Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. Y en la búsqueda de Romina y Yanina Fredes. Dos mujeres, que alguna vez fueron niñas, que hoy ya son madres, y por más de 20 años han enfrentado una cruel y cruda verdad: su madre se fue de casa y jamás volvieron a saber de ella. Ahora las chicas, ya adultas, han comenzado una búsqueda que, de tener éxito, sería como encontrar un remedio para una larga y triste verdad.
Toda su vida han vivido a la intemperie de una situación sentida a flor de piel, inexcusable e inexplicable. Su madre un día se fue y no volvió. Y si volvió, ellas nunca se enteraron. “Estamos buscando a nuestra mamá. Ella se separó de mi papá hace 23 años y nunca más supimos de ella. Ya la buscamos en los medios básicos para buscar a una persona como ANSES, AFIP, Registro Civil. No vota y no me figura como fallecida. Así seguimos buscando tratando de encontrarla para saber si le pasó algo o si se fue porque eso es lo que decidió”, comenzó relatando la joven a Jornada Play. “Empezamos a buscar cuando yo tenía 16 años, mi hermana era más chica, cuando nos fuimos de casa de mi papá. Como fue avanzando el tema de Facebook empezamos a encontrar a los familiares y amigos. Por ahora ellos (los familiares) saben menos que nosotros. Se enteraron meses después que ella (la mamá) estaba desaparecida. Pero tampoco hicieron mucho. Ellos son gente de campo no manejan redes sociales”, cuenta Romina sobre la búsqueda emprendida.
La mamá
La mamá buscada es Claudia Estela Baigorria, se fue en el año 1994. Nació en San Juan, vinieron a vivir a Puerto Madryn en el año 1988. El DNI de ella es 30.015.071. Nació el 8 de mayo de 1971 y hoy tendría 47 años. “Aparentemente, a ella la anotaron tarde y el número de DNI no le coincide con la edad. Por eso costó mucho conseguir datos”, asegura Romina.
Sobre lo que les contó su papá, las chicas afirman que “cuando ellos se separaron. Ellos ya habían tenido varias separaciones. Aparentemente ella era de irse unas semanas y volver. Cuando se fue por última vez él pensó que volvería pero no volvió. Cuando crecimos él no supo darnos datos certeros”.
Recuerdos
No sin remordimientos, Romina habla de los recuerdos de su madre: “¡recuerdo lindo no tengo! Recuerdo una pelea que ellos tuvieron y otro recuerdo que tengo es ella cambiándose con ropa de trabajo para irse. Era a la madrugada. Ese es el último recuerdo que tengo de ella. Todos quienes la conocieron (amigos y allegados) hablan bien de ella. Nadie me habló mal de ella. Supuestamente, era buena madre nos tenía bien, limpias, trabajaba”.
Las chicas accedieron a un dato que siembra más intriga: “lo que me llama la atención es que en 1998 figura que estuvo en el hospital de Madryn por una dolencia estomacal. Para ese año mi papá estaba en pareja con otra persona, así que si ella vino a buscarnos ya no estábamos más en esa casa, ya nos habíamos mudado. Esto fue cuatro años después de que desapareció. Nosotras nos quedamos con mi abuela, mientras mi papá trabajaba. Mi abuela y mi mamá no tenían buena relación. Mi abuela dice que ella volvió pero no sabemos qué pasó. Tal vez ella volvió y mi abuela la echó. No lo sabemos y no lo vamos a saber nunca”, comentaron las hermanas.
“Lo que queremos es saber su paradero. Es mucha la intriga. Saber si me quiso o no me quiso. Queremos saber qué pasó, queremos saber si ella nos abandonó o si le pasó algo que hizo que hiciera lo que hizo. De abandonarnos. Queremos saber si nos abandonó y por qué nos abandonó. No encontramos el sentido del abandono. Hemos vivido etapas en que la odiamos y en otras la queremos. Es cerrar una etapa y empezar otra. Se la tragó la tierra. No sabemos nada. Ni siquiera sabemos si está viva. No tuvimos una linda infancia. Consuelo de la desaparición de nuestra mamá no tuvimos”, asegura Romina.
Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. Y en la búsqueda de Romina y Yanina Fredes. Dos mujeres, que alguna vez fueron niñas, que hoy ya son madres, y por más de 20 años han enfrentado una cruel y cruda verdad: su madre se fue de casa y jamás volvieron a saber de ella. Ahora las chicas, ya adultas, han comenzado una búsqueda que, de tener éxito, sería como encontrar un remedio para una larga y triste verdad.
Toda su vida han vivido a la intemperie de una situación sentida a flor de piel, inexcusable e inexplicable. Su madre un día se fue y no volvió. Y si volvió, ellas nunca se enteraron. “Estamos buscando a nuestra mamá. Ella se separó de mi papá hace 23 años y nunca más supimos de ella. Ya la buscamos en los medios básicos para buscar a una persona como ANSES, AFIP, Registro Civil. No vota y no me figura como fallecida. Así seguimos buscando tratando de encontrarla para saber si le pasó algo o si se fue porque eso es lo que decidió”, comenzó relatando la joven a Jornada Play. “Empezamos a buscar cuando yo tenía 16 años, mi hermana era más chica, cuando nos fuimos de casa de mi papá. Como fue avanzando el tema de Facebook empezamos a encontrar a los familiares y amigos. Por ahora ellos (los familiares) saben menos que nosotros. Se enteraron meses después que ella (la mamá) estaba desaparecida. Pero tampoco hicieron mucho. Ellos son gente de campo no manejan redes sociales”, cuenta Romina sobre la búsqueda emprendida.
La mamá
La mamá buscada es Claudia Estela Baigorria, se fue en el año 1994. Nació en San Juan, vinieron a vivir a Puerto Madryn en el año 1988. El DNI de ella es 30.015.071. Nació el 8 de mayo de 1971 y hoy tendría 47 años. “Aparentemente, a ella la anotaron tarde y el número de DNI no le coincide con la edad. Por eso costó mucho conseguir datos”, asegura Romina.
Sobre lo que les contó su papá, las chicas afirman que “cuando ellos se separaron. Ellos ya habían tenido varias separaciones. Aparentemente ella era de irse unas semanas y volver. Cuando se fue por última vez él pensó que volvería pero no volvió. Cuando crecimos él no supo darnos datos certeros”.
Recuerdos
No sin remordimientos, Romina habla de los recuerdos de su madre: “¡recuerdo lindo no tengo! Recuerdo una pelea que ellos tuvieron y otro recuerdo que tengo es ella cambiándose con ropa de trabajo para irse. Era a la madrugada. Ese es el último recuerdo que tengo de ella. Todos quienes la conocieron (amigos y allegados) hablan bien de ella. Nadie me habló mal de ella. Supuestamente, era buena madre nos tenía bien, limpias, trabajaba”.
Las chicas accedieron a un dato que siembra más intriga: “lo que me llama la atención es que en 1998 figura que estuvo en el hospital de Madryn por una dolencia estomacal. Para ese año mi papá estaba en pareja con otra persona, así que si ella vino a buscarnos ya no estábamos más en esa casa, ya nos habíamos mudado. Esto fue cuatro años después de que desapareció. Nosotras nos quedamos con mi abuela, mientras mi papá trabajaba. Mi abuela y mi mamá no tenían buena relación. Mi abuela dice que ella volvió pero no sabemos qué pasó. Tal vez ella volvió y mi abuela la echó. No lo sabemos y no lo vamos a saber nunca”, comentaron las hermanas.
“Lo que queremos es saber su paradero. Es mucha la intriga. Saber si me quiso o no me quiso. Queremos saber qué pasó, queremos saber si ella nos abandonó o si le pasó algo que hizo que hiciera lo que hizo. De abandonarnos. Queremos saber si nos abandonó y por qué nos abandonó. No encontramos el sentido del abandono. Hemos vivido etapas en que la odiamos y en otras la queremos. Es cerrar una etapa y empezar otra. Se la tragó la tierra. No sabemos nada. Ni siquiera sabemos si está viva. No tuvimos una linda infancia. Consuelo de la desaparición de nuestra mamá no tuvimos”, asegura Romina.