Maria Ribeiro se estaba preparando para salir de casa con su cuñada y una amiga cuando vio a un hombre en bicicleta quepasó frente a ellas mostrando sus genitales y masturbándose.
La joven subió al vehículo y persiguió al individuo por las calles de Jardim Vitória Régia, en Brasil.
“Pasó delante de nosotras masturbándose. Le dije bastardo y granuja. Subí al coche y lo perseguí hasta el final del barrio. Me bajé, pero se fue en su bicicleta, así que fui tras él, corriendo, descalza y lo encontré al otro lado.Le di dos bofetadas en la cara. Luego un puñetazo. Le pegué en la barbilla y se cayó. Me abalancé sobre él.No había manera, me quiso llamar loca delante de todos, dijo que era trabajador y mostró sus manos callosas”, le contó al sitio web Combate.com.
“Estaba alterada, nunca imaginé vivir algo así. Cuando se cayó al suelo, pensé: ‘Le romperé el brazo a este estúpido’. Entonces las personas que pasaban por allí me detuvieron, me dijeron que si lo hacía dejaría de tener razón y no me lo permitieron. Le sangraba la boca. Me arrepiento de no haberle golpeado tanto como hubiese podido”, concluyó.
La Policía Militar del 11° BPM elaboró el informe policial. Los agentes arrestaron al hombre, pero María Ribeiro se sorprendió el lunes cuando fue a la comisaría de mujeres y supo que ya estaba en libertad, aunque se le podría acusar por el delito de acoso sexual.
“Me indigna. Si hubiera sabido que lo iban a liberar, le habría golpeado para que ni siquiera pudiera caminar. Es desagradable, hay que temer a este tipo de personas, porque así es como comienza. Es la primera etapa de una agresión sexual. Espero que haya aprendido una lección y que tenga miedo de volver a intentar ‘algo’ así”, le reveló a Combate.com
Maria Ribeiro se estaba preparando para salir de casa con su cuñada y una amiga cuando vio a un hombre en bicicleta quepasó frente a ellas mostrando sus genitales y masturbándose.
La joven subió al vehículo y persiguió al individuo por las calles de Jardim Vitória Régia, en Brasil.
“Pasó delante de nosotras masturbándose. Le dije bastardo y granuja. Subí al coche y lo perseguí hasta el final del barrio. Me bajé, pero se fue en su bicicleta, así que fui tras él, corriendo, descalza y lo encontré al otro lado.Le di dos bofetadas en la cara. Luego un puñetazo. Le pegué en la barbilla y se cayó. Me abalancé sobre él.No había manera, me quiso llamar loca delante de todos, dijo que era trabajador y mostró sus manos callosas”, le contó al sitio web Combate.com.
“Estaba alterada, nunca imaginé vivir algo así. Cuando se cayó al suelo, pensé: ‘Le romperé el brazo a este estúpido’. Entonces las personas que pasaban por allí me detuvieron, me dijeron que si lo hacía dejaría de tener razón y no me lo permitieron. Le sangraba la boca. Me arrepiento de no haberle golpeado tanto como hubiese podido”, concluyó.
La Policía Militar del 11° BPM elaboró el informe policial. Los agentes arrestaron al hombre, pero María Ribeiro se sorprendió el lunes cuando fue a la comisaría de mujeres y supo que ya estaba en libertad, aunque se le podría acusar por el delito de acoso sexual.
“Me indigna. Si hubiera sabido que lo iban a liberar, le habría golpeado para que ni siquiera pudiera caminar. Es desagradable, hay que temer a este tipo de personas, porque así es como comienza. Es la primera etapa de una agresión sexual. Espero que haya aprendido una lección y que tenga miedo de volver a intentar ‘algo’ así”, le reveló a Combate.com