Inseguridad en Trelew: es entre todos o no es nada
Por Esteban Gallo / Especial para Jornada
Los jueces penales de Trelew le enviaron una carta al intendente Gerardo Merino para defenderse de las críticas formuladas por el jefe comunal, tras la ola de robos de la que son objeto los vecinos de la ciudad.
En realidad, son los vecinos, no Merino, los que pegan el grito en el cielo, cansados de que los mismos delincuentes de siempre, pongan en riesgo sus vidas y la de sus familias.
Lo que hace el intendente, a través de los medios, es reflejar el sentimiento de impotencia de la comunidad, que percibe que los operadores judiciales de la ciudad no están a la altura de las circunstancias.
En la carta enviada al jefe comunal, los magistrados señalaron que “con motivo del rol que ejercemos como jueces penales, tenemos absolutamente vedado intervenir en la prevención y la investigación de los delitos, así como en la realización o el diseño de políticas en general y, en particular, a las referidas a cuestiones de seguridad”.
Chocolate por la noticia. Todo el mundo sabe que la investigación de los delitos está a cargo de los fiscales. De la misma manera, son los jueces los que tras evaluar las pruebas presentadas por la fiscalía, tienen la última palabra con respecto a la situación procesal de un individuo.
Esta es la razón que tanto exaspera a la comunidad.
¿Cuál es la queja recurrente?Dicen Las víctimas:-Los que delinquen entran por una puerta y salen por la otra-
Y agregan: -La misma persona que hace 15 días me robó a mí, la semana pasada entró a la casa de mi vecino que vive en frente y ayer irrumpió en la vivienda que está al lado.
Ergo, o los fiscales investigan mal o los jueces no hacen bien su tarea; porque un sujeto que en el lapso de un mes entró a robar en tres casas distintas, tiene que estar preso.
Otra posibilidad es que haya que modificar las leyes para dotar a los magistrados de herramientas más apropiadas.
El Ministerio Público Fiscal viene planteando desde hace tiempo que es necesario modificar el Código Procesal Penal. La Asociación de Magistrados se opone porque considera que hay puntos del proyecto que constituyen una violación a las garantías constitucionales de las personas.
¿Qué son las garantías constitucionales?
Son los mecanismos que la Constitución establece para proteger los derechos de las personas.
Los derechos de todas las personas, no solamente los derechos de los que delinquen y deben afrontar procesos penales. También los derechos del ciudadano común que no jode a nadie y lo único que espera es que el Estado le garantice la cuota de seguridad que necesita para vivir en paz y lo rescate del sentimiento de terror que lo atraviesa por el miedo a que lo roben, lo lastimen o lo maten a él, o a sus hijos.
Decir que un juez no puede reunirse con los vecinos porque la constitución se lo prohíbe es escudarse en una formalidad ridícula para sacarse la responsabilidad de encima y enfrascarse en el tupper en el que viven muchos magistrados.
Si lo que procuran es aislarse para que las opiniones de los vecinos no contaminen el principio de objetividad de los jueces, que no vayan a las fiestas de cumpleaños, ni a ningún evento social, ni a la playa, ni a ningún lugar donde algún ciudadano pueda decirle algo.
La gente no les pide a los jueces que dejen de ser imparciales, sino que se comprometan, que sean más sensibles, más empáticos y más humildes, que hagan alguna autocrítica y que se involucren.
Ayer, el intendente Merino invitó a fiscales y jueces a una reunión para hoy a las 9 de la mañana. Los fiscales asistieron. Los jueces decidieron no ir, con el argumento de que lo que querían decir, lo manifestaron en la carta que le enviaron al jefe comunal.
La respuesta es lamentable.
Esto es como si el intendente dijera que el problema de la seguridad de Trelew es competencia de la provincia y se quedara cruzado de brazos.
O si la policía hiciera lo mismo, por el simple hecho de que la gente critica al Poder Judicial no a la fuerza de seguridad.
Si los jueces “se abren de gambas”, los vecinos de Trelew, no Merino, se quedan sin respuesta, porque al problema de la inseguridad lo resolvemos entre todos o no los resuelve nadie.
Por Esteban Gallo / Especial para Jornada
Los jueces penales de Trelew le enviaron una carta al intendente Gerardo Merino para defenderse de las críticas formuladas por el jefe comunal, tras la ola de robos de la que son objeto los vecinos de la ciudad.
En realidad, son los vecinos, no Merino, los que pegan el grito en el cielo, cansados de que los mismos delincuentes de siempre, pongan en riesgo sus vidas y la de sus familias.
Lo que hace el intendente, a través de los medios, es reflejar el sentimiento de impotencia de la comunidad, que percibe que los operadores judiciales de la ciudad no están a la altura de las circunstancias.
En la carta enviada al jefe comunal, los magistrados señalaron que “con motivo del rol que ejercemos como jueces penales, tenemos absolutamente vedado intervenir en la prevención y la investigación de los delitos, así como en la realización o el diseño de políticas en general y, en particular, a las referidas a cuestiones de seguridad”.
Chocolate por la noticia. Todo el mundo sabe que la investigación de los delitos está a cargo de los fiscales. De la misma manera, son los jueces los que tras evaluar las pruebas presentadas por la fiscalía, tienen la última palabra con respecto a la situación procesal de un individuo.
Esta es la razón que tanto exaspera a la comunidad.
¿Cuál es la queja recurrente?Dicen Las víctimas:-Los que delinquen entran por una puerta y salen por la otra-
Y agregan: -La misma persona que hace 15 días me robó a mí, la semana pasada entró a la casa de mi vecino que vive en frente y ayer irrumpió en la vivienda que está al lado.
Ergo, o los fiscales investigan mal o los jueces no hacen bien su tarea; porque un sujeto que en el lapso de un mes entró a robar en tres casas distintas, tiene que estar preso.
Otra posibilidad es que haya que modificar las leyes para dotar a los magistrados de herramientas más apropiadas.
El Ministerio Público Fiscal viene planteando desde hace tiempo que es necesario modificar el Código Procesal Penal. La Asociación de Magistrados se opone porque considera que hay puntos del proyecto que constituyen una violación a las garantías constitucionales de las personas.
¿Qué son las garantías constitucionales?
Son los mecanismos que la Constitución establece para proteger los derechos de las personas.
Los derechos de todas las personas, no solamente los derechos de los que delinquen y deben afrontar procesos penales. También los derechos del ciudadano común que no jode a nadie y lo único que espera es que el Estado le garantice la cuota de seguridad que necesita para vivir en paz y lo rescate del sentimiento de terror que lo atraviesa por el miedo a que lo roben, lo lastimen o lo maten a él, o a sus hijos.
Decir que un juez no puede reunirse con los vecinos porque la constitución se lo prohíbe es escudarse en una formalidad ridícula para sacarse la responsabilidad de encima y enfrascarse en el tupper en el que viven muchos magistrados.
Si lo que procuran es aislarse para que las opiniones de los vecinos no contaminen el principio de objetividad de los jueces, que no vayan a las fiestas de cumpleaños, ni a ningún evento social, ni a la playa, ni a ningún lugar donde algún ciudadano pueda decirle algo.
La gente no les pide a los jueces que dejen de ser imparciales, sino que se comprometan, que sean más sensibles, más empáticos y más humildes, que hagan alguna autocrítica y que se involucren.
Ayer, el intendente Merino invitó a fiscales y jueces a una reunión para hoy a las 9 de la mañana. Los fiscales asistieron. Los jueces decidieron no ir, con el argumento de que lo que querían decir, lo manifestaron en la carta que le enviaron al jefe comunal.
La respuesta es lamentable.
Esto es como si el intendente dijera que el problema de la seguridad de Trelew es competencia de la provincia y se quedara cruzado de brazos.
O si la policía hiciera lo mismo, por el simple hecho de que la gente critica al Poder Judicial no a la fuerza de seguridad.
Si los jueces “se abren de gambas”, los vecinos de Trelew, no Merino, se quedan sin respuesta, porque al problema de la inseguridad lo resolvemos entre todos o no los resuelve nadie.