La mezquindad se paga muy cara
Del juego de ayer se pueden hacer varias lecturas y análisis, incluso hasta de merecimientos por lo hecho en el primer tiempo, pero lo que no se podrá obviar en ese repaso de los 90’ es la falta de audacia de su técnico y la mezquindad para jugar en condición de local.
Tras el partido, los dirigentes aguardaban un llamado del entrenador para rescindir el vínculo o en todo caso si eso no ocurría, quizás hoy la dirigencia le pida que dé un paso al costado. No parece haber una solución inmediata en el andamiaje del equipo y aunque Brown está holgado en los promedios, su camino en la B Nacional para estar condenado al sufrimiento y eso ya inquieta a los de adentro y ayer también lo manifestaron los de afuera.
Brown puso en cancha a un solo delantero, y eso habla de las intenciones que puede tener en el partido aunque después se dice que poner más no garantiza ser ofensivo. Es cierta esa lectura, pero el equipo no produce en función de lo que podría y se da el lujo de dejar afuera a Niell que puede acompañar al otro atacante, y a Velázquez lo sitúa en una posición en la que pasa inadvertido aunque él mismo se gestiona situaciones para acompañar la ofensiva.
Da la sensación, después de tres partidos y de más de 500 minutos sin convertir, que el equipo no va a tener mejoras sustanciales si no hay una decisión del entrenador de cambiar sus formas. Ayer un soberbio gol de González de tiro libre a los 6’ del complemento retrotrajo a los brownianos al juego ante su homónimo de Adrogué, que con poco lo ganó, y algo de pasó ayer aunque el conjunto de Mataderos tuvo algunos pasajes donde superó a Brown.
Dominó y no convirtió
No es casualidad que Brown lleve más de 500 minutos sin convertir (540 en total). No puede anotar una de las que crea y ayer volvió a mostrar que ese es su déficit, aunque también se agrega que cuando lo atacan comete errores o le hacen goles por pelotas fáciles perdidas en otros sectores del campo y aunque Giovini tapó un par notables, en el gol no pudo hacer nada para sacar del ángulo el exquisito remate del “Pitu” González.
Monserrat intentó de afuera, Velázquez no pudo ante Silva (fue figura de su equipo), Rauhofer metió un volea que se por arriba, y de nuevo Velázquez no pudo darle bien al balón luego que Rauhofer se la bajó en el área. Los otros intentos fueron con envíos al área que terminaron diluyéndose.
Más equilibrado
Después del gol de Chicago, que arrancó mejor que su rival y fue a buscar jugar más de Giovini, el partido tuvo un poco más de vértigo que imponía, de parte de Brown, ir a buscar la igualdad como sea. En esa tónica tuvo algunas chances para concretar pero un par de apariciones del arquero Silva mantuvieron a su equipo al frente del resultado salvando ante Bartolo y Parisi.
Los intentos del local morían con algún centro que la defensa despejaba o bien no encontraban algún receptor para definir.
Los minutos se consumieron, Chicago tuvo también alguna situación más pero las desperdició y los insultos al DT comenzaron a bajar de la platea. Como para que ese reclamo pidiéndole al técnico que se vaya se justifique aún más, Barrientos fue expulsado del juego.
Tras el partido, los dirigentes aguardaban un llamado del entrenador para rescindir el vínculo o en todo caso si eso no ocurría, quizás hoy la dirigencia le pida que dé un paso al costado. No parece haber una solución inmediata en el andamiaje del equipo y aunque Brown está holgado en los promedios, su camino en la B Nacional para estar condenado al sufrimiento y eso ya inquieta a los de adentro y ayer también lo manifestaron los de afuera.
Brown puso en cancha a un solo delantero, y eso habla de las intenciones que puede tener en el partido aunque después se dice que poner más no garantiza ser ofensivo. Es cierta esa lectura, pero el equipo no produce en función de lo que podría y se da el lujo de dejar afuera a Niell que puede acompañar al otro atacante, y a Velázquez lo sitúa en una posición en la que pasa inadvertido aunque él mismo se gestiona situaciones para acompañar la ofensiva.
Da la sensación, después de tres partidos y de más de 500 minutos sin convertir, que el equipo no va a tener mejoras sustanciales si no hay una decisión del entrenador de cambiar sus formas. Ayer un soberbio gol de González de tiro libre a los 6’ del complemento retrotrajo a los brownianos al juego ante su homónimo de Adrogué, que con poco lo ganó, y algo de pasó ayer aunque el conjunto de Mataderos tuvo algunos pasajes donde superó a Brown.
Dominó y no convirtió
No es casualidad que Brown lleve más de 500 minutos sin convertir (540 en total). No puede anotar una de las que crea y ayer volvió a mostrar que ese es su déficit, aunque también se agrega que cuando lo atacan comete errores o le hacen goles por pelotas fáciles perdidas en otros sectores del campo y aunque Giovini tapó un par notables, en el gol no pudo hacer nada para sacar del ángulo el exquisito remate del “Pitu” González.
Monserrat intentó de afuera, Velázquez no pudo ante Silva (fue figura de su equipo), Rauhofer metió un volea que se por arriba, y de nuevo Velázquez no pudo darle bien al balón luego que Rauhofer se la bajó en el área. Los otros intentos fueron con envíos al área que terminaron diluyéndose.
Más equilibrado
Después del gol de Chicago, que arrancó mejor que su rival y fue a buscar jugar más de Giovini, el partido tuvo un poco más de vértigo que imponía, de parte de Brown, ir a buscar la igualdad como sea. En esa tónica tuvo algunas chances para concretar pero un par de apariciones del arquero Silva mantuvieron a su equipo al frente del resultado salvando ante Bartolo y Parisi.
Los intentos del local morían con algún centro que la defensa despejaba o bien no encontraban algún receptor para definir.
Los minutos se consumieron, Chicago tuvo también alguna situación más pero las desperdició y los insultos al DT comenzaron a bajar de la platea. Como para que ese reclamo pidiéndole al técnico que se vaya se justifique aún más, Barrientos fue expulsado del juego.