Lorenzo se sumó así a la jueza porteña Elena Liberatori que utiliza lenguaje igualitario y al juzgado Penal, Contravencional y de Faltas 10 de la Ciudad de Buenos Aires que el jueves presentó una guía de lenguaje claro y no sexista.
"Es parte del mandato de una jueza o un juez el tener en cuenta a las personas hacia quiénes se están dirigiendo, y por eso es que utilizo lenguaje inclusivo, que es mucho más que decir ‘les jueces’ o ‘les abogades’", señaló a Télam la magistrada neuquina.
Y, destacó que eso también "tiene que ver con individualizar a las personas que son protagonistas del conflicto y procurar que la decisión que se tome sea comprensible para esas personas y reconozca sus identidades y particularidades propias”.
La jueza incorporó la inclusión linguística basándose en las 100 Reglas de Brasilia para Acceso a la Justicia de personas en condición de vulnerabilidad.
Al respecto, explicó que se trata de "un instrumento que tenemos aprobado en todos los poderes judiciales del país. Tiene un apartado específico sobre comunicación judicial, que da pautas de cómo tienen que ser todas las comunicaciones oficiales".
"Si bien no hace uso específico de la palabra 'inclusiva', habla de que las comunicaciones judiciales tienen que ser claras, estructuras gramaticales sencillas y procurar la comprensión de las o los destinatarios”, destacó la jueza Lorenzo.
Lorenzo se sumó así a la jueza porteña Elena Liberatori que utiliza lenguaje igualitario y al juzgado Penal, Contravencional y de Faltas 10 de la Ciudad de Buenos Aires que el jueves presentó una guía de lenguaje claro y no sexista.
"Es parte del mandato de una jueza o un juez el tener en cuenta a las personas hacia quiénes se están dirigiendo, y por eso es que utilizo lenguaje inclusivo, que es mucho más que decir ‘les jueces’ o ‘les abogades’", señaló a Télam la magistrada neuquina.
Y, destacó que eso también "tiene que ver con individualizar a las personas que son protagonistas del conflicto y procurar que la decisión que se tome sea comprensible para esas personas y reconozca sus identidades y particularidades propias”.
La jueza incorporó la inclusión linguística basándose en las 100 Reglas de Brasilia para Acceso a la Justicia de personas en condición de vulnerabilidad.
Al respecto, explicó que se trata de "un instrumento que tenemos aprobado en todos los poderes judiciales del país. Tiene un apartado específico sobre comunicación judicial, que da pautas de cómo tienen que ser todas las comunicaciones oficiales".
"Si bien no hace uso específico de la palabra 'inclusiva', habla de que las comunicaciones judiciales tienen que ser claras, estructuras gramaticales sencillas y procurar la comprensión de las o los destinatarios”, destacó la jueza Lorenzo.