El informe contó con datos de Argentina, Australia, España, Israel, Brasil, Suiza, Colombia, Nueva Zelanda, Reino Unido, República de Corea y Finlandia, entre otras naciones, a partir de las medidas restrictivas que se implementaron desde marzo del año pasado cuando la Organización Mundial de la Salud declaró al COVID-19 como una emergencia de salud pública de importancia mundial; y fue publicado hoy por la revista Nature Human Behavior.
Según el estudio realizado por los expertos en base a datos del primer semestre del 2020, se analizó "el impacto de las medidas de restricción a la movilidad por ciudad en la evolución de seis tipos de delito: agresiones; hurto, robo de viviendas, robo, hurto/robo de vehículos, y homicidios".
"Si bien algunos estudios iniciales sugirieron que los delitos violentos y no violentos se redujeron a medida que se impusieron las regulaciones, también hay evidencia de que los efectos del COVID-19 sobre el crimen no son universales en los países ni en las diferentes categorías de delito", explica la publicación.
El informe reveló que, en promedio, las medidas de restricción generaron una reducción del 37 por ciento en el conjunto de los delitos, siendo menor para homicidios (una disminución del 14 por ciento) y la mayor reducción respecto a robos (-46 por ciento) y hurto (-47 por ciento), con disminuciones importantes también en robo a viviendas (-28 por ciento), hurto/robo de vehículos (-39 por ciento) y agresiones (-35 por ciento).
De acuerdo con los investigadores, una de las posibles explicaciones a esta caída son las teorías de la "oportunidad" y de las actividades rutinarias que "resaltan que los delitos tienden a ocurrir en espacios públicos, donde una mayor cantidad de delincuentes motivados, encuentran a sus potenciales víctimas".
"Esto puede variar dependiendo del tipo de delito y lugar, así como de los niveles de mayor presencia policial. Todos estos factores habrían sido afectados por las medidas de restricción", señalaron.
Además, los expertos reconocieron que el encierro producido por el confinamiento a nivel mundial derivó en un aumento de la violencia doméstica.
"Mientras que el cierre de las actividades de ocio nocturno y el consumo de alcohol en los centros urbanos redujeron en gran medida el potencial de conflicto violento entre los hombres jóvenes en los espacios públicos, el potencial de violencia doméstica aumentó a medida que las víctimas tenían más dificultades para encontrar ayuda y apoyo", dice.
Diego Fleitas, profesor del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre Inseguridad y Violencia (CELIV) de la Untref, explicó que "como los efectos de las restricciones en el delito analizados" en este informe "fueron más bien de corto plazo", ya están "llevando a cabo otro estudio para ver los efectos de mediano y largo plazo".
En cuanto a los datos analizados en Argentina, el informe tomó el caso de Mendoza, donde los ataques a las personas se redujeron un 53,1 por ciento, los hurtos un 69,4 por ciento, el robo a viviendas y a las cosas un 57,1 por ciento, los robos un 68.2 por ciento, el robo o hurto de vehículos un 64,7 por ciento y los homicidios un 33,3 por ciento.
Respecto de éstos últimos, también se indicó que tras la caída en marzo 2020, si bien los homicidios aumentaron, se mantuvieron en niveles algo menores que en 2019.
Y en cuanto a la evolución de los otros delitos, la caída de marzo 2020 se mantuvo en abril y, si bien luego volvió a crecer, lo hizo en menor medida en comparación con los homicidios.
"En resumen, Mendoza tuvo un comportamiento similar al resto de la muestra, aunque sus niveles de actividad delictual posterior a las restricciones fueron algo menores al promedio de las otras jurisdicciones del mundo", añadió Fleitas.
Por último, el estudio aclaró que "no se incluyeron delitos vinculados a violencia doméstica o de género debido a que las estadísticas policiales utilizadas no son particularmente confiables, pudiendo tener además problemas de definición y de comparabilidad".
Y agregaron que "otros estudios han señalado cierto incremento de la violencia doméstica y de género en el contexto de las medidas de restricción".
El informe contó con datos de Argentina, Australia, España, Israel, Brasil, Suiza, Colombia, Nueva Zelanda, Reino Unido, República de Corea y Finlandia, entre otras naciones, a partir de las medidas restrictivas que se implementaron desde marzo del año pasado cuando la Organización Mundial de la Salud declaró al COVID-19 como una emergencia de salud pública de importancia mundial; y fue publicado hoy por la revista Nature Human Behavior.
Según el estudio realizado por los expertos en base a datos del primer semestre del 2020, se analizó "el impacto de las medidas de restricción a la movilidad por ciudad en la evolución de seis tipos de delito: agresiones; hurto, robo de viviendas, robo, hurto/robo de vehículos, y homicidios".
"Si bien algunos estudios iniciales sugirieron que los delitos violentos y no violentos se redujeron a medida que se impusieron las regulaciones, también hay evidencia de que los efectos del COVID-19 sobre el crimen no son universales en los países ni en las diferentes categorías de delito", explica la publicación.
El informe reveló que, en promedio, las medidas de restricción generaron una reducción del 37 por ciento en el conjunto de los delitos, siendo menor para homicidios (una disminución del 14 por ciento) y la mayor reducción respecto a robos (-46 por ciento) y hurto (-47 por ciento), con disminuciones importantes también en robo a viviendas (-28 por ciento), hurto/robo de vehículos (-39 por ciento) y agresiones (-35 por ciento).
De acuerdo con los investigadores, una de las posibles explicaciones a esta caída son las teorías de la "oportunidad" y de las actividades rutinarias que "resaltan que los delitos tienden a ocurrir en espacios públicos, donde una mayor cantidad de delincuentes motivados, encuentran a sus potenciales víctimas".
"Esto puede variar dependiendo del tipo de delito y lugar, así como de los niveles de mayor presencia policial. Todos estos factores habrían sido afectados por las medidas de restricción", señalaron.
Además, los expertos reconocieron que el encierro producido por el confinamiento a nivel mundial derivó en un aumento de la violencia doméstica.
"Mientras que el cierre de las actividades de ocio nocturno y el consumo de alcohol en los centros urbanos redujeron en gran medida el potencial de conflicto violento entre los hombres jóvenes en los espacios públicos, el potencial de violencia doméstica aumentó a medida que las víctimas tenían más dificultades para encontrar ayuda y apoyo", dice.
Diego Fleitas, profesor del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre Inseguridad y Violencia (CELIV) de la Untref, explicó que "como los efectos de las restricciones en el delito analizados" en este informe "fueron más bien de corto plazo", ya están "llevando a cabo otro estudio para ver los efectos de mediano y largo plazo".
En cuanto a los datos analizados en Argentina, el informe tomó el caso de Mendoza, donde los ataques a las personas se redujeron un 53,1 por ciento, los hurtos un 69,4 por ciento, el robo a viviendas y a las cosas un 57,1 por ciento, los robos un 68.2 por ciento, el robo o hurto de vehículos un 64,7 por ciento y los homicidios un 33,3 por ciento.
Respecto de éstos últimos, también se indicó que tras la caída en marzo 2020, si bien los homicidios aumentaron, se mantuvieron en niveles algo menores que en 2019.
Y en cuanto a la evolución de los otros delitos, la caída de marzo 2020 se mantuvo en abril y, si bien luego volvió a crecer, lo hizo en menor medida en comparación con los homicidios.
"En resumen, Mendoza tuvo un comportamiento similar al resto de la muestra, aunque sus niveles de actividad delictual posterior a las restricciones fueron algo menores al promedio de las otras jurisdicciones del mundo", añadió Fleitas.
Por último, el estudio aclaró que "no se incluyeron delitos vinculados a violencia doméstica o de género debido a que las estadísticas policiales utilizadas no son particularmente confiables, pudiendo tener además problemas de definición y de comparabilidad".
Y agregaron que "otros estudios han señalado cierto incremento de la violencia doméstica y de género en el contexto de las medidas de restricción".