tiene llegada con los chicos; bien en claro sus objetivos profesionales y capitaliza el boom mediático con actividades que quizás le permitan inconscientemente, sembrar una semilla.
“Estaba muy agradecido a toda la gente de la ciudad por el apoyo de siempre y siempre mi objetivo fue defender las raíces allá en Buenos Aires. Eso fue uno los principios desde que me anoté en el concurso, pude ganar y creo que por eso Comodoro estuvo en la boca de todos y seguirá estando ojalá por cosas buenas”.
Salas se convirtió en una especie de embajador pastelero en la televisión. Desde el exitoso ciclo “Bake Off” en la pantalla de Telefé y cada domingo por la noche, mostró su creatividad; su pasión por lo dulce y en especial, su esencia patagónica. De hecho, su trabajo ganador en la final del concurso hizo referencia al Cerro emblema que tiene la ciudad, un “Chenque” nada casual. “Cuando subí fotos del cerro nevado, muchos comentarios me preguntaban si ese era el verdadero Cerro Chenque. Eso quiere decir que muchos conocieron mi lugar a través de esa torta y se interiorizaron a su manera por la Patagonia”.

Agenda

El joven pastelero permanecerá en la zona hasta el primero de agosto y posteriormente viajará a Buenos Aires para cumplir con los distintos compromisos que le plantea su contrato con el canal. Esto implica una serie de actividades promocionales, presencias en programas y acciones complementarias en todo el país. Y hasta diciembre, mantendría este intenso ritmo en Capital Federal con visitas esporádicas para visitar a su familia en el barrio Ceferino Namuncurá. “Todos me piden alguna torta, hasta los periodistas”, bromea.
A futuro, proyecta estudiar inglés. Y asume que conocer idiomas le facilitará la adaptación cuando decida ir tras el sueño de estudiar en alguna Escuela de Europa. “Tengo ganas de ir a estudiar allá, no porque desprestiguie las escuelas que hay en el país sino porque viajar te abre la cabeza a otros sabores y también a otras culturas”. Inclusive el propio Christophe Krywonis, uno de los prestigiosos jurados del Bake Off, le abrirá puertas y sugerirá las mejores escuelas de lo que se considera la cuna de la pastelería mundial.
“Quiero estudiar el año que viene, irme a Europa para perfeccionarme, aprender y para traerme lo último y lo nuevo a Comodoro. Sigue en pie el proyecto de tener mi propia Escuela de Pastelería, seguramente será lo que viene. También me gustaría hacer un libro de recetas y seguir dando cursos”.

Formación

Se define como autodidacta y recuerda que su único formación pasó por una Escuela de Gastronomía cuando apenas tenía cinco años. “Unos de los requisitos para el Bake Off era no haber estudiado, ser totalmente amateur. Mis dos abuelas influyeron mucho en mi vocación, siempre me gustó conocer, mirar; hacer mis propias tortas y decorarlas”.
“Debo decir que me defiendo con lo salado, pero no me gusta tanto. Elegí la repostería y creo que soy un apasionado que siempre busca innovar, sorprender y hacer algo distinto”, explicó.
En una misma semana recibió el saludo del intendente Carlos Linares y la mención honorífica “Cerro Chenque” que entrega el Concejo Deliberante. “Estoy muy contento por el reconocimiento. Feliz de estar viviendo esto. Y sobre todo muy feliz de volver a la ciudad, ver los paisajes, el mar y la gente. El tiempo dirá pero quiero estar constantemente en la ciudad”.
Gastón, junto a su compañera Julia, dieron una clase abierta y gratuita en el Centro Cultural a más de cuatrocientos chicos en la que además recaudaron elementos para dos merenderos de la ciudad.
Y hasta contó los secretos de sus tortas consagratorias en el concurso: la cartera en base a crema de café y la última, la patagónica coronada por el Cerro Chenque.
El programa se grabó en una quinta en Benavídez con una dinámica televisiva particular. “Los tiempos de elaboración eran reales; lo demás se iba planificando de acuerdo a la producción. Grabábamos todo el día, a veces llevábamos ropa para cambiarnos y adecuarla a cada programa y había que acordarse de los detalles para el día de los reportajes” recordó el joven comodorense que se caracterizó por la solidaridad con sus compañeros de programa.
“El recibimiento de mi familia fue único. Y reconozco que me siento muy bien cuando la  gente me manifiesta su afecto, me felicita y se saca foto o hace algún video. Yo me siento feliz de darles mi tiempo y hablar, preguntarles qué hacían mientras miraban el programa e interactuar por las redes sociales”.
Como resultó su propia participación en el programa de Telefé, prefiere no planificar más allá de sus propias ganas; dejar que el destino fluya hacia lo que le tiene asignado.#

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22 JUL 2018 - 20:39

Por Ismael Tebes

La pastelería parece hacer escuela y tener asegurado su futuro, en la medida que jóvenes vocacionales como Gastón Salas (20) sigan horneando con pasión, descubriendo nuevos sabores y conceptos; entendiendo que hay nuevos límites por explorar.
El suceso provocado por el comodorense que se convirtió en el mejor pastelero amateur del país, parece trascender con una mirada renovada. Y Gastón lo asume: tiene llegada con los chicos; bien en claro sus objetivos profesionales y capitaliza el boom mediático con actividades que quizás le permitan inconscientemente, sembrar una semilla.
“Estaba muy agradecido a toda la gente de la ciudad por el apoyo de siempre y siempre mi objetivo fue defender las raíces allá en Buenos Aires. Eso fue uno los principios desde que me anoté en el concurso, pude ganar y creo que por eso Comodoro estuvo en la boca de todos y seguirá estando ojalá por cosas buenas”.
Salas se convirtió en una especie de embajador pastelero en la televisión. Desde el exitoso ciclo “Bake Off” en la pantalla de Telefé y cada domingo por la noche, mostró su creatividad; su pasión por lo dulce y en especial, su esencia patagónica. De hecho, su trabajo ganador en la final del concurso hizo referencia al Cerro emblema que tiene la ciudad, un “Chenque” nada casual. “Cuando subí fotos del cerro nevado, muchos comentarios me preguntaban si ese era el verdadero Cerro Chenque. Eso quiere decir que muchos conocieron mi lugar a través de esa torta y se interiorizaron a su manera por la Patagonia”.

Agenda

El joven pastelero permanecerá en la zona hasta el primero de agosto y posteriormente viajará a Buenos Aires para cumplir con los distintos compromisos que le plantea su contrato con el canal. Esto implica una serie de actividades promocionales, presencias en programas y acciones complementarias en todo el país. Y hasta diciembre, mantendría este intenso ritmo en Capital Federal con visitas esporádicas para visitar a su familia en el barrio Ceferino Namuncurá. “Todos me piden alguna torta, hasta los periodistas”, bromea.
A futuro, proyecta estudiar inglés. Y asume que conocer idiomas le facilitará la adaptación cuando decida ir tras el sueño de estudiar en alguna Escuela de Europa. “Tengo ganas de ir a estudiar allá, no porque desprestiguie las escuelas que hay en el país sino porque viajar te abre la cabeza a otros sabores y también a otras culturas”. Inclusive el propio Christophe Krywonis, uno de los prestigiosos jurados del Bake Off, le abrirá puertas y sugerirá las mejores escuelas de lo que se considera la cuna de la pastelería mundial.
“Quiero estudiar el año que viene, irme a Europa para perfeccionarme, aprender y para traerme lo último y lo nuevo a Comodoro. Sigue en pie el proyecto de tener mi propia Escuela de Pastelería, seguramente será lo que viene. También me gustaría hacer un libro de recetas y seguir dando cursos”.

Formación

Se define como autodidacta y recuerda que su único formación pasó por una Escuela de Gastronomía cuando apenas tenía cinco años. “Unos de los requisitos para el Bake Off era no haber estudiado, ser totalmente amateur. Mis dos abuelas influyeron mucho en mi vocación, siempre me gustó conocer, mirar; hacer mis propias tortas y decorarlas”.
“Debo decir que me defiendo con lo salado, pero no me gusta tanto. Elegí la repostería y creo que soy un apasionado que siempre busca innovar, sorprender y hacer algo distinto”, explicó.
En una misma semana recibió el saludo del intendente Carlos Linares y la mención honorífica “Cerro Chenque” que entrega el Concejo Deliberante. “Estoy muy contento por el reconocimiento. Feliz de estar viviendo esto. Y sobre todo muy feliz de volver a la ciudad, ver los paisajes, el mar y la gente. El tiempo dirá pero quiero estar constantemente en la ciudad”.
Gastón, junto a su compañera Julia, dieron una clase abierta y gratuita en el Centro Cultural a más de cuatrocientos chicos en la que además recaudaron elementos para dos merenderos de la ciudad.
Y hasta contó los secretos de sus tortas consagratorias en el concurso: la cartera en base a crema de café y la última, la patagónica coronada por el Cerro Chenque.
El programa se grabó en una quinta en Benavídez con una dinámica televisiva particular. “Los tiempos de elaboración eran reales; lo demás se iba planificando de acuerdo a la producción. Grabábamos todo el día, a veces llevábamos ropa para cambiarnos y adecuarla a cada programa y había que acordarse de los detalles para el día de los reportajes” recordó el joven comodorense que se caracterizó por la solidaridad con sus compañeros de programa.
“El recibimiento de mi familia fue único. Y reconozco que me siento muy bien cuando la  gente me manifiesta su afecto, me felicita y se saca foto o hace algún video. Yo me siento feliz de darles mi tiempo y hablar, preguntarles qué hacían mientras miraban el programa e interactuar por las redes sociales”.
Como resultó su propia participación en el programa de Telefé, prefiere no planificar más allá de sus propias ganas; dejar que el destino fluya hacia lo que le tiene asignado.#


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