Un exjefe del Correo devolverá casi $ 1 millón que robó para pagar una deuda de juego

Se trata del episodio ocurrido en el año 2019. El responsable admitió el hecho en un juicio abreviado, por lo que fue condenado a dos años de prisión en suspenso por sustraer caudales públicos e inhabilitación absoluta perpetua para ejercer cargos públicos.

30 DIC 2023 - 19:36 | Actualizado 30 DIC 2023 - 19:45

Por Rolando Tobarez.

Un exjefe del Correo Argentino deberá devolver casi $ 1 millón que robó de la Sucursal José de San Martín. Se trata de Alejandro Oñatibia, que además fue condenado a dos años de prisión en suspenso por sustracción de caudales públicos e inhabilitación absoluta perpetua para ejercer cargos públicos.

En un juicio abreviado, Oñatibia admitió el episodio ante el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia y acordó reintegrar $997.729 en cuotas mensuales, la primera de $50.000. El pago se actualizará según el índice del INDEC para precios al consumidor, y se depositará en la cuenta del Banco Galicia del Correo.

Para evitar ir a la cárcel, durante los dos años deberá abstenerse de usar armas, consumir drogas y abusar de bebidas alcohólicas, y no cometer nuevos delitos.

Al fallo lo firmó el juez Mario Gabriel Reynaldi y se publicó en el Boletín Oficial de la República Argentina el 13 de diciembre. Además del fiscal Teodoro Nürnberg, el Correo también se constituyó como querellante.

El faltante del dinero se descubrió el 27 de febrero de 2019 durante un control de rutina en la sucursal del jefe de la Región Sur, Diego Idiarte. El condenado era responsable de su custodia y administración.

La sentencia consideró a Oñatibia funcionario público, en tanto su empleadora era una sociedad anónima constituida para garantizar el servicio postal nacional y su patrimonio está conformado por fondos públicos.

Tanto la acusación como la defensa le advirtieron cumplir con el acuerdo para evitar perder la libertad. El involucrado hoy reside en Río Negro.

El caso se inició con una denuncia ante la Fiscalía de Neuquén de Alberto Porro, secretario del Sindicato del Personal Jerárquico, Técnico y Profesional del Correo Oficial y Radio Nacional. Luego recaló en el Juzgado Federal de Esquel.

Tras el arqueo de caja y el control de movimiento del dinero, se verificó el faltante. En un manuscrito, Oñatibia admitió haber tomado dicha suma por su adicción al juego. “En enero tuvo un problema con una persona a la que debía plata años atrás y no teniendo como pagarle, siendo amenazado y temiendo por su vida, tomó la mala decisión de tomar la plata de la sucursal, creyendo que luego la repondría. Sufre enfermedad por el juego y pide ayuda psicológica, promete devolver el dinero faltante y pide que no lo despidan y que se lo descuenten del sueldo”.

Le sacaron las llaves de la Sucursal y de la caja fuerte. El 1º de marzo de 2019 fue despedido por falta gravísima. Era el único personal de planta por ser una oficina unipersonal.

Un peritaje médico concluyó que Oñatibia padece un cuadro de trastorno de adicción lúdica pero no desconoce la criminalidad de sus actos.

Al evaluar la pena, el juez Reynaldi explicó que “la adicción lúdica del enjuiciado, si bien no justifica sus actos, le determinó una debilidad por apoderarse del peculio ajeno bajo su cargo, en una sucursal unipersonal: claramente no estaba psíquicamente óptimo para el cargo público con caudales bajo su mando”.

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30 DIC 2023 - 19:36

Por Rolando Tobarez.

Un exjefe del Correo Argentino deberá devolver casi $ 1 millón que robó de la Sucursal José de San Martín. Se trata de Alejandro Oñatibia, que además fue condenado a dos años de prisión en suspenso por sustracción de caudales públicos e inhabilitación absoluta perpetua para ejercer cargos públicos.

En un juicio abreviado, Oñatibia admitió el episodio ante el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia y acordó reintegrar $997.729 en cuotas mensuales, la primera de $50.000. El pago se actualizará según el índice del INDEC para precios al consumidor, y se depositará en la cuenta del Banco Galicia del Correo.

Para evitar ir a la cárcel, durante los dos años deberá abstenerse de usar armas, consumir drogas y abusar de bebidas alcohólicas, y no cometer nuevos delitos.

Al fallo lo firmó el juez Mario Gabriel Reynaldi y se publicó en el Boletín Oficial de la República Argentina el 13 de diciembre. Además del fiscal Teodoro Nürnberg, el Correo también se constituyó como querellante.

El faltante del dinero se descubrió el 27 de febrero de 2019 durante un control de rutina en la sucursal del jefe de la Región Sur, Diego Idiarte. El condenado era responsable de su custodia y administración.

La sentencia consideró a Oñatibia funcionario público, en tanto su empleadora era una sociedad anónima constituida para garantizar el servicio postal nacional y su patrimonio está conformado por fondos públicos.

Tanto la acusación como la defensa le advirtieron cumplir con el acuerdo para evitar perder la libertad. El involucrado hoy reside en Río Negro.

El caso se inició con una denuncia ante la Fiscalía de Neuquén de Alberto Porro, secretario del Sindicato del Personal Jerárquico, Técnico y Profesional del Correo Oficial y Radio Nacional. Luego recaló en el Juzgado Federal de Esquel.

Tras el arqueo de caja y el control de movimiento del dinero, se verificó el faltante. En un manuscrito, Oñatibia admitió haber tomado dicha suma por su adicción al juego. “En enero tuvo un problema con una persona a la que debía plata años atrás y no teniendo como pagarle, siendo amenazado y temiendo por su vida, tomó la mala decisión de tomar la plata de la sucursal, creyendo que luego la repondría. Sufre enfermedad por el juego y pide ayuda psicológica, promete devolver el dinero faltante y pide que no lo despidan y que se lo descuenten del sueldo”.

Le sacaron las llaves de la Sucursal y de la caja fuerte. El 1º de marzo de 2019 fue despedido por falta gravísima. Era el único personal de planta por ser una oficina unipersonal.

Un peritaje médico concluyó que Oñatibia padece un cuadro de trastorno de adicción lúdica pero no desconoce la criminalidad de sus actos.

Al evaluar la pena, el juez Reynaldi explicó que “la adicción lúdica del enjuiciado, si bien no justifica sus actos, le determinó una debilidad por apoderarse del peculio ajeno bajo su cargo, en una sucursal unipersonal: claramente no estaba psíquicamente óptimo para el cargo público con caudales bajo su mando”.


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