“No quería que el perro viaje encerrado, que viaje en libertad”, bajo esta idea, Agustín Formondoy le dio forma a su objetivo: llegar a Esquel con su Pitbull, para reunirse con su familia.
“Mi perro, se llama Togo, tiene 8 años. Lo adopté hace un año porque lo habían dejado abandonado, desnutrido y con garrapatas en una casa que alquilamos con mi familia en Trelew”, contó el joven en diálogo con Cadena Tiempo.
Otro de los motivos que lo llevó a viajar a dedo desde el mar a la Cordillera fue, según lo relata el propio protagonista que “no pudimos hacer mudanza porque no teníamos plata. Nos venimos con los bolsos para arrancar de cero en Esquel. La familia de mi pareja es de allá y hace poco recibió una casa. Tuve que dejar todo en Trelew”.
Ayuda de la gente
Apenas comenzó su derrotero, la pareja de Agustín hizo un posteo en su Facebook para solicitarle a todo conductor que lo vea en la ruta, que le dé un aventón a Esquel. La noticia se hizo viral y la ayuda no demoró en llegar.
“Arrancamos en Trelew, un auto me llevó hasta Dolavon y continuamos a pie por 6 horas y tomamos un camión que nos llevó hasta Los Altares, caminamos unos 20 minutos y nos levantaron dos chicos que viajaban a Tecka. Pasamos la noche en la ruta, atrás de un cajero automático. Al otro día llegamos a Esquel. Todas las personas que me ayudaron habían visto la publicación que hizo mi pareja en su Facebook sobre este viaje”, describió el joven viajero, quien ya se encuentra en la ciudad cordillerana, con su familia completa y una enorme gratitud con la gente.
“No quería que el perro viaje encerrado, que viaje en libertad”, bajo esta idea, Agustín Formondoy le dio forma a su objetivo: llegar a Esquel con su Pitbull, para reunirse con su familia.
“Mi perro, se llama Togo, tiene 8 años. Lo adopté hace un año porque lo habían dejado abandonado, desnutrido y con garrapatas en una casa que alquilamos con mi familia en Trelew”, contó el joven en diálogo con Cadena Tiempo.
Otro de los motivos que lo llevó a viajar a dedo desde el mar a la Cordillera fue, según lo relata el propio protagonista que “no pudimos hacer mudanza porque no teníamos plata. Nos venimos con los bolsos para arrancar de cero en Esquel. La familia de mi pareja es de allá y hace poco recibió una casa. Tuve que dejar todo en Trelew”.
Ayuda de la gente
Apenas comenzó su derrotero, la pareja de Agustín hizo un posteo en su Facebook para solicitarle a todo conductor que lo vea en la ruta, que le dé un aventón a Esquel. La noticia se hizo viral y la ayuda no demoró en llegar.
“Arrancamos en Trelew, un auto me llevó hasta Dolavon y continuamos a pie por 6 horas y tomamos un camión que nos llevó hasta Los Altares, caminamos unos 20 minutos y nos levantaron dos chicos que viajaban a Tecka. Pasamos la noche en la ruta, atrás de un cajero automático. Al otro día llegamos a Esquel. Todas las personas que me ayudaron habían visto la publicación que hizo mi pareja en su Facebook sobre este viaje”, describió el joven viajero, quien ya se encuentra en la ciudad cordillerana, con su familia completa y una enorme gratitud con la gente.