El evento, convocado por el presidente del Congreso partidario y gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, comenzará pasadas las 11:30, una vez que los congresales estén acreditados en el microestadio del club del barrio porteño de Caballito.
El objetivo será realizar un llamado a la concatenación de las distintas piezas del rompecabezas peronista y así poner los primeros ladrillos de la unidad en el plano nacional, reclamo que viene sosteniendo el sector más cercano al kirchnerismo, donde se ubica el presidente del partido, José Luis Gioja.
Lo ocurrido en la provincia de Santa Fe funciona como caso testigo, dado que allí fue posible encolumnar detrás de la candidatura a gobernador de Omar Perotti tanto al Frente Renovador de Sergio Massa como a Unidad Ciudadana de Cristina Kirchner.
Santa Fe no es la única provincia donde las distintas facciones del peronismo pudieron ponerse de acuerdo en un armado común: La Pampa, Entre Ríos y Río Negro son otros territorios que el PJ exhibe como botones de muestra de la unidad.
La idea del congreso partidario es lograr una foto amplia que sirva para presionar a los dirigentes del espacio Alternativa Federal que rechazan cualquier tipo de entendimiento con el kirchnerismo, como es el caso de los gobernadores Juan Manuel Urtubey (Salta) y Juan Schiaretti (Córdoba).
Justamente esos gobernadores faltarán a la reunión del Congreso del PJ y en esas dos provincias la cúpula del PJ da por perdida la unidad, a tal punto que el kirchnerismo de Unidad Ciudadana presentará fórmulas por afuera del sello justicialista para pelear por la Gobernación.
En cambio, otros mandatarios provinciales que todavía tienen un pie en Alternativa Federal, como Juan Manzur (Tucumán), Domingo Peppo (Chaco), Sergio Casas (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan), Rosana Bertone (Tierra del Fuego) y Gustavo Bordet (Entre Ríos) se muestran más flexibles respecto de la unidad con el ala kirchnerista del partido.
La cantidad de congresales que asistan a la cumbre, sobre un total de 927 convocados dará una pauta sobre las posibilidades de que se concrete esa unidad.
Durante el último congreso del PJ, realizado en mayo del año pasado, el máximo órgano partidario contó con la participación de más de 600 congresales, pero en esta ocasión la expectativa es mayor.
Se descuenta que al cabo de las deliberaciones, el congreso resuelva autorizar formalmente al partido para llevar adelante las alianzas con otras fuerzas de la oposición, como es el caso del sello Unidad Ciudadana.
En rigor, las negociaciones con otros partidos ya están en marcha hace meses, pero de manera informal: este paso acelerará el armado de la coalición opositora que en poco tiempo debería adoptar un sello electoral.
Según supo NA, el Congreso también servirá para enviar un fuerte mensaje a la Justicia de que "el partido está en orden y con todos sus órganos funcionando", y de esa manera aventar cualquier maniobra tendiente a una nueva intervención como que tuvo en vilo al peronismo hasta agosto del año pasado.
Otro eje central de discusión durante el cónclave será la denuncia de la reforma al Código Nacional Electoral que el Gobierno impuso por decreto y que para el PJ constituye riesgo de fraude.
Los decretos del Gobierno incluyen la eliminación del certificado de escrutinio de los fiscales y la instalación de centros de transmisión dentro de un aula de cada escuela con apenas una notebook y una máquina escaneadora.
De esta manera, personal del correo o de la empresa concesionaria quedaría al mando de la transmisión electrónica de los resultados: los fiscales partidarios sólo tendrían acceso a una copia de lo que el funcionario transmite.
Mientras el PJ muestra músculo e intenta seducir a los dirigentes más díscolos y esquivos, la senadora Cristina Kirchner mantiene el silencio sobre su eventual candidatura presidencial.
Cerca de la ex mandataria pocos ponen en duda su postulación, y basan su optimismo en encuestas que dan cuenta de la caída en la imagen de Mauricio Macri y una leve suba en el famoso "techo" de Cristina.
Otros sectores del PJ sugieren que la líder de Unidad Ciudadana podría dar un paso al costado y ayudar en la conformación de una "alternativa de transición" con chances serias de ganar el balotaje contra Macri.
El evento, convocado por el presidente del Congreso partidario y gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, comenzará pasadas las 11:30, una vez que los congresales estén acreditados en el microestadio del club del barrio porteño de Caballito.
El objetivo será realizar un llamado a la concatenación de las distintas piezas del rompecabezas peronista y así poner los primeros ladrillos de la unidad en el plano nacional, reclamo que viene sosteniendo el sector más cercano al kirchnerismo, donde se ubica el presidente del partido, José Luis Gioja.
Lo ocurrido en la provincia de Santa Fe funciona como caso testigo, dado que allí fue posible encolumnar detrás de la candidatura a gobernador de Omar Perotti tanto al Frente Renovador de Sergio Massa como a Unidad Ciudadana de Cristina Kirchner.
Santa Fe no es la única provincia donde las distintas facciones del peronismo pudieron ponerse de acuerdo en un armado común: La Pampa, Entre Ríos y Río Negro son otros territorios que el PJ exhibe como botones de muestra de la unidad.
La idea del congreso partidario es lograr una foto amplia que sirva para presionar a los dirigentes del espacio Alternativa Federal que rechazan cualquier tipo de entendimiento con el kirchnerismo, como es el caso de los gobernadores Juan Manuel Urtubey (Salta) y Juan Schiaretti (Córdoba).
Justamente esos gobernadores faltarán a la reunión del Congreso del PJ y en esas dos provincias la cúpula del PJ da por perdida la unidad, a tal punto que el kirchnerismo de Unidad Ciudadana presentará fórmulas por afuera del sello justicialista para pelear por la Gobernación.
En cambio, otros mandatarios provinciales que todavía tienen un pie en Alternativa Federal, como Juan Manzur (Tucumán), Domingo Peppo (Chaco), Sergio Casas (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan), Rosana Bertone (Tierra del Fuego) y Gustavo Bordet (Entre Ríos) se muestran más flexibles respecto de la unidad con el ala kirchnerista del partido.
La cantidad de congresales que asistan a la cumbre, sobre un total de 927 convocados dará una pauta sobre las posibilidades de que se concrete esa unidad.
Durante el último congreso del PJ, realizado en mayo del año pasado, el máximo órgano partidario contó con la participación de más de 600 congresales, pero en esta ocasión la expectativa es mayor.
Se descuenta que al cabo de las deliberaciones, el congreso resuelva autorizar formalmente al partido para llevar adelante las alianzas con otras fuerzas de la oposición, como es el caso del sello Unidad Ciudadana.
En rigor, las negociaciones con otros partidos ya están en marcha hace meses, pero de manera informal: este paso acelerará el armado de la coalición opositora que en poco tiempo debería adoptar un sello electoral.
Según supo NA, el Congreso también servirá para enviar un fuerte mensaje a la Justicia de que "el partido está en orden y con todos sus órganos funcionando", y de esa manera aventar cualquier maniobra tendiente a una nueva intervención como que tuvo en vilo al peronismo hasta agosto del año pasado.
Otro eje central de discusión durante el cónclave será la denuncia de la reforma al Código Nacional Electoral que el Gobierno impuso por decreto y que para el PJ constituye riesgo de fraude.
Los decretos del Gobierno incluyen la eliminación del certificado de escrutinio de los fiscales y la instalación de centros de transmisión dentro de un aula de cada escuela con apenas una notebook y una máquina escaneadora.
De esta manera, personal del correo o de la empresa concesionaria quedaría al mando de la transmisión electrónica de los resultados: los fiscales partidarios sólo tendrían acceso a una copia de lo que el funcionario transmite.
Mientras el PJ muestra músculo e intenta seducir a los dirigentes más díscolos y esquivos, la senadora Cristina Kirchner mantiene el silencio sobre su eventual candidatura presidencial.
Cerca de la ex mandataria pocos ponen en duda su postulación, y basan su optimismo en encuestas que dan cuenta de la caída en la imagen de Mauricio Macri y una leve suba en el famoso "techo" de Cristina.
Otros sectores del PJ sugieren que la líder de Unidad Ciudadana podría dar un paso al costado y ayudar en la conformación de una "alternativa de transición" con chances serias de ganar el balotaje contra Macri.