Según indicó el diario británico The Mirror, el hombre se llamaPeter Kigen, tiene 32 años y sufre una enfermedad crónica que lo obliga a permanecer postrado. Kigen se desmayó en su casa este martes y fue llevado al hospital de Kapkatet, donde fue declarado muerto.
“Kigen sufría de una dolencia de estómago que nos obligó a llevarlo al hospital”,dijo su tío Denis Langat al canal Citizen TV.
Langat dijo que la enfermera que recibió a Kigen en el hospital lo revisó casualmente antes de declararlo “muerto”.
Después fue llevado a la morgue del centro hospitalario, donde permaneció durante cerca de tres horas. Cuando el empleado funerario se preparaba para inyectarle formaldehído, Kigen abrió grande los ojos y gritó de dolor.
Según medios locales, el empleado conmocionado inicialmente huyó pensando que había sido“resucitado”antes de llevarlo a las urgencias para que recibiera los primeros auxilios, despierto y consciente.
La familia del paciente acusó al hospital de negligencia y ahora exige justicia.Según el Mirror, el hombre ha declarado que está feliz de seguir vivo y que quiere“dedicar su vida al evangelismo”.
Según indicó el diario británico The Mirror, el hombre se llamaPeter Kigen, tiene 32 años y sufre una enfermedad crónica que lo obliga a permanecer postrado. Kigen se desmayó en su casa este martes y fue llevado al hospital de Kapkatet, donde fue declarado muerto.
“Kigen sufría de una dolencia de estómago que nos obligó a llevarlo al hospital”,dijo su tío Denis Langat al canal Citizen TV.
Langat dijo que la enfermera que recibió a Kigen en el hospital lo revisó casualmente antes de declararlo “muerto”.
Después fue llevado a la morgue del centro hospitalario, donde permaneció durante cerca de tres horas. Cuando el empleado funerario se preparaba para inyectarle formaldehído, Kigen abrió grande los ojos y gritó de dolor.
Según medios locales, el empleado conmocionado inicialmente huyó pensando que había sido“resucitado”antes de llevarlo a las urgencias para que recibiera los primeros auxilios, despierto y consciente.
La familia del paciente acusó al hospital de negligencia y ahora exige justicia.Según el Mirror, el hombre ha declarado que está feliz de seguir vivo y que quiere“dedicar su vida al evangelismo”.