El Acnur define a los "desplazados internos" como aquellas personas que buscan seguridad dentro de su propio país, sin cruzar las fronteras.
Estas personas son una parte de los casi nueve millones de afganos que se exponen al riesgo de hambruna, entre ellos madres solas, ancianos, y niños y familiares necesitados de atención especial.
Ante esta situación, la organización comenzó la entrega de ayuda humanitaria por ruta desde los países vecinos y prepara el envío de cinco vuelos con material de protección invernal desde Jordania, en unas operaciones que durarán como mínimo hasta febrero.
Además, entregará mantas térmicas, ropa de invierno y material de reparación para los refugios, así como algo de dinero en efectivo para la adquisición de combustible de emergencia, indicó desde Ginebra el vocero de Acnur, Babar Baloch, según informó la agencia de noticias Europa Press.
La organización volvió a pedir apoyo internacional para esta iniciativa y recordó que necesita en torno a 330 millones de euros para atender a la población afectada.
El invierno que viene será el primero que atraviesan los habitantes de Afganistán bajo el Gobierno talibán, en el poder desde el 15 de agosto.
Esta misma semana, Acnur avisó que muchos afganos se encuentran prácticamente atrapados y alertó que la situación puede empeorar si no se levantan las restricciones en las fronteras.
El Acnur define a los "desplazados internos" como aquellas personas que buscan seguridad dentro de su propio país, sin cruzar las fronteras.
Estas personas son una parte de los casi nueve millones de afganos que se exponen al riesgo de hambruna, entre ellos madres solas, ancianos, y niños y familiares necesitados de atención especial.
Ante esta situación, la organización comenzó la entrega de ayuda humanitaria por ruta desde los países vecinos y prepara el envío de cinco vuelos con material de protección invernal desde Jordania, en unas operaciones que durarán como mínimo hasta febrero.
Además, entregará mantas térmicas, ropa de invierno y material de reparación para los refugios, así como algo de dinero en efectivo para la adquisición de combustible de emergencia, indicó desde Ginebra el vocero de Acnur, Babar Baloch, según informó la agencia de noticias Europa Press.
La organización volvió a pedir apoyo internacional para esta iniciativa y recordó que necesita en torno a 330 millones de euros para atender a la población afectada.
El invierno que viene será el primero que atraviesan los habitantes de Afganistán bajo el Gobierno talibán, en el poder desde el 15 de agosto.
Esta misma semana, Acnur avisó que muchos afganos se encuentran prácticamente atrapados y alertó que la situación puede empeorar si no se levantan las restricciones en las fronteras.