No hubo un avance sustancial pero, al menos, no explotó todo por los aires antes de empezar. Así de “optimista” podría ser considerado el resultado del primer encuentro entre los gremios de docentes y auxiliares de la Educación, con la ministra Florencia Peratta.
La poca ductilidad para negociar temas urgentes ha sido una constante en varios ministros de este Gobierno provincial. Ni hablar de conseguir acuerdos rápidos. Pero Peratta demostró cierto manejo y logró algunos avances que, por supuesto, penden del hilo más delgado: que haya fondos frescos para aplacar las exigencias gremiales.
A esta hora, el inicio de manera presencial del ciclo lectivo 2021 está en duda como siempre. La diferencia con las semanas anteriores es que los gremios aceptaron al menos sentarse a buscar juntos un camino hacia la salida. La intransigencia, que a veces pareciera ser la única herramienta a mano de algunos sindicalistas docentes, dejó paso a un diálogo tenso sin perder la cordura.
La propuesta oficial no fue la esperada pero se tomó como un avance: achicar a un mes la deuda de los docentes que ganan más de 65.000 de bolsillo (hoy les adeudan dos meses) y entablar una nueva negociación por la deuda, que implica otro salario completo y el medio aguinaldo de diciembre.
Salvo el SOYEAP, que dejó sentado en el acta su “disconformidad” con la oferta del Gobierno, el resto (ATECh, ATE, AMET, UDA, Sitraed, UPCN y Sadop), se sentarán mañana a seguir negociando, con la condición de que también esté el ministro de Economía, Oscar Antonena.
El titular de la cartera económica no estuvo en la primera reunión porque, precisamente, estaba en Buenos Aires negociando fondos para poder hacer frente a la negociación con los docentes.
A Comisión
Los gremios presionaron para conformar una Comisión Negociadora Salarial. Achicar a un mes la deuda con todos los docentes no alcanza por ahora para destrabar la “retención de servicios” vigente.
En la reunión de mañana esperan poder lograr un avance o tener alguna precisión sobre el cobro del aguinaldo de diciembre. El Gobierno les dijo que cuando haya novedades será para todos los empleados públicos. Los gremios docentes quieren que haya un gesto discrecional porque son un sector esencial, sobre todo cuando llega marzo.
Si el Gobierno no va mañana con algunos nuevos números y fechas más concretas, la negociación podría entrar en vía muerta. Sobre todo, porque los gremios no sólo quieren avanzar con la deuda sino también con algún compromiso de recomposición salarial para el resto del año.
Como siempre, la cuestión sanitaria quedó para otro momento. Los gremios insistieron con que el protocolo para el reinicio semipresencial no ha sido aprobado con el Consejo Asesor, y que muchas escuelas no están en condiciones de cumplir con el distanciamiento y siguen teniendo dificultades edilicias.
Intendentes y zonificación
El gobernador Mariano Arcioni volvió a mostrarse esta semana en buenos términos con viejos aliados. No hay mucho para celebrar pero no es poco. Es un amague de apertura a una discusión política que en Chubut brilla por su ausencia.
El vicegobernador Ricardo Sastre, su hermano Gustavo, intendente de Puerto Madryn, y Adrián Maderna, jefe comunal de Trelew, que en las últimas semanas venía marcando una a una las diferencias con el Gobierno provincial, retomaron el contacto un poco más fluido con Arcioni.
El viernes, además, el gobernador se reunió nuevamente con los Sastre e intendentes del interior que siempre se han mostrado permeables con este Gobierno: Ariel Molina (Corcovado); Rubén Calpanchay (José de San Martín); Silvio Boudargham (Cholila); Diego Pérez (Río Pico); Jorge Seitune (Tecka); y Marcelo Limarieri (Gualjaina). Maderna estuvo ausente esta vez pero con aviso: tenía compromisos personales ineludibles.
No hubo muchas conclusiones relevantes, más allá del deseo del gobernador de mostrar que de a poco intenta recomponer una malla de contención con los aliados que lo ayudaron a llegar donde está.
Los intendentes escucharon y algunos hasta se animaron a pedirle al mandatario que Sastre tenga una participación más activa en la toma de decisiones. También preguntaron por la zonificación minera: el viernes o el martes de la semana próxima se tratará en una sesión extraordinaria, escucharon como respuesta.
Gestos peronistas
La lista de unidad con equidad de género que el Partido Justicialista lanzó a nivel nacional y que lidera el presidente Alberto Fernández, fue un gesto en muchas direcciones. Sobre todo, a las conducciones del PJ en muchas provincias.
El ademán político es inequívoco: el Presidente se juega mucho en las parlamentarias de octubre pero no es candidato. Entonces, es el que lidera al resto de los peronistas.
En Chubut, en cambio, el presidente del PJ, Carlos Linares, primero se lanzó como precandidato a senador y después se acomodó como presidente del Partido. A contramano y pasando semáforos en rojo.
El armado de la lista nacional contiene también varios mensajes para Chubut: la senadora Nancy González, elegida como consejera titular, sigue siendo una dirigente siempre a mano de Cristina Fernández de Kirchner. Habrá que tenerlo en cuenta a medida que se acerque el cierre de listas.
El otro mensaje, más simbólico, es haber sumado como consejera suplente a Micaela Bilbao, la joven jefa comunal de Lago Blanco, de apenas 23 años, ignorada por muchos dirigentes a nivel local y reconocida por el PJ nacional.
En cambio, a Linares le dieron un lugar como suplente en la lista de Alberto, un pasillo demasiado oscuro para un dirigente que se quiere mostrar como jefe territorial.
Los peronistas de Chubut están a tiempo de recuperar el diálogo político. Es más, ya hay muchas reuniones por fuera de la estructura partidaria en donde se debaten temas de fondo, más allá de nombres para las listas: servicios públicos; soberanía energética (ya no se admite no tener luz en los pueblos y que sectores empresarios privilegiados se sigan beneficiando con la energía barata de Hidroeléctrica Futaleufú); educación; producción; empleo.
Hay otra agenda para discutir, pero siguen faltando dirigentes en la mesa de discusión.
No hubo un avance sustancial pero, al menos, no explotó todo por los aires antes de empezar. Así de “optimista” podría ser considerado el resultado del primer encuentro entre los gremios de docentes y auxiliares de la Educación, con la ministra Florencia Peratta.
La poca ductilidad para negociar temas urgentes ha sido una constante en varios ministros de este Gobierno provincial. Ni hablar de conseguir acuerdos rápidos. Pero Peratta demostró cierto manejo y logró algunos avances que, por supuesto, penden del hilo más delgado: que haya fondos frescos para aplacar las exigencias gremiales.
A esta hora, el inicio de manera presencial del ciclo lectivo 2021 está en duda como siempre. La diferencia con las semanas anteriores es que los gremios aceptaron al menos sentarse a buscar juntos un camino hacia la salida. La intransigencia, que a veces pareciera ser la única herramienta a mano de algunos sindicalistas docentes, dejó paso a un diálogo tenso sin perder la cordura.
La propuesta oficial no fue la esperada pero se tomó como un avance: achicar a un mes la deuda de los docentes que ganan más de 65.000 de bolsillo (hoy les adeudan dos meses) y entablar una nueva negociación por la deuda, que implica otro salario completo y el medio aguinaldo de diciembre.
Salvo el SOYEAP, que dejó sentado en el acta su “disconformidad” con la oferta del Gobierno, el resto (ATECh, ATE, AMET, UDA, Sitraed, UPCN y Sadop), se sentarán mañana a seguir negociando, con la condición de que también esté el ministro de Economía, Oscar Antonena.
El titular de la cartera económica no estuvo en la primera reunión porque, precisamente, estaba en Buenos Aires negociando fondos para poder hacer frente a la negociación con los docentes.
A Comisión
Los gremios presionaron para conformar una Comisión Negociadora Salarial. Achicar a un mes la deuda con todos los docentes no alcanza por ahora para destrabar la “retención de servicios” vigente.
En la reunión de mañana esperan poder lograr un avance o tener alguna precisión sobre el cobro del aguinaldo de diciembre. El Gobierno les dijo que cuando haya novedades será para todos los empleados públicos. Los gremios docentes quieren que haya un gesto discrecional porque son un sector esencial, sobre todo cuando llega marzo.
Si el Gobierno no va mañana con algunos nuevos números y fechas más concretas, la negociación podría entrar en vía muerta. Sobre todo, porque los gremios no sólo quieren avanzar con la deuda sino también con algún compromiso de recomposición salarial para el resto del año.
Como siempre, la cuestión sanitaria quedó para otro momento. Los gremios insistieron con que el protocolo para el reinicio semipresencial no ha sido aprobado con el Consejo Asesor, y que muchas escuelas no están en condiciones de cumplir con el distanciamiento y siguen teniendo dificultades edilicias.
Intendentes y zonificación
El gobernador Mariano Arcioni volvió a mostrarse esta semana en buenos términos con viejos aliados. No hay mucho para celebrar pero no es poco. Es un amague de apertura a una discusión política que en Chubut brilla por su ausencia.
El vicegobernador Ricardo Sastre, su hermano Gustavo, intendente de Puerto Madryn, y Adrián Maderna, jefe comunal de Trelew, que en las últimas semanas venía marcando una a una las diferencias con el Gobierno provincial, retomaron el contacto un poco más fluido con Arcioni.
El viernes, además, el gobernador se reunió nuevamente con los Sastre e intendentes del interior que siempre se han mostrado permeables con este Gobierno: Ariel Molina (Corcovado); Rubén Calpanchay (José de San Martín); Silvio Boudargham (Cholila); Diego Pérez (Río Pico); Jorge Seitune (Tecka); y Marcelo Limarieri (Gualjaina). Maderna estuvo ausente esta vez pero con aviso: tenía compromisos personales ineludibles.
No hubo muchas conclusiones relevantes, más allá del deseo del gobernador de mostrar que de a poco intenta recomponer una malla de contención con los aliados que lo ayudaron a llegar donde está.
Los intendentes escucharon y algunos hasta se animaron a pedirle al mandatario que Sastre tenga una participación más activa en la toma de decisiones. También preguntaron por la zonificación minera: el viernes o el martes de la semana próxima se tratará en una sesión extraordinaria, escucharon como respuesta.
Gestos peronistas
La lista de unidad con equidad de género que el Partido Justicialista lanzó a nivel nacional y que lidera el presidente Alberto Fernández, fue un gesto en muchas direcciones. Sobre todo, a las conducciones del PJ en muchas provincias.
El ademán político es inequívoco: el Presidente se juega mucho en las parlamentarias de octubre pero no es candidato. Entonces, es el que lidera al resto de los peronistas.
En Chubut, en cambio, el presidente del PJ, Carlos Linares, primero se lanzó como precandidato a senador y después se acomodó como presidente del Partido. A contramano y pasando semáforos en rojo.
El armado de la lista nacional contiene también varios mensajes para Chubut: la senadora Nancy González, elegida como consejera titular, sigue siendo una dirigente siempre a mano de Cristina Fernández de Kirchner. Habrá que tenerlo en cuenta a medida que se acerque el cierre de listas.
El otro mensaje, más simbólico, es haber sumado como consejera suplente a Micaela Bilbao, la joven jefa comunal de Lago Blanco, de apenas 23 años, ignorada por muchos dirigentes a nivel local y reconocida por el PJ nacional.
En cambio, a Linares le dieron un lugar como suplente en la lista de Alberto, un pasillo demasiado oscuro para un dirigente que se quiere mostrar como jefe territorial.
Los peronistas de Chubut están a tiempo de recuperar el diálogo político. Es más, ya hay muchas reuniones por fuera de la estructura partidaria en donde se debaten temas de fondo, más allá de nombres para las listas: servicios públicos; soberanía energética (ya no se admite no tener luz en los pueblos y que sectores empresarios privilegiados se sigan beneficiando con la energía barata de Hidroeléctrica Futaleufú); educación; producción; empleo.
Hay otra agenda para discutir, pero siguen faltando dirigentes en la mesa de discusión.