Los cuerpos fueron hallados alrededor de las 7:00 en una chacra situada cerca de ese distrito ubicado a 350 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.
El hallazgo estuvo a cargo de la hija de la mujer, una joven de 18 años, que en primer lugar se topó en la casa con el cadáver de su madre y luego, a unos 300 metros del inmueble, en el interior de un granero el del femicida, informaron fuentes policiales y judiciales.
La mujer, identificada como Estella Fiorentín, presentaba un disparo en la frente y tenía una almohada apoyada en la cabeza, en tanto que el esposo, que se llamaba Juan Alberto Urtizbiría, también se disparó en el cráneo.
Las sospechas apuntan a que el asesino utilizó la almohada para atenuar el disparo, razón por la cual la hija de la victima, a pesar de haber dormido en una habitación contigua, no lo habría escuchado.
El hecho comenzó a ser investigado por el fiscal Diego Torres, del Departamento Judicial de Dolores.
Los cuerpos fueron hallados alrededor de las 7:00 en una chacra situada cerca de ese distrito ubicado a 350 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.
El hallazgo estuvo a cargo de la hija de la mujer, una joven de 18 años, que en primer lugar se topó en la casa con el cadáver de su madre y luego, a unos 300 metros del inmueble, en el interior de un granero el del femicida, informaron fuentes policiales y judiciales.
La mujer, identificada como Estella Fiorentín, presentaba un disparo en la frente y tenía una almohada apoyada en la cabeza, en tanto que el esposo, que se llamaba Juan Alberto Urtizbiría, también se disparó en el cráneo.
Las sospechas apuntan a que el asesino utilizó la almohada para atenuar el disparo, razón por la cual la hija de la victima, a pesar de haber dormido en una habitación contigua, no lo habría escuchado.
El hecho comenzó a ser investigado por el fiscal Diego Torres, del Departamento Judicial de Dolores.