El papa Francisco protagonizó una escena polémica que ha dado la vuelta al mundo. Durante su visita al Santuario de Loreto esta semana, el Sumo Pontífice rechazó, en reiteradas ocasiones, los intentos de los fieles de besar su anillo.
Ante una larga cola de feligreses, el Pontífice retira la mano, en ocasiones con mucha brusquedad, para evitar que puedan besar el anillo del pescador que luce en su mano. Un gesto que ha levantado toda clase de interpretaciones en las redes sociales.
La mayoría lo considera un gesto más de la humildad que le caracteriza. El papa Francisco lleva su Pontificado con mucha modestia y ha rechazado muchos gestos de pleitesía o sumisión como los besamanos o las genuflexiones. Pero el gesto no ha sido bien recibido por todos y hay feligreses que lo consideran una verdadera falta de respeto a su cargo. Para muchos, el respeto al sucesor de San Pedro se demuestra besando su anillo y recuerdan que el Papa es un representante de Cristo que no debería rechazar esta reverencia.
No es la primera vez que el Papa protagoniza una escena de este tipo. Es conocida su aversión a que besen su añillo, pero su rechazo más sonado tuvo lugar en Perú el año pasado, durante una vista del Pontífice en la que rechazó hasta en tres ocasiones y ante las cámaras, el intento de besar el añillo del expresidente del país, Pedro Pablo Kuczynski.
(Fuente: La Vanguardia)
El papa Francisco protagonizó una escena polémica que ha dado la vuelta al mundo. Durante su visita al Santuario de Loreto esta semana, el Sumo Pontífice rechazó, en reiteradas ocasiones, los intentos de los fieles de besar su anillo.
Ante una larga cola de feligreses, el Pontífice retira la mano, en ocasiones con mucha brusquedad, para evitar que puedan besar el anillo del pescador que luce en su mano. Un gesto que ha levantado toda clase de interpretaciones en las redes sociales.
La mayoría lo considera un gesto más de la humildad que le caracteriza. El papa Francisco lleva su Pontificado con mucha modestia y ha rechazado muchos gestos de pleitesía o sumisión como los besamanos o las genuflexiones. Pero el gesto no ha sido bien recibido por todos y hay feligreses que lo consideran una verdadera falta de respeto a su cargo. Para muchos, el respeto al sucesor de San Pedro se demuestra besando su anillo y recuerdan que el Papa es un representante de Cristo que no debería rechazar esta reverencia.
No es la primera vez que el Papa protagoniza una escena de este tipo. Es conocida su aversión a que besen su añillo, pero su rechazo más sonado tuvo lugar en Perú el año pasado, durante una vista del Pontífice en la que rechazó hasta en tres ocasiones y ante las cámaras, el intento de besar el añillo del expresidente del país, Pedro Pablo Kuczynski.
(Fuente: La Vanguardia)