Laura Vargas condenada a 14 años por el atroz asesinato de Rosa Acuña

Aunque la principal imputada fue beneficiada por un cambio en la calificación, igual recibió una dura pena de los jueces.

16 JUL 2021 - 21:14 | Actualizado

Las juezas Marcela Pérez, Patricia Reyes y Yamila Flores dictaron 14 años de prisión para Laura Vargas por la muerte de Rosa Acuña, el 2 de septiembre de 2018 en Trelew. La Fiscalía había pedido 15 años de prisión y la Defensa el mínimo, 4. La nueva condena fue establecida a partir de una nueva cesura de pena ordenada por la Cámara Penal de Trelew tras modificar la calificación legal del hecho por el cual Vargas fuera condenada en primera instancia. Se fijó homicidio simple en grado de tentativa, en concurso real con homicidio culposo.

En su voto, la jueza Flores consideró que “fue un hecho sumamente grave, atroz, en el que quedó acreditada la violencia ejercida hacia la víctima”. Que hubieran prendido fuego el cuerpo fue porque “Vargas buscó su impunidad para borrar sus rastros en la golpiza proferida a Rosa, sino que su intención fue un poco más lejos, borrar toda forma de poder identificar a su víctima, la que por ser expuesta al fuego, quedaría reducida a cenizas”.

Reyes valoró como un agravante el uso desmedido de la violencia ya que la imputada “golpeó prolongada e insistentemente a Rosa Acuña, esto no sólo fue relatado por las personas que estaban en la reunión donde comenzó la discusión, sino por la propia acusada cuando describe el ataque” según surgió de mensajes telefónicos de Vargas.

En su voto, la jueza Pérez señala que se observan circunstancias que “exceden el tipo penal, que demuestran un ataque feroz y prolongado, pese a la súplica de quien era su amiga, que solo finalizó cuando creyó que la había matado. Demuestra su insensibilidad a pesar de los ruegos de la víctima, la prolongación del sufrimiento de Acuña y la falta de reflexión y prudencia para acabar su ataque”. En los mensajes enviados por Vargas a otra persona describe sus actos con frialdad y desprecio, según la Agencia de Comunicación Judicial.

Otros agravantes fueron la extensión del daño a la familia de la víctima, especialmente a su madre y al hijo de Acuña, como así también el parentesco religioso entre ambas mujeres -eran comadres- y la situación de convivencia al momento del homicidio. En cuanto a los atenuantes, dos de las juezas consideraron la situación de vulnerabilidad por la historia de vida de Vargas. La restante magistrada menciona su falta de antecedentes.#

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16 JUL 2021 - 21:14

Las juezas Marcela Pérez, Patricia Reyes y Yamila Flores dictaron 14 años de prisión para Laura Vargas por la muerte de Rosa Acuña, el 2 de septiembre de 2018 en Trelew. La Fiscalía había pedido 15 años de prisión y la Defensa el mínimo, 4. La nueva condena fue establecida a partir de una nueva cesura de pena ordenada por la Cámara Penal de Trelew tras modificar la calificación legal del hecho por el cual Vargas fuera condenada en primera instancia. Se fijó homicidio simple en grado de tentativa, en concurso real con homicidio culposo.

En su voto, la jueza Flores consideró que “fue un hecho sumamente grave, atroz, en el que quedó acreditada la violencia ejercida hacia la víctima”. Que hubieran prendido fuego el cuerpo fue porque “Vargas buscó su impunidad para borrar sus rastros en la golpiza proferida a Rosa, sino que su intención fue un poco más lejos, borrar toda forma de poder identificar a su víctima, la que por ser expuesta al fuego, quedaría reducida a cenizas”.

Reyes valoró como un agravante el uso desmedido de la violencia ya que la imputada “golpeó prolongada e insistentemente a Rosa Acuña, esto no sólo fue relatado por las personas que estaban en la reunión donde comenzó la discusión, sino por la propia acusada cuando describe el ataque” según surgió de mensajes telefónicos de Vargas.

En su voto, la jueza Pérez señala que se observan circunstancias que “exceden el tipo penal, que demuestran un ataque feroz y prolongado, pese a la súplica de quien era su amiga, que solo finalizó cuando creyó que la había matado. Demuestra su insensibilidad a pesar de los ruegos de la víctima, la prolongación del sufrimiento de Acuña y la falta de reflexión y prudencia para acabar su ataque”. En los mensajes enviados por Vargas a otra persona describe sus actos con frialdad y desprecio, según la Agencia de Comunicación Judicial.

Otros agravantes fueron la extensión del daño a la familia de la víctima, especialmente a su madre y al hijo de Acuña, como así también el parentesco religioso entre ambas mujeres -eran comadres- y la situación de convivencia al momento del homicidio. En cuanto a los atenuantes, dos de las juezas consideraron la situación de vulnerabilidad por la historia de vida de Vargas. La restante magistrada menciona su falta de antecedentes.#


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