Los lugares involucrados son cuarteles secundarios, almacenes y oficinas, explicó en un comunicado el comando del Ejército de Estados Unidos en Europa.
En Alemania, se trata de los cuarteles de Barton, en Ansbach, centro del país, y de Pulaski; los depósitos de Coleman, anexos a la enorme base de Ramstein; el cuartel de Husterhoeh en Pirmasens, cerca de la frontera francesa; el depósito de Weilimdorf en Stuttgart y el Centro Amelia Earhart en Wiesbaden.
En Bélgica, el cuartel de Daumerie, cerca de Mons, que iba a ser devuelto a Bruselas, se conservará y se usará finalmente para apoyar las actividades de las fuerzas estadounidenses en el cuartel general de la OTAN.
La decisión de cerrar esas seis bases se había tomado en 2010 y después en 2015, por lo que el proyecto para mantenerlas no tiene relación con las intenciones del expresidente Donald Trump de reducir la presencia militar estadounidense en Alemania.
En junio del año pasado, Trump había adelantado que unos 10.000 soldados dejarían Alemania, una cuestión sobre la que Berlín expresó entonces su preocupación, aunque la medida no avanzó.
El mandatario Joe Biden, que considera a Rusia una seria amenaza para la seguridad europea -aunque no aparece mencionado en el comunicado- ya había revertido el plan de su predecesor y, más aún, la presencia militar estadounidense en Alemania aumentó incluso en los últimos meses.
En junio pasado, unos 28.000 soldados de Estados Unidos y 25 países aliados participaron en las maniobras militares Defender Europe 21, realizadas principalmente en Europa del Este y destinadas a fortalecer la preparación de los ejércitos de la OTAN y su interoperabilidad.
Los lugares involucrados son cuarteles secundarios, almacenes y oficinas, explicó en un comunicado el comando del Ejército de Estados Unidos en Europa.
En Alemania, se trata de los cuarteles de Barton, en Ansbach, centro del país, y de Pulaski; los depósitos de Coleman, anexos a la enorme base de Ramstein; el cuartel de Husterhoeh en Pirmasens, cerca de la frontera francesa; el depósito de Weilimdorf en Stuttgart y el Centro Amelia Earhart en Wiesbaden.
En Bélgica, el cuartel de Daumerie, cerca de Mons, que iba a ser devuelto a Bruselas, se conservará y se usará finalmente para apoyar las actividades de las fuerzas estadounidenses en el cuartel general de la OTAN.
La decisión de cerrar esas seis bases se había tomado en 2010 y después en 2015, por lo que el proyecto para mantenerlas no tiene relación con las intenciones del expresidente Donald Trump de reducir la presencia militar estadounidense en Alemania.
En junio del año pasado, Trump había adelantado que unos 10.000 soldados dejarían Alemania, una cuestión sobre la que Berlín expresó entonces su preocupación, aunque la medida no avanzó.
El mandatario Joe Biden, que considera a Rusia una seria amenaza para la seguridad europea -aunque no aparece mencionado en el comunicado- ya había revertido el plan de su predecesor y, más aún, la presencia militar estadounidense en Alemania aumentó incluso en los últimos meses.
En junio pasado, unos 28.000 soldados de Estados Unidos y 25 países aliados participaron en las maniobras militares Defender Europe 21, realizadas principalmente en Europa del Este y destinadas a fortalecer la preparación de los ejércitos de la OTAN y su interoperabilidad.