En siete años se registraron más de 400 ballenas muertas en las playas del Chubut

La investigación fue realizada por un equipo multidisciplinario que pertenece a diversas organizaciones conservacionistas. Una de las hipótesis destacadas por los especialistas es que los decesos se producen por falta de alimento. Las crías comprenden más del 90 por ciento de las muertes registradas.

11 SEP 2011 - 0:41 | Actualizado

El Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral informó que entre los años 2003 y 2010 se registraron un total de 428 ballenas muertas en las costas de Península Valdés y alrededores. Registrando que más del 90 por ciento de las mismas son ballenatos con un promedio de 79 crías por año en el trienio de mayor mortandad que va desde el 2007 al 2009.

Este trabajo es llevado adelante por Wildlife Conservation Society, Instituto de Conservación de Ballenas / Whale Conservation Institute, Fundación Patagonia Natural y Fundación Ecocentro con el objeto de monitorear el estado de salud de las ballenas francas de Península Valdés e investigar las causas de su mortalidad.

Preocupación

Para los especialistas el nivel de mortandad de ballenas es preocupante y sostienen que se fue incrementando año tras año.

“Aunque desconocemos los que podrían considerarse niveles normales de mortalidad para esta especie, sabemos que los números registrados en los últimos cuatro años son mucho mayores a los de los primeros cuatro, y no hemos podido identificar el origen de dicho cambio”, afirmaron Marcela Uhart y Vicky Rowntree, co-directoras del Programa de Monitoreo Sanitario.

Durante el Taller que se realizó en marzo del año pasado en Puerto Madryn, organizado por la Comisión Ballenera Internacional y que convocó a prestigiosos especialistas mundiales, se mencionaron algunas hipótesis sobre este suceso. En aquella ocasión se sugirió que la creciente mortalidad de ballenas observada en Península Valdés podría deberse a una disminución en la disponibilidad de alimento, a la exposición a biotoxinas o enfermedades infecciosas, o muy probablemente, a la combinación de dos o más de estos factores.

Cómo trabajan

Cada año, ante el hallazgo o reporte de ballenas varadas muertas en las playas de Península Valdés, los veterinarios y biólogos que integran el Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral se acercan al lugar, realizan estudios forenses y colectan muestras biomédicas que luego son analizadas por diferentes especialistas para determinar las causas de muerte y conocer el estado de salud general de la población.

Los investigadores refuerzan el trabajo para responder las incógnitas planteadas por el deceso masivo de cetáceos. Por tal motivo, este año se inició con el gran desafío de intensificar la cantidad de muestras y análisis realizados a fin de continuar respondiendo a las hipótesis planteadas en el taller realizado en el 2010 en Puerto Madryn.

A través de la incorporación de las recomendaciones planteadas por los expertos y especialistas, el Programa de Monitoreo Sanitario intenta avanzar en las explicaciones de estos eventos de mortandad en las ballenas francas de Península Valdés e identificar las maneras de prevenirlas para contribuir adecuadamente a su conservación.#

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11 SEP 2011 - 0:41

El Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral informó que entre los años 2003 y 2010 se registraron un total de 428 ballenas muertas en las costas de Península Valdés y alrededores. Registrando que más del 90 por ciento de las mismas son ballenatos con un promedio de 79 crías por año en el trienio de mayor mortandad que va desde el 2007 al 2009.

Este trabajo es llevado adelante por Wildlife Conservation Society, Instituto de Conservación de Ballenas / Whale Conservation Institute, Fundación Patagonia Natural y Fundación Ecocentro con el objeto de monitorear el estado de salud de las ballenas francas de Península Valdés e investigar las causas de su mortalidad.

Preocupación

Para los especialistas el nivel de mortandad de ballenas es preocupante y sostienen que se fue incrementando año tras año.

“Aunque desconocemos los que podrían considerarse niveles normales de mortalidad para esta especie, sabemos que los números registrados en los últimos cuatro años son mucho mayores a los de los primeros cuatro, y no hemos podido identificar el origen de dicho cambio”, afirmaron Marcela Uhart y Vicky Rowntree, co-directoras del Programa de Monitoreo Sanitario.

Durante el Taller que se realizó en marzo del año pasado en Puerto Madryn, organizado por la Comisión Ballenera Internacional y que convocó a prestigiosos especialistas mundiales, se mencionaron algunas hipótesis sobre este suceso. En aquella ocasión se sugirió que la creciente mortalidad de ballenas observada en Península Valdés podría deberse a una disminución en la disponibilidad de alimento, a la exposición a biotoxinas o enfermedades infecciosas, o muy probablemente, a la combinación de dos o más de estos factores.

Cómo trabajan

Cada año, ante el hallazgo o reporte de ballenas varadas muertas en las playas de Península Valdés, los veterinarios y biólogos que integran el Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral se acercan al lugar, realizan estudios forenses y colectan muestras biomédicas que luego son analizadas por diferentes especialistas para determinar las causas de muerte y conocer el estado de salud general de la población.

Los investigadores refuerzan el trabajo para responder las incógnitas planteadas por el deceso masivo de cetáceos. Por tal motivo, este año se inició con el gran desafío de intensificar la cantidad de muestras y análisis realizados a fin de continuar respondiendo a las hipótesis planteadas en el taller realizado en el 2010 en Puerto Madryn.

A través de la incorporación de las recomendaciones planteadas por los expertos y especialistas, el Programa de Monitoreo Sanitario intenta avanzar en las explicaciones de estos eventos de mortandad en las ballenas francas de Península Valdés e identificar las maneras de prevenirlas para contribuir adecuadamente a su conservación.#


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