Queremos dejar atrás la idea de que somos terratenientes que no producen nada y mostrar el impacto que tienen nuestras inversiones en la economía de la región”. El que habla es Agustín Dranovsky, el hombre que la familia italiana Benneton puso al frente de sus negocios locales hace tres años.
En una entrevista con el diario La Nación, Dranovsky adelantó los planes del grupo para crecer en el negocio de la producción de carne, avanzar en la industrialización forestal con la puesta en marcha de un aserradero en la Patagonia e incursionar en el negocio de la energía con un proyecto de producción de hidrógeno verde.
En la Argentina, el grupo italiano factura U$S 35 millones y emplea en forma directa a unas 300 personas. Buena parte de sus dividendos en el país salen del negocios ganadero en Chubut, donde opera la estancia Leleque, ubicada en la Comarca Andina.
Diversificación
Pero la lana y la carne de cordero no son los únicos negocios del grupo en la Patagonia. En la década del 90, la familia Benetton inició la plantación de 10.000 hectáreas de pino ponderosa en sus estancias de Chubut y Río Negro y ahora avanza con un proyecto para levantar un aserradero, con una inversión de U$S 2,5 millones. “Toda la madera que se consume en la región es importada en camiones desde Misiones. Creemos que hay una oportunidad para la producción local”, explica Dranovsky.
“Después de treinta años estamos en condiciones de procesar la producción forestal propia. Sería un proyecto inédito para la zona: un aserradero en la primera etapa, con la aspiración de poder generar luego productos madereros más sofisticados”, adelanta.
Apuesta verde
Pero el proyecto más audaz de los Benetton es una incursión en el negocio de las energías renovables, con la mira puesta en el “hidrógeno verde”. “Hace tiempo empezamos a analizar el rubro y a partir de esta idea surgió la posibilidad de hacer algo con hidrógeno verde. Por el momento, es un proyecto que tenemos en análisis y la idea no sería participar solos sino a través de una asociación. Queremos sumar a un socio que aporte el know how en el negocio del hidrógeno verde para llevar alguna explotación conjunta en los campos que tenemos en Santa Cruz”, concluye Dranovsky.#
Queremos dejar atrás la idea de que somos terratenientes que no producen nada y mostrar el impacto que tienen nuestras inversiones en la economía de la región”. El que habla es Agustín Dranovsky, el hombre que la familia italiana Benneton puso al frente de sus negocios locales hace tres años.
En una entrevista con el diario La Nación, Dranovsky adelantó los planes del grupo para crecer en el negocio de la producción de carne, avanzar en la industrialización forestal con la puesta en marcha de un aserradero en la Patagonia e incursionar en el negocio de la energía con un proyecto de producción de hidrógeno verde.
En la Argentina, el grupo italiano factura U$S 35 millones y emplea en forma directa a unas 300 personas. Buena parte de sus dividendos en el país salen del negocios ganadero en Chubut, donde opera la estancia Leleque, ubicada en la Comarca Andina.
Diversificación
Pero la lana y la carne de cordero no son los únicos negocios del grupo en la Patagonia. En la década del 90, la familia Benetton inició la plantación de 10.000 hectáreas de pino ponderosa en sus estancias de Chubut y Río Negro y ahora avanza con un proyecto para levantar un aserradero, con una inversión de U$S 2,5 millones. “Toda la madera que se consume en la región es importada en camiones desde Misiones. Creemos que hay una oportunidad para la producción local”, explica Dranovsky.
“Después de treinta años estamos en condiciones de procesar la producción forestal propia. Sería un proyecto inédito para la zona: un aserradero en la primera etapa, con la aspiración de poder generar luego productos madereros más sofisticados”, adelanta.
Apuesta verde
Pero el proyecto más audaz de los Benetton es una incursión en el negocio de las energías renovables, con la mira puesta en el “hidrógeno verde”. “Hace tiempo empezamos a analizar el rubro y a partir de esta idea surgió la posibilidad de hacer algo con hidrógeno verde. Por el momento, es un proyecto que tenemos en análisis y la idea no sería participar solos sino a través de una asociación. Queremos sumar a un socio que aporte el know how en el negocio del hidrógeno verde para llevar alguna explotación conjunta en los campos que tenemos en Santa Cruz”, concluye Dranovsky.#